Un tribunal francés condenó este jueves al arzobispo de Lyon, el cardenal Philippe
Barbarin, a seis meses de cárcel suspendida por haber encubierto los abusos sexuales cometidos por un cura de su diócesis, Bernard Preynat.
«He decidido ir a ver al Santo Padre para presentarle mi dimisión. Me recibirá dentro de unos días», dijo Barbarin tras la sentencia.
El arzobispo se convierte así en el religioso de más alto rango implicado en el escándalo de abusos sexuales a niños en el seno de la Iglesia Católica en Francia, y su caso se suma a los otros de altos prelados involucrados en crímenes de abuso sexual que en los últimos meses se encuentran en el escritorio del papa Francisco.
El religioso rechazó las acusaciones de haber encubierto al padre Preynat, que abusó de decenas de niños más de una década antes de su llegada a la diócesis de Lyon en 2002. Preynat ha admitido los abusos sexuales, según su abogado.
La fiscalía de Lyon había investigado previamente a Barbarin, pero abandonó la causa a mediados de 2016 sin ofrecer una explicación detallada. No obstante, una asociación de presuntas víctimas llamada La Parole Libérée (La Palabra Libre) recurrió a una cláusula de la ley francesa para obligar a que el cardenal fuera juzgado.
«Esto enviará un fuerte mensaje a la Iglesia y al Papa», dijo una víctima de abusos, Francois Devaux, tras celebrar el veredicto. El escándalo fue tratado por el cineasta François Ozon en la película «Grace A Dieu» («Por la Gracia de Dios»), que ganó el Oso de Plata en el Festival Internacional de Cine de Berlín el mes pasado.
«Independientemente de mi futuro personal, quiero reiterar toda mi compasión hacia las víctimas», añadió tras su renuncia en una breve declaración ante la prensa. En abril de 2016, poco después de que este caso saliera a la luz, Barbarin ya había presentado su dimisión al papa Francisco, pero éste la rechazó.
AFP y EFE