Argelinos protestan para sacar del poder a un presidente ‘fantasma’

El presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika, presentó su candidatura para un quinto mandato presidencial mientras permanece hospitalizado en Ginebra, y a pesar de las movilizaciones en su contra que resuenan en el país desde enero.

Elogiado durante mucho tiempo por haber restablecido la paz en Argelia tras una década de guerra civil (1991-2002), Buteflika, de 82 años, apodado por muchos como ‘la momia’, figura ahora como un hombre que se aferra al poder luego de 20 años de mandato, con un estado de salud cada vez más deteriorado, que le ha impedido dar un discurso público desde hace 7 años.

Por esto,  estudiantes de la generación que solo ha conocido un presidente -muchos que nunca lo han escuchado hablar-, convocaron manifestaciones desde principios de enero, después que allegados del gobernante anunciaron su intención de aspirar a un quinto mandato.

La candidatura para los comicios del 18 de abril, fue registrada formalmente este domingo 3 de marzo ante el Consejo Constitucional, con la promesa de que Buteflika convocaría nuevas elecciones antes del fin de su eventual quinto mandato, después de hacer aprobar un paquete de reformas.

Sin embargo, la propuesta no fue recibida con gusto, en cambio, animó más las movilizaciones que se mantienen desde entonces en el centro de Argel, la capital del país. «¡No! ¡Simplemente no! ¿No ha comprendido el mensaje del pueblo? Se lo vamos a hacer comprender hoy (martes) y aún más el viernes», aseveró un manifestante. 

No voy votar para Buteflika, un presidente al que nunca he visto hablando

Para Merwan, un estudiante de 20 años -los mismos que lleva Buteflika en la presidencia-, el mandatario no es más que una «imagen». «No voy votar para Bouteflika, un presidente al que nunca he visto hablando», añadió el joven.

La policía ha vigilado todas las manifestaciones, ya que las protestas están prohibidas en Argelia desde 2001, pero, hasta ahora, se ha limitado a contener a los estudiantes en el perímetro. 

Así lo confirmó el general Ahmed Gaid Salah, jefe del Estado Mayor del ejército, quién advirtió que su equipo sería garante de la «seguridad» y de la «estabilidad» de Argelia.

Protestas en Argelia

Estudiantes argelinos protestan contra la decisión del presidente del país, Abdelaziz Buteflika, de optar a un quinto mandato pese a su enfermedad.

Foto:

Mohamed Messara / EFE

Mientras tanto, Buteflika, que no se ha pronunciado sobre el llamado de los estudiantes, permanece en «amenaza vital permanente» según La Tribune de Genève, la oficina de prensa del Hospital Universitario de Ginebra, donde el presidente permanece interno desde el 24 de febrero debido a la degradación de su sistema neurológico.

Aunque no sufre ninguna enfermedad mortal, la nueva hospitalización del mandatario aumenta los rumores sobre su frágil estado de salud, debido a su avanzada edad y a las posibles secuelas de un derrame cerebral que sufrió en 2013.  

Además del presidente Buteflika, el conjunto de la casta dirigente es criticada en las pancartas o eslóganes de las protestas que aclaman: «Se han comido el país ¡son ladrones!», «Digan a los ladrones que no vamos a callarnos», «Ni estudios ni enseñanza hasta la caída del régimen».

Protestas en Argelia

Por tercer día consecutivo, los estudiantes de varias universidades se movilizaron en contra del gobierno actual.

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Mohamed Messara / EFE

Un profesor de una universidad de Bab Ezzouar, aseguró que la movilización era masiva y que «desde la huelga de estudiantes de 1980 no había visto nada igual». Dijo también que los maestros de universidades se pronunciarán dentro de poco sobre si ellos también se sumarán a la huelga.

Sin incidentes, estudiantes también se manifestaron en Orán, Constantina y Annaba, las tres ciudades más grandes del país por detrás de la capital, donde coreaban: «¡Buteflika, no habrá quinto mandato!». 

Buteflika

Buteflika llegando en su silla de ruedas a la ceremonia de juramento de su cargo como presidente de Argelia en 2014.

La candidatura de «Butef», como lo llaman de forma familiar, significaría un récord de estancia en el poder para el jefe de Estado argelino, que fue el ministro de Relaciones Exteriores más joven del mundo con 26 años.

Del joven carismático y gran orador que recuerdan los argelinos de aquella época, poco queda hoy en el silencioso mandatario que se moviliza con dificultad en silla de ruedas y que no realiza una presentación en público desde hace hace más de siete años. 

REDACCIÓN INTERNACIONAL
*Con información de AFP y EFE

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