Lo que en principio se pensó que era un comentario aislado del presidente de EE. UU., Donald Trump, sobre la preocupación que hay por el aumento de los cultivos de coca y del mercado de la droga hacia su país, este miércoles tomó otros ribetes cuando el mandatario volvió a criticar con dureza a Colombia (ya lo había hecho a fines de marzo), pero le añadió una nueva acusación: que nuestro país está enviando a propósito a sus criminales a EE. UU., junto con Honduras, Guatemala y El Salvador.
Lo hizo durante un acto de recaudación de fondos para su campaña electoral en San Antonio, Texas: “El negocio de las drogas ha crecido un 50 por ciento (…) No tengo dudas de que Honduras, Guatemala, El Salvador y Colombia (…) los están mandando (criminales) a EE. UU. porque no los quieren, porque creen que la gente de EE. UU. es estúpida y los reciben”, dijo el mandatario. Y continuó: “Están mandando a verdaderos asesinos porque no quieren a las pandillas”, subrayó.
Trump no especificó de dónde sacó el dato del aumento del 50 por ciento del tráfico de droga, pero es la primera vez que engloba a Colombia en lo que él considera una campaña deliberada de los países del Triángulo Norte de Centroamérica para enviar a pandilleros y criminales a EE. UU. de forma irregular.
“(Los que vienen de) Colombia, Guatemala y Honduras son gente mucho más dura, son más peligrosos. Esos países están enviando a los más duros”, aseguró Trump.
La arremetida contra Colombia sorprendió a analistas, pues en Washington se considera que Colombia es el principal aliado hemisférico, en particular, en el apoyo a la búsqueda de salidas para Venezuela.
Pero también se advierte que Trump está en campaña para su reelección y que, en ese escenario, poner su dedo acusador sobre la responsabilidad colombiana en el narcotráfico o sobre la inmigración desde los países del triángulo norte centroamericano le traerá enormes dividendos al momento de las votaciones.
A finales de marzo, Trump ya había dicho: “Hay un nuevo presidente en Colombia. Es buena persona, lo conocí. Lo recibimos en la Casa Blanca y dijo que iba a frenar el asunto de las drogas, pero ahora están saliendo más drogas de Colombia que antes de que fuera presidente. Es decir, que no ha hecho nada por nosotros”.
(Los que vienen de) Colombia, Guatemala y Honduras son gente mucho más dura, son más peligrosos. Esos países están enviando a los más duros.
Los analistas observan que Centroamérica y Colombia podrían estarse convirtiendo en un campo de pruebas para la aspiración reeleccionista de Trump, cuando apenas arrancan los motores de la campaña para las elecciones del 2020.
Al respecto, Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, le dijo a EL TIEMPO que la única explicación sobre la postura del presidente estadounidense es que él “ha entrado en esa lógica” de campaña y que “esos son los temas que a su base le gusta escuchar”.
El experto aseguró que ahora “Colombia es un chivo expiatorio” y que todo lo que se ha hablado de este país como aliado “se pierde de vista”. “Es una vergüenza. Colombia es el mejor aliado de EE. UU. y en el tema de Venezuela ha hecho mucho”, agregó Shifter, que recordó en una columna en ‘The New York Times’, que en la campaña del 2016 cuatro asuntos se convirtieron en claves para Trump y que ahora están tomando relevancia en una “estrategia electoral paralela: apelaciones a su base política nacional sobre inmigración, drogas y comercio, y una apuesta dura dirigida al sur de la Florida, sobre Cuba y Venezuela”.
Además, Shifter le dijo a este diario que las declaraciones del mandatario de EE. UU. no son “oportunas” para la visita que hará el domingo a Cúcuta el secretario de Estado, Mike Pompeo, quien “va a tener que tranquilizar al Gobierno colombiano”.
El presidente de Diálogo Interamericano, con sede en Washington, dijo que Colombia es fundamental para la política de Estados Unidos frente a Venezuela y estas palabras no ayudan. «No se puede llevar a cabo esa política sin la ayuda de Colombia. Ha sido un socio. Esto lamentablemente podría generar inquietudes y desconfianzas del gobierno colombiano. Trump se olvida o deja de lado la alianza con Venezuela y trae lo que le interesa a nivel personal para la reelección», aseguró.
Poco después de conocida la noticia, el expresidente colombiano Álvaro Uribe reaccionó: “Expresamos preocupación de estas reiteradas declaraciones del presidente Trump. Colombia y EE. UU. han sido unos aliados naturales y leales de la lucha contra el narcotráfico. EE. UU. no encuentra en el mundo un mejor aliado para luchar contra el crimen que el gobierno del doctor Iván Duque en Colombia (…) Yo quiero, con toda sinceridad, decir lo siguiente: estas 209.000 hectáreas de droga en parte aparecen también por el apoyo de los EE. UU. a ese acuerdo de impunidad a las Farc, que lo dio la administración Obama (…) Yo creo que todos esos esfuerzos del presidente Duque merecen es más apoyo de los EE. UU.”.
Trump y el Congreso estadounidense han expresado reiteradamente su preocupación por el auge en los cultivos de coca, que en 2017 crecieron un 17 por ciento y alcanzaron un récord de 171.000 hectáreas, 25.000 más que en 2016, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Están mandando a verdaderos asesinos porque no quieren a las pandillas.
En 2017, Trump amenazó con poner a Colombia en una lista negra que podría llevar a la reducción de ayuda económica, pero luego firmó un acuerdo con ese país para que rebaje su producción estimada de cocaína y sus cultivos de coca en un 50 por ciento para 2023.
Al recibir a Duque en la Casa Blanca, en febrero pasado, Trump insinuó que Colombia va atrasada en la erradicación de cultivos de coca, pero confió en que pueda ponerse al día “en un futuro cercano”.
Cancillería responde
El canciller Carlos Holmes Trujillo salió en defensa del gobierno colombiano tras las críticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre drogas y criminales.
Ante esto el Canciller aseguró que «el presidente Trump conoce los inmensos esfuerzos que ha hecho el presidente Duque desde el inicio de su Gobierno y sabe que la única manera de combatir eficazmente el problema mundial de las drogas es actuando conjuntamente contra la producción, la transformación, el consumo, el desvío de precursores químicos, el lavado de activos, el contrabando de armas y los otros eslabones de la cadena criminal«.
El jefe de la cartera de Relaciones Exteriores sustentó el esfuerzo del Gobierno con los resultados de erradicación e incautaciones, tal como lo hizo hace unas semanas, cuando Trump cuestionó la labor de Duque para luchar contra las drogas.
De acuerdo con el Canciller, el programa de sustitución de cultivos ilícitos pasó de cubrir 50 mil hectáreas en 2017 a 85 mil hectáreas en 2018; la incautación de marihuana pasó de 197 a 250 toneladas y la de cocaína, de 390 a 450 toneladas; en 2017 fueron destruidos 3.434 laboratorios de base de coca y cocaína, y en 2018, 4.174; el Gobierno de Colombia incautó el equivalente a 227 toneladas de clorhidrato de cocaína (206 toneladas de cocaína, 21 toneladas de base y pasta de coca).
Estas incautaciones, explicó Trujillo, significan pérdidas para las organizaciones narcotraficantes por aproximadamente 6.700 millones de dólares.
«Colombia seguirá trabajando, de manera decidida con los Estados Unidos, cuyo apoyo bipartidista al esfuerzo colombiano siempre ha sido fundamental», concluyó el Canciller.