Europa recorta prórroga del ‘brexit’ y pone a May contra las cuerdas

El Reino Unido tendrá su prórroga para salir de la Unión Europea (UE) y una última oportunidad para evitar un ‘brexit’ a lo bruto que pondría de rodillas su economía y su lugar en el mundo. Pero ese aplazamiento será con las condiciones y plazos que los dirigentes europeos establecieron este jueves en Bruselas tras escuchar durante hora y media a la primera ministra británica Theresa May.

Los otros 27 mandatarios ultimaban un calendario que para Londres será un calvario. La UE adelanta del 30 de junio que había pedido May al 22 de mayo la fecha del ‘brexit’. Se trata de ponerla antes de las elecciones europeas del 26 de mayo. Esa prórroga está condicionada a que la próxima semana el Parlamento británico apruebe el acuerdo que su gobierno alcanzó a finales de 2018 con la UE y que esos mismos diputados ya rechazaron dos veces.

Si el acuerdo es rechazado por tercera vez por la Cámara de los Comunes, la prórroga se adelantará aún más, hasta el 12 de abril. La víspera, el día 11, el gobierno británico tendrá que notificar a Bruselas si organizará las elecciones europeas en su territorio. Si lo hace deberá pedir una prórroga larga, que podría irse hasta el 31 de diciembre o incluso a 2020. Si Londres anuncia que no habrá elecciones europeas en territorio británico, el día 12 de abril el Reino Unido saldrá de la UE sin acuerdos. El salto al vacío sigue así siendo una opción abierta.

El borrador de conclusiones de la cumbre, que EL TIEMPO  pudo consultar en la noche del jueves mientras seguían debatiendo los mandatarios, recuerda además a May que cualquier promesa que haga a sus diputados para que le acepten el acuerdo debe ser compatible, en la letra y el espíritu, con lo que negoció con la UE.

Fuentes diplomáticas explicaron este jueves que muchos dirigentes preguntaron a May cuáles eran sus planes si el Parlamento británico vuelve a rechazar el acuerdo.La premier no respondió. May, según esas fuentes, dio la impresión de no tener ningún plan.

Los europeos esperan ahora que May vuelva a poner a votación ese acuerdo para que el Reino Unido salga de la UE el 22 de mayo de forma ordenada. Si lo logra, May acabará la agonía. Si no, el ‘brexit’ irá a un cajón y Bruselas esperará a la dimisión de May, elecciones anticipadas en el Reino Unido o incluso a la celebración de un segundo referéndum.

Londres gana tiempo ante la incapacidad de su Parlamento de decidir cómo salir de la UE sin poner de rodillas a su país. May toma aire aunque los europeos le marcaron en la noche del jueves el camino y la dejaron sin apenas alternativas.

Participar en las elecciones europeas y aplazar ‘sine die’ el Brexit sería la opción más dramática para los eurófobos que impulsaron el ‘brexit’ y podría provocar una crisis constitucional sin precedentes en el Reino Unido: anular todo el proceso y permanecer en el bloque. El Tribunal de Justicia de la UE ya dictaminó que esa opción está abierta hasta el último día y que es competencia exclusiva de Londres, sin que los demás gobiernos puedan bloquearla.

El primer ministro irlandés Leo Varadkar (su país sería el más perjudicado por un ‘brexit’ duro) se encargó este jueves de explicar a los diputados británicos que son ellos quienes tienen la última palabra y apuntó a esa posibilidad de revocar el proceso: “un ´brexit´ sin acuerdo sería una elección británica porque el gobierno británico todavía tiene la opción de revocarlo. No necesita permiso (europeo) para hacerlo, así que si llegamos al ‘Brexit’ sin acuerdo será por decisión británica”.

Varadkar es la némesis de los conservadores británicos eurófobos. Hijo de inmigrantes, homosexual y ateo, su figura ha crecido en esta crisis al haber conseguido que todos los dirigentes europeos defiendan los intereses de la pequeña Irlanda
frente a los infructuosos intentos de Londres de negociar de forma bilateral con Dublín.

La presión a los diputados británicos no es sólo europea. El mundo económico inglés empieza a ponerse nervioso. El Banco de Inglaterra repitió este jueves que un ‘brexit’ sin acuerdo provocaría un duro impacto. En una carta a May, un grupo de líderes empresariales y sindicales advirtieron que el país se enfrentaría a una “emergencia nacional” si llega a salir de la UE de forma desordenada.

Idafe Martín Pérez 
Para EL TIEMPO 
Bruselas ​

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