La justicia internacional determinó cadena perpetua contra el exlíder de los serbios de Bosnia Radovan Karadzic. Los jueces en La Haya, que ya lo habían condenado en 2016 a 40 años de prisión por cometer genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra durante la guerra de Bosnia (1992-1995), reconsideraron imponerle «sentencia de prisión de por vida».
Karadzic, de 73 años, fue juzgado por su responsabilidad en el asedio de Sarajevo y la masacre de Srebrenica en 1995, la peor cometida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. También fue culpado por el desplazamiento de poblaciones con criterios étnicos en varias ciudades del país.
«Este es un veredicto histórico para la justicia. Si Karadzic no obtiene lo que se merece, eso supondrá que no hay justicia en este mundo y que es posible cometer crímenes sin arriesgarse a las sanciones», dijo antes de conocer el veredicto Munira Subasic, presidenta de la asociación Las Madres de Srebrenica y quien perdió a su esposo y a su hijo de 16 años.
Karadzic, expresidente de la entidad de los serbios de Bosnia, la Republika Srpska,
fue condenado por persecuciones, asesinatos, violaciones, tratos inhumanos o transferencias forzadas durante el asedio de casi cuatro años en la capital bosniaca, Sarajevo.
Su abogado, Peter Robinson, declaró que Karadzic «cree profundamente que la decisión del tribunal es errónea y está dictada por un juicio injusto».
En 2016, el llamado «carnicero de Bosnia», ya había sido condenado por La Haya a
40 años de prisión por 10 cargos, entre ellos, el genocidio de Srebrenica (este de Bosnia), en el que murieron casi 8.000 hombres y jóvenes musulmanes. Sobrevivientes de esta masacre fueron los principales en solicitar a la justicia internacional su cadena perpetua.
El exlider y psiquiatra de profesión, al que muchos compatriotas siguen considerando un «héroe», apeló 50 puntos de su primera condena y denunció un «juicio político».
Tras la muerte del expresidente serbio Slobodan Milosevic en 2006, Karadzic es el más alto responsable que tiene que rendir cuentas por la guerra en Bosnia, donde más de 100.000 personas murieron y 2,2 millones quedaron sin hogar debido a los combates entre musulmanes, serbios y croatas, entre 1992 y 1995.
De acuerdo con Izabela Kisic, directora ejecutiva del Comité de Helsinki para los derechos humanos en Serbia, aún con el veredicto de cadena perpetua, el gobierno podría rechazarlo. «Desde hace mucho tiempo Serbia niega los crímenes de guerra y su visión sobre la guerra en Bosnia no cambió», dijo.
Kisic consideró también que la situación «se deterioró considerablemente» en Bosnia, cuando el gobierno de la Republika Srpska anuló el año pasado un informe de 2004 sobre los asesinatos y montó una nueva comisión para investigar sobre esos crímenes.
Por esta razón, Karadzic, detenido desde hace once años, estaba «tranquilo» antes del veredicto, según declaró este miércoles su hermano Luka, citado por el periódico de Belgrado Vecernje Novosti. «Hablé con Radovan hace dos, tres días. Se siente bien, piensa que se hará justicia», dijo.
La decisión de la justicia internacional de imponer cadena perpetua a Karadzic será una de las últimas en el marco del conflictivo desmoronamiento de la antigua Yugoslavia, tras la caída del comunismo, en 1991.
Redacción internacional
*Con información de EFE y AFP