¿Cuáles son las dictaduras más nocivas que ha tenido América Latina?

A 30 años de la caída de Alfredo Strossner en Paraguay y Manuel Antonio Noriega en Panamá, así como los 60 años del derrocamiento de Fulgencio Batista en Cuba y la llegada de Fidel Castro al poder, cabe recordar cómo fue la segunda mitad del siglo XX para unos 15 países de América Latina que vivieron largos periodos de regímenes dictatoriales que respondieron, en buena medida, al afán estadounidense de desaparecer cualquier influencia “comunista” en el lado sur del continente americano.

Naciones como Cuba, Paraguay, Chile, Argentina y Panamá, entre otras, sufrieron la opresión de autócratas que dibujaron periodos de miedo cargados de presos políticos, violaciones de los derechos humanos, paramilitarismo, restricción de la libertad de prensa, represión de las libertades individuales. Sin embargo, como todo, entrados los años noventa, estos dictadores desaparecieron.

Fueron casi una veintena de países los que pasaron por las manos de estos nocivos personajes. De la región solo se salvaron países como Costa Rica, Jamaica, Belice, Estados Unidos y Canadá.

El listado es amplio y estos son solo algunos nombres: Aparicio Méndez (Uruguay),  Hugo Banzer (Bolivia), Juan Velasco Alvarado (Perú), Humberto Branco (Brasil), José Antonio Páez (Venezuela), Anastasio Somoza (Nicaragua), Tiburcio Carias Andino (Honduras), Carlos Castillo Armas (Guatemala), Porfirio Díaz (México), Francois Duvalier (Haití), Rafael Leonidas Trujillo (República Dominicana) y Gustavo Rojas Pinilla para la cuota de Colombia.

Aquí, un recuento de las dictaduras más nocivas para la región en las últimas décadas:

Cuba: Fulgencio Batista (1952-1959)

Fulgencio Batista

Dictador cubano

Foto:

Archivo Particular

En su primer mandato, Batista ocupó el cargo de presidente de Cuba tras ganar las elecciones de 1940. En sus años de gobierno respaldó, desde el otro lado del Atlántico, a las fuerzas aliadas (Reino Unido, Francia, Estados Unidos) que batallaban contra la Alemania Nazi de Hitler en la Segunda Guerra Mundial. En 1944 dejó el poder, cedió su lugar al mandatario Ramón Grau San Martín y viajó a EEUU.

Pasados ocho años, y dos periodos presidenciales que lo mantenían al margen del liderazgo de la isla,
Batista se presentó como candidato a los comicios de 1952. Tras ver que las encuestas lo relegaban al tercer lugar en la intención de voto, se tomó el poder a través de un golpe de Estado a cuatro meses de celebrar las elecciones.

En su segundo tramo presidencial Batista abolió la Constitución, encarceló a los opositores, reprimió las revueltas comunistas y se vinculó con negocios de prostitución y apuestas.

Pero a finales de diciembre de 1958, como decía el cantautor cubano Carlos Puebla: “llegó Fidel”.

El movimiento liderado por Fidel Castro y el médico argentino, Ernesto “El Che” Guevara, concretó una ofensiva contra el régimen de Fulgencio Batista, cuyo ejército cayó a manos de los rebeldes dirigidos por el revolucionario argentino en la batalla de Santa Clara.

Acorralado, Batista huyó de La Habana el 1 de enero de 1959 con una fortuna de varios millones de dólares. Primero llegó a República Dominicana, después fue a Portugal y finalmente se asentó en España, donde murió en 1973 a causa de un paro cardíaco a la edad de 72 años.

Paraguay: Alfredo Strossner (1954-1989)

Alfredo Strossner

Dictador paraguayo.

Foto:

Archivo Particular

Por más de 35 años Alfredo Strossner condujo a Paraguay con una administración de mano dura. Su mandato fue el segundo más largo en Latinoamérica (detrás de Fidel Castro) y el más extenso en el sur del continente.

Su dictadura, que recibe el nombre de ‘Stronato’, se caracterizó por la imposición de una ley marcial, la amonestación de rivales políticos, la brutal represión policial contra la ciudadanía y la presencia de numerosos escuadrones de la muerte en las calles.

Según la Comisión Verdad y Justicia de Paraguay, durante el régimen de Strossner se asesinaron unas 4.000 personas, 20.000 fueron torturadas y desaparecieron cerca de 420 activistas, comunistas y sindicalistas.

En el ‘Stronato’, el Parlamento paraguayo sucumbió a la sombra del dictador, se llevaron a cabo varias elecciones presidenciales fraudulentas en las que arrasó Strossner, bajo el ala del Partido Colorado. Para 1977 impulsó una modificación de la Constitución de Paraguay que permitió su reelección indefinida.

Valiéndose de su autoridad, y amparado por el músculo anticomunista estadounidense, Strossner dirigió a la nación guaraní hasta 1989.

Ese año fue derrocado por su hombre de confianza, Andrés Rodríguez Pedotti, lo que le obligó a exiliarse en Brasil. Allí vivió hasta su muerte en 2006 pese a las reiteradas peticiones de extradición por crímenes de lesa humanidad.

Chile: Augusto Pinochet (1974- 1990)

Augusto Pinochet

Pinochet es recordado por lanzar frases como: “Yo no conozco eso de los derechos humanos. ¿Qué es eso?”

El 11 de septiembre de 1973 el entonces general Augusto Pinochet, junto a un grupo de miembros de las fuerzas armadas, ejecutaron un golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende.

Desde entonces, y por un período de 17 años, Pinochet se ancló en una administración que utilizó la violencia como su primer arma de coerción. Las cifras oficiales indican que la dictadura de Pinochet dejó más de 3.200 muertos, entre los que se cuentan 1.192 individuos desaparecidos.

El régimen militar además torturó a más de 38.000 personas, una de ellas la expresidenta chilena, Michelle Bachelet, actual alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. A pesar de la brutal represión, el gobierno de Pinochet consiguió un alto desarrollo económico en Chile.

Recordado por lanzar frases como: “Yo no conozco eso de los derechos humanos. ¿Qué es eso?”, Pinochet proscribió a los partidos políticos y disolvió al Congreso Nacional, pero tras un plebiscito celebrado en 1988 en el que se impuso el «No» con el 56% de los sufragios, el tirano fue derrotado.

Desde que entregó la posta presidencial en 1990, Pinochet se benefició de una ley de amnistía. En 1998 fue detenido en Londres, Reino Unido, acusado de genocidio. Para el 2000 perdió su fuero parlamentario y en el 2004 un juez determinó que el exmilitar era médicamente apto para enfrentar un juicio, por lo que fue puesto bajo arresto domiciliario.

En 2006, mientras aún había 300 cargos fiscales en su contra, murió por deficiencias cardíacas.

Argentina: Jorge Rafael Videla (1976-1981)

Jorge Rafael Videla

Dictador argentino

Videla lideró la junta militar que gobernó a Argentina durante la dictadura denominada ‘Proceso de Reorganización Nacional’, la cual se desintegró en 1983.

‘El Proceso’, compuesto por cuatro juntas militares sucesivas -integradas por tres oficiales de cada fuerza- que elegían un presidente con funciones ejecutivas y legislativas, es recordado por marcar una época de miles de desapariciones forzadas, asesinatos de civiles y la quema de libros en la recordada “Operación Claridad”, una purga de opositores en toda el área cultural.

En este orden de ideas, Videla propició un gobierno que disgregó a los partidos políticos e inició una disputa fronteriza con Chile que por poco desemboca en una guerra entre ambas naciones.

Con Raúl Alfonsín a cargo del primer gobierno democrático después del régimen militar, Videla fue condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad.

En 1990, el presidente Carlos Menem lo indultó junto a varios integrantes de las juntas militares, pero ocho años después fue detenido por la causa de apropiación de menores y estuvo en prisión domiciliaria hasta 2008, año en el que perdió este beneficio.

Videla falleció en prisión en 2013 a los 87 años de edad.

Panamá: Manuel Antonio Noriega (1983-1989)

Exdictador Manuel Noriega

Noriega fue un temido dictador panameño, muy valorado agente de la CIA, que cayó en desgracia después de ser acusado de narcotráfico y derrocado por una invasión de Estados Unidos.

Foto:

Ángel Murillo / AFP

Simon Tisdall, columnista de The Guardian, cuenta que “Cara de Piña”, como el expresidente de EEUU, George H. W. Bush, llamaba al dictador de Panamá, Manuel Noriega, habría ayudado a detener la influencia de Cuba y de la Unión Soviética en Latinoamérica.

Esta fue una de las tantas labores que el general panameño habría llevado a cabo bajo las órdenes de la CIA, antes de que el gobierno de Estados Unidos ordenara la invasión militar del país centroamericano en 1989.

El otrora “hombre fuerte de Panamá” sumió a su país en una grave crisis económica, política y social durante sus seis años de mandato.

Entre su historial criminal destaca la relación con ‘El Cartel de Medellín’. Según contó el exteniente coronel Luis del Cid, quien fuera guardaespaldas por más de 25 años de Noriega, el dictador panameño hizo su primer contacto con Pablo Escobar en 1981. Después fueron socios.

El 20 de diciembre de 1989, por orden de George H. W. Bush, se llevó a cabo la operación “Causa Justa”, en la que fueron desplegados 27.000 soldados en Panamá que lograron, en 14 días, la entrega del general Noriega.

Organizaciones de derechos humanos ubican en 3.000 la cifra de muertos que produjo dicha operación.

Noriega, como recuerda el magister en Teoría y Crítica de la Cultura de la Universidad Carlos III de Madrid, Santiago Peña, tuvo una relación recíproca de complicidad y traición con Estados Unidos, país que finalmente lo llevó a prisión después de ser procesado y condenado a 40 años de cárcel por cargos de tráfico de cocaína, crimen organizado y blanqueo de dinero.

Finalmente, Noriega fue extraditado a Francia para ser juzgado por lavado de dinero del narcotráfico. En el país europeo fue penado a siete años y encarcelado en la parisina Prisión de La Santé.

En diciembre del 2011 fue extraditado a Panamá. Seis años después falleció como consecuencia de un tumor cerebral.

Redacción APP
*Con información de Anadolu

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