Libia, el país que desde la muerte del dictador Muammar Gadafi en el 2011 no ha conocido un minuto de paz, está a punto de entrar en un conflicto interno generalizado por la ofensiva del controvertido mariscal Haftar.
¿Por qué Libia está a punto de una guerra abierta?
Libia ha estado sumida en el caos desde el derrocamiento y asesinato del dictador Muamar Gadafi en 2011, que abrió el camino a la lucha entre dos gobiernos paralelos en este país petrolero. Esta semana el ejército del mariscal Jalifa Haftar, que controla el este, lanzó una ofensiva sobre Tripoli (oeste), donde tiene su asiento el gobierno de Fayez al Sarraj, reconocido internacionalmente.
¿Es decir que dos gobiernos paralelos se disputan el poder?
Así es. El gobierno sostenido por la ONU en Trípoli, que apenas controla la capital y algunas zonas del oeste. El otro está asentado en la ciudad oriental de Tobruk, tutelado por el controvertido mariscal, que según cálculos domina cerca de 70 por ciento del territorio.
¿Es decir, que si conquista Trípoli, el mariscal Haftar se haría con casi todo el país?
Así es, pero, según fuentes sobre el terreno, el control de Haftar no es total sobre la zona que se dice está bajo su tutela. Pero hay un elemento clave: en febrero de este año, Haftar extendió su influencia sobre las grandes ciudades del sur y de los yacimientos petroleros occidentales de Al Sharara y Al Fil, esenciales para la supervivencia económica y energética de la capital.
¿Quién es jalifa Haftar?
Es un exmiembro de la cúpula militar que en 1969 aupó al poder a Al Gadafi, pero que dos décadas después, y reclutado por la CIA, se convirtió en su principal opositor en el exilio. Con el tiempo fue clave en la derrota de las fuerzas islamistas que combatieron en Libia, pero ahora se quiere hacer con el poder frente al gobierno que es apoyado por la ONU y Estados Unidos.
¿Cuáles países apoyan a Haftar?
Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí lo apoyan y arman. Y bueno, Rusia, como contrapeso geopolítico de Estados Unidos, bloqueó el domingo una declaración del Consejo de Seguridad en la que llamaba a las fuerzas leales al comandante Haftar a detener su avance sobre Trípoli.
¿Por qué atacar Trípoli?
Amparado por sus éxitos militares en el este y sur libios, el mariscal Haftar -que dice controlar la mayor parte del país- considera que una «conferencia nacional es un foro en el que los actores deben mostrarse dispuestos a aceptar su supremacía absoluta» opina Jalel Harchaui, investigador del instituto Clingendael de La Haya.
Además, Haftar se siente alentado por el «silencio de la comunidad internacional ante sus precedentes operaciones (…) de expansión en el sur», donde cerró alianzas tribales para extender su influencia, afirma Tarek Megerisi, analista del Consejo europeo para las relaciones internacionales.
¿Puede conquistar Tripoli?
Para algunos expertos, el mariscal sobreestima sus fuerzas al contar con un derrumbe de los grupos armados tripolitanos que defienden al gobierno de Trípoli. El mariscal Haftar «no es capaz de ganar rápidamente la batalla de Trípoli», opina el analista libio Farhat Aseid. «Haftar no es tan fuerte como pretende, y no puede aportar estabilidad a Libia» estima a su vez Megerisi.
¿Tiene Haftar un verdadero ejército?
Para este analista, pese a la eficaz maquinaria de propaganda, el mariscal libio «no controla un ejército en el sentido tradicional del término».
El ENL que ha proclamado Haftar «es una frágil alianza entre diversas milicias con intereses tribales, religiosos y locales en torno a un núcleo de fuerzas más tradicionales, muchas de ellas implicadas con elementos salafistas», agrega Megerisi.
«Desde un punto de vista institucional, histórico y de neutralidad tribal, es imposible de momento afirmar que Haftar tenga motivos para presentar a su coalición como un ejército con una disciplina y una cadena de mandos claras» asegura a su vez Harchaui. Tal como ya lo hiciera en su ofensiva en el sur del país, Haftar ha intentado cerrar alianzas con tribus y grupos armados en el sur de la capital, donde están posicionados su combatientes.
«Haftar está en medida de tomar la capital si cumple con una condición: establecer alianzas fuertes y eficaces con ciertos grupos armados en Trípoli», que permitirían a sus combatientes entrar a la ciudad, afirma Ahmad al Mesalati, profesor de Ciencias políticas de la universidad de Zawiya.
Redacción Internacional
* Con AFP, Efe, Reuters