Brasil se polariza tras la liberación de Lula da Silva

La justicia brasileña decidió el pasado viernes dejar en libertad al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, una de las figuras más relevantes de la política de ese país en las últimas tres décadas y que gobernó entre 2003 y 2010.

Si bien la decisión del Supremo no le pone fin al largo proceso judicial que enfrenta el exmandatario brasileño, y que no significa una declaración de inocencia ni una absolución, su salida revivió odios y amores entre sus seguidores y sus más grandes detractores: los fieles a la extrema derecha del presidente actual, Jair Bolsonaro.

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Además de la polarización política que marca la excarcelación de Lula, expertos coinciden en que el exmandatario no podría lanzarse a las presidenciales del 2022, porque una ley, que paradójicamente se decretó en el gobierno de Lula, estipula que ninguna persona que haya sido condenada en el pasado puede aspirar al cargo.

Pero con un sistema judicial altamente politizado y que ha dado muestras de dar bandazos en su doctrina se podría reencauchar esa aspiración.

El proceso

Lula se entregó el año pasado, tras ser acusado por cargos de corrupción en el caso Petrobras. Luego de ser condenado en segunda instancia por el juez Sergio Moro –quien se desempeña actualmente como ministro de Justicia y Seguridad Pública de Brasil–, Lula comenzó a cumplir una condena de ocho años y diez meses de cárcel en abril del 2018.

Manifestantes apoyan a Lula

Manifestantes protestan frente a la sede de la Policía Federal este viernes, después de la sentencia del Tribunal Supremo que podría liberar al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Foto:

Hedeson Alves / Efe

El pasado jueves, la Corte Suprema de Brasil declaró inconstitucional una norma establecida en 2016 que dicta que se puede encarcelar a una persona en segunda instancia sin agotar todos los recursos. El fallo se aplicaría no solo al caso del líder de izquierda, sino a miles de reos en su misma situación.

Liberación no es definitiva

En este punto, expertos aclaran que la salida de prisión de Lula en las circunstancias actuales no es definitiva. Acácio Augusto, doctor en Ciencias Sociales y Política de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo, dijo a EL TIEMPO que si bien el expresidente fue liberado por una garantía constitucional, el proceso judicial no se ha cerrado.

En ese orden de ideas, Lula estará en libertad mientras se agota el último recurso de apelación que tiene pendiente para que el Supremo decida si lo absuelve o no de los cargos.

Además, Augusto considera que “para Lula sería muy difícil lanzarse a otras elecciones presidenciales, a no ser que se anule el proceso jurídico que lleva” y que ejerza la suficiente presión desde las calles para que se cambien los mecanismos constitucionales que impiden que sea reelegido.

Por su parte, Jean Tible, doctor del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de São Paulo, considera que si el fallo en última instancia del Supremo resulta a favor de Lula, se podría traducir en una clara y contundente revitalización y reorganización de la izquierda en Brasil.

Los expertos coinciden en que Lula representa una de las figuras y liderazgos políticos más importantes de Brasil, a pesar del proceso judicial y la condena.

Pero contrario a lo que se podría pensar, Lula en las calles podría favorecer al gobierno de su gran rival, Jair Bolsonaro. Para Augusto habría dos posibles escenarios. Por un lado, Bolsonaro podría aprovechar el momento para criminalizar nuevamente a Lula, exacerbar a sus detractores y dinamizar su movimiento, que pasa por horas bajas por su baja popularidad.

Los insultos de Bolsonaro a sus críticos por incendios en la Amazonia

Jair Bolsonaro, presidente de Brasil.

Foto:

Marcos Correa / AFP

Sin embargo, el analista considera que “si Lula muestra capacidad de movilización política, podría ser un infierno para Bolsonaro, porque tendría a alguien de mucho peso y que cuenta con un gran apoyo para mostrar oposición a su gobierno”.

El expresidente movilizará las calles y llamará a sus seguidores a estar en contra de todos los ataques que ha recibido por parte del gobierno de Bolsonaro

Augusto argumenta que aunque las circunstancias actuales “no son suficientes para conocer las implicaciones políticas de la liberación de Lula”, es posible afirmar con certeza que “el expresidente movilizará las calles y llamará a sus seguidores a estar en contra de todos los ataques que ha recibido por parte del gobierno de Bolsonaro”.

Para Tible, la liberación de Lula sin duda aumentará la tensión política entre la izquierda y la extrema derecha, pero no considera que la sola excarcelación sea suficiente para poner ‘en jaque’ al gobierno de Bolsonaro. En el futuro cercano habrá que evaluar el poder de convocatoria de Lula, cómo decide jugar sus cartas para reorganizar a la izquierda y el efecto que esto tendrá sobre el gobierno de Bolsonaro.

VALENTINA LEUDO MEJÍA
*Con reportería de Natalia Romero

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