A pesar de que las fuerzas armadas de Sudán derrocaron a Omar al Bashir, quien manejó el país con mano de hierro desde hace 30 años, el pueblo ha manifestado su inconformismo con la junta militar que ellos mismos nombraron de manera interina por dos años.
Por eso, no obstante la salida del dictador de la empobrecida nación africana, el pueblo expresó su negativa a seguir siendo gobernado por militares, así sea de manera transitoria.
Estados Unidos y la Unión Europea instaron a los militares a integrar a civiles en la transición. El teniente general Awad Ibnouf, hasta ahora ministro de Defensa, prestó juramento como líder de esta instancia.
Al mismo tiempo, miles de sudaneses se manifestaban ante el cuartel general de las fuerzas armadas, ignorando el toque de queda nocturno impuesto por el ejército. Los manifestantes cantaban su eslogan ‘¡Paz! ¡Justicia! ¡Libertad!’, mientras llenaban el extenso complejo de Jartum por sexta noche consecutiva.Awad Ibnouf anunció la suspensión de la Constitución de 2005, el cierre de las fronteras y del espacio aéreo y el estado de emergencia en todo el país.
Omar al Bashir, de 75 años, desde hace 10 años se enfrenta a dos órdenes de arresto de la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra contra la humanidad y genocidio en la provincia de Darfur.
El ministro de Defensa sudanés añadió que el consejo militar declaró un cese del fuego nacional, que incluye la zona en guerra de Darfur, el estado de Nilo Azul y el estado de Korforán del Sur, donde el gobierno combate minorías étnicas rebeldes.
AFP