Ataques de Trump a Duque y Colombia van a empeorar

Por segunda vez en menos de dos semanas el presidente Donald Trump la emprendió el miércoles contra el gobierno de Iván Duque, al que acusa de no hacer lo suficiente en la lucha contra las drogas. Esta vez fue un paso más allá al indicar que Colombia, además, estaría enviando a delincuentes a través de la frontera.

Para ahondar en el tema y explorar sus causas, EL TIEMPO conversó con Dan Restrepo, exasesor de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental durante la administración de Barack Obama.

¿Cuál es su lectura del nuevo ataque de Trump contra el presidente Iván Duque?

Que son muy malas noticias porque Colombia, al parecer, se ha convertido en parte del discurso nacionalista racista o nativista de Trump, y cuando él decide que eres unos de los malos de la película va a seguir utilizándote.

Los hechos y la realidad no tienen nada que ver. Es algo parecido a lo que viene sucediendo con México desde hace cuatro años. No hay nada que el país pueda hacer para cambiar esa narrativa.

¿Pero con qué objetivo?

Es un tema puramente electoral que alimenta y entusiasma a su base. Encaja en la misma retórica del muro y del debate migratorio que viene usando desde hace cuatro años. Y lo peor es que se irá incrementando entre ahora y las elecciones de noviembre del 2020.

Todos sabemos que el aumento de la producción de drogas es alarmante. Pero se pensó que por Duque llevar tan poco en la presidencia y ante lo estratégica que es la alianza entre Colombia y EE. UU. en el tema de Venezuela, Trump evitaría este tipo de comentarios. ¿Es eso equivocado?

Pensar que lo de Venezuela iba a proteger a Colombia es no conocer a Trump. El fundamento de su proyecto político es el nacionalismo racista. Su retórica antiinmigrante es esencial en su discurso y por eso cuando él mira la región lo que ve es esto. Venezuela le importa, pero en la lógica de Donald Trump es posible castigar a Colombia y a su vez procurar una alianza estratégica. Para Trump es irrelevante esa alianza estratégica mientras le sirva como arma política para sus objetivos.

Pero de dónde estará sacando Trump sus estadísticas. No es lógico pensar que los cultivos crecieron en un 50 por ciento desde la llegada de Duque.

En algún momento alguien debió decirle que los cultivos han crecido, lo cual es cierto, pero probablemente simplificaron mucho el problema al explicárselo. El problema es que con Trump la lógica no sirve. Este no es un presidente normal. Vive diciendo cosas que no son ciertas y sin fundamentos. Acaba de decir que por primera vez en décadas México está haciendo algo para frenar la inmigración de centroamericanos. Pero desde el 2014 este país ha deportado a más centroamericanos que la misma EE. UU. Pensar que Trump va a pensar con lógica y va a tener en cuenta todos estos elementos estratégicos de la relación con Colombia es caer en un error.

En la campaña del 2010 entre Barack Obama y Hillary Clinton, Colombia se vio en la mitad de un fuego cruzado entre ambos por culpa del Tratado de Libre Comercio. ¿Cree que algo semejante pueda pasar en este ciclo electoral?

Latinoamérica, en general, que no suele ser parte de la retórica en las campañas de EE. UU. ahora sí lo será por cuenta de la inmigración y el énfasis de Trump en ella. En el caso de Colombia, dado que además existe una población importante de sus nacionales en la Florida y este es un estado clave en las elecciones, podría convertirse en parte de la campaña. Y eso no es bueno para ningún país.

¿Qué le recomendaría al gobierno de Iván Duque para capotear esta tormenta que está desatando Trump?

Es más importante que nunca trabajar con ambos partidos en el Congreso para asegurar que el apoyo para el país en este órgano de poder siga siendo bipartidista y no se dejen influir por Trump. Eso requiere de mucho cabildeo. Hay que fortalecer esa relación porque lo que demuestra esta incongruencia en el caso de Colombia (de mejor aliado a el malo de la película) es que la simple relación privilegiada no es suficiente cuando en esta era de Trump y el Congreso debe servir como un amortiguador para momentos como este. Lo otro que deben evitar es politizar este tema en Colombia. Ya el expresidente Uribe le está echando la culpa a Barack Obama por el incremento de los cultivos. Es decir, lo aprovechan para jugar en política interna y eso no es conveniente.

El fundamento de su proyecto político es el nacionalismo racista.

Sergio Gómez Maseri
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington

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