Los últimos cartuchos de Theresa May para controlar el ‘brexit’

El Parlamento británico aprobó una iniciativa que le permitirá influir en la dirección que debe tomar el proceso del ‘brexit‘ (salida de la Unión Europea), después de que la primera ministra Theresa May reconoció que aún carece del apoyo “suficiente” para su acuerdo de salida.

La Cámara de los Comunes aprobó una enmienda que otorga a los diputados el control de la agenda de debates del miércoles, aunque temporalmente y sin carácter vinculante.

Londres dijo que la medida significaba un “peligroso precedente”. “Es decepcionante ver que esta enmienda ha sido aprobada”, reaccionó el gobierno.

Y para complicar las cosas, tres secretarios de Estado del gobierno renunciaron por su desacuerdo con la estrategia de Theresa May sobre el ‘brexit’.

Los secretarios que renunciaron son Alister Burt (Relaciones Exteriores), Steve Brine (Salud), según informó una fuente de gobierno a la AFP, y Richard Harrington (Industria), quien anunció su decisión en Twitter.

Así, los británicos se enfrentan a la crisis política más seria de su historia desde la Segunda Guerra Mundial, ante la puja de poderes entre el gobierno de la primera ministra Theresa May y los miembros del Parlamento.

“He llegado a la conclusión de que tal como están las cosas, todavía no hay suficiente apoyo en la casa (Cámara de los Comunes) para recuperar el acuerdo para un tercer voto significativo”, admitió May mientras informaba a los parlamentarios sobre la cumbre del Consejo Europeo de la semana pasada, que aceptó una prórroga condicionada del brexit que debía cumplirse este viernes 29 de marzo.

La mandataria seguirá buscando la aprobación a su plan y ponerlo a votación el viernes.

Desde Bruselas, la UE dio la fecha del 12 de abril como nuevo plazo de salida, previa aprobación parlamentaria. Si no hay un acuerdo, Bruselas fijó el 22 de mayo para la salida, un día antes de que se den las elecciones del Parlamento Europeo, del cual no se espera la participación británica a menos que acepte una extensión de largo plazo del ‘brexit’ y el pago de 100.000 millones de euros.

“Esto es una vergüenza nacional”, alegó el jefe de la oposición, Jeremy Corbyn, quien insistió en que May renuncie y se convoquen a nuevas elecciones generales en Reino Unido.

En la mesa están una salida sin acuerdo, que podría paralizar el comercio y la economía británica; una revuelta parlamentaria y la posible renuncia de la primera ministra y llamado a nuevas elecciones; y tercero, que se aplace el ‘brexit’ hasta el 2020 o ‘brexit lento’, según la propia gobernante.

El complot

En los pasillos del Palacio de Westminster, sede parlamentaria, se hablaba de un complot entre 11 copartidarios conservadores que pedirían la renuncia de la premier británica.

Los rumores conspirativos hablan de exigir la dimisión de May en menos diez días, paran gestionar una solución pragmática al punto muerto del ‘brexit’.

Esto será un caos.

Entre los nombres que circulaban para reemplazar a la mandataria, se barajaban  figuras como a de los ministros de Ambiente, Michael Gove, y del brexit, David Lidington, así como los ex miembros del gabinete Dominic Raab, Iain Duncan Smith, Steve Baker, así como el Chief Whip (líder parlamentario) Julian Smith.

Ya las autoridades aduaneras británica trataban ayer de evaluar los posibles efectos de un bloqueo fronterizo, que repercutiría en las relaciones comerciales con el bloque europeo.

“Esto será un caos”, advertía Matheus Cox, un camionero escoces, al comentar que pese a los dos años y medios de preparaciones no hay un plan concreto para facilitar el tráfico de bienes entre el Reino Unido y Europa.

María Victoria Cristancho
Para EL TIEMPO
Londres
Twitter: @mavicristancho

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