Un nuevo estudio del Banco Mundial revelado en Honduras asegura que los afrodescendientes de América Latina han logrado importantes avances en la reducción de su pobreza, pero aún queda mucho por hacer para alcanzar su inclusión social y económica en sus países respectivos.
Otro panorama es el que presenta para el caso de Colombia Arturo Grueso Bonilla, líder afrocolombiano Babalawo, educador de la Corporación de Educación e Investigación Intercultural para los Pueblos (CEIP) y magíster en filosofía.
«En Colombia no es tan cierta esta aseveración puesto que el país está pasando por un período de regresión a la época de la violencia, lo que ha agudizado el conflicto en territorios donde habitan las comunidades afro como Buenaventura, Tumaco y Chocó», dijo a la Redacción APP Grueso, quien añade que es un hecho histórico que en territorios donde existe mayor concentración de afros es donde más se ha buscado la guerra.
El informe, presentado en el puerto caribeño de La Ceiba, fue elaborado con base en censos de 2015 en 16 países y establece que América Latina tiene alrededor de 133 millones de afrodescendientes, cerca del 24 por ciento de su población total.
Y es que la llegada de esta población está asociada a uno de los capítulos más oscuros de la historia latinoamericana: «la esclavitud y su trágico legado de exclusión social», señala también el documento.
Según el estudio, la región ha logrado un enorme progreso en la reducción de esa exclusión y de las desigualdades durante las últimas dos décadas, al incluir variables etno-raciales en diversas herramientas.
«El informe puede aplicar en un panorama general, pues hoy en día existen más acuerdos internacionales y leyes que protegen a las comunidades negras, pero muchos de estos objetivos no se logran materializar debido a contextos difíciles. Pero, es muy difícil hablar de avances en territorios como el norte del Cauca y el Sur del Pacífico cunado a las comunidades negras les están violando todos los derechos, empezando por el más intocable que es el derecho a la vida. Es que no nos reconocen, por eso los afro nos sentimos como extranjeros dentro del país», explica el líder.
Sin embargo, según el informe, como producto de esos esfuerzos, entre 2005 y 2015, más del 50 por ciento de los hogares afrodescendientes que vivían con menos de 5,5 dólares al día per cápita salieron de la pobreza en Brasil y Uruguay, mientras que más de 20 por ciento lo hicieron en Ecuador y Perú.
«El caso de Brasil, por ejemplo, es una muestra más de esa regresión de la que estoy hablando. Hoy en día tienen un presidente -Jair Bolsonaro- que no propende por el bienestar de las comunidades afro y que por el contrario ha demostrado ser racista y xenófobo».
Más de 91 por ciento de los pobladores de origen africano están en Brasil y Venezuela, con 105 millones, y 7 por ciento en Colombia, Cuba, Ecuador y México. Los restantes están en República Dominicana, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Uruguay y otros países.
«Afrontar las causas de la discriminación estructural es fundamental para combatir la injusticia y crear oportunidades para todos», afirmó Jorge Familiar, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, al comentar el informe.
Por su parte, la directora del Banco Mundial para Centroamérica, la senegalesa Seynabou Sakho, dijo que el estudio es un esfuerzo para que los Estados y la sociedad civil «puedan juntar su voz y generar este nivel de urgencia y de presión» para disminuir la desigualdad de las poblaciones afrodescendientes.
Situaciones por enfrentar
Según denuncia Grueso Bonila, «una de las prioridades para el gobierno debe ser la de garantizar a las comunidades afro el derecho a un territorio porque ello implica también el derecho a la vida, al desarrollo de la cultura y su conservación».
«Además, aunque hoy desaparecipo la figura jurídica como tal de la esclavitud, sí podemos ver indicios de esclavización. Todavía existe muchísima desigualdad en el país y puede decirse que se concentra en su mayoría en los pueblos afro», asegura.
De igual forma, Arturo menciona las precarias condiciones en las que deben crecer los niños afro, quienes están pagando los platos rotos de la inasistencia del Gobierno hacia las poblaciones. «Nuestras tasas de desescolarización son altísimas porque no tenemos las condiciones mínimas para que los niños asistan a las escuelas: no hay comida, no hay libros, no hay nada».
Los afros nos sentimos como extranjeros en Colombia
Cabe aclarar que lo que sucede hoy en día con la comunidad afro en Colombia no es una situación aislada a lo que sucede en el resto del mundo. «En cualquier lugar del mapa que se escoja, en cualquier punto, los lugares donde más índices de pobreza hay, ahí siempre están las comunidades negras», menciona con tristeza Grueso.
No menos importante es la guerra que ha permeado los rincones del país donde se han asentado los afro, y que ha casusado el desplazamineto masivo de personas a lo largo del territorio nacional. «Por ejemplo, en el Pacífico, más o menos se calcula que desde hace 10 años se ha desplazado más o menos el 40 por ciento de la población», finaliza.
Sumado a lo anterior, también entra el creciente número de asesinatos a líderes sociales, de los cuales un buen porcentaje corresponde a líderes y lideresas afro. Además de las situaciones de discriminación que, según la Fiscalía, siguen prevaleciendo en las ciudades. Al año, por ejemplo, se reciben más de 100 denuncias por actos discriminatorios.
Redacción APP
Con información de AFP