Las imágenes de esta mañana de martes en la unidad militar de La Carlota, en la cual el autoproclamado presidente Juan Guaidó aparece junto a varios militares activos anunciando el principio del fin del régimen de Nicolás Maduro –“El momento es ahora”-, tiene un protagonista de enorme relevancia en la Venezuela actual: Leopoldo López.
En efecto, es la demostración de que un sector de las Fuerzas Armadas obedece a Guaidó al ponerlo en libertad. López se hallaba en arresto domiciliario tras haber sido condenado a 13 años de detención.
Así es. Leopoldo Eduardo López Mendoza (nacido el 29 de abril de 1971) es cofundador del partido político Primero Justicia en 2000 con Henrique Capriles Radonski y Julio Borges y fue elegido alcalde de la Municipalidad de Chacao en Caracas en 2000.
En las protestas de febrero de 2014 fue arrestado y acusado de incendio intencional y conspiración. Tiempo después fue trasladado a arresto domiciliario el 8 de julio de 2017, luego de haber sido encarcelado por más de tres años. El 1 de agosto de 2017 fue sacado de su hogar por agentes de SEBIN y encarcelado brevemente una vez más en Ramo Verde. Desde entonces, López regresó a su casa y permaneció bajo arresto domiciliario en un drama seguido por la comunidad internacional.
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Su caso conmovía no solo por su figura sino porque su esposa, Lilian Tintori, levantó su voz en disimiles escenarios para denunciar los atropellos. Por su valor y las enormes dificultades para criar sus pequeños hijos -Manuela Rafaela, Leopoldo Santiago y Federica Antonieta- ha recibido varios premios internacionales.
Siempre coherente, nunca desfalleció ante el acoso del oficialismo. Detenido, su ideario fue asimilado por muchos de sus seguidores, entre ellos el propio Guaidó.
López aseguró hoy, según informa la agencia Efe, que “este es el momento de todos los venezolanos” tanto en “Venezuela como en el mundo” de “salir a las calles” para “recuperar la libertad”.
“Todos los venezolanos que quieran libertad que vengan acá” para “acompañar a nuestros soldados valientes, al pueblo”, en este momento en el que ha comenzado “el cese de la usurpación” del país, dijo el líder.
López se refirió a “todos los hermanos de la Fuerza Armada Nacional” y dijo que “este es el momento”. “Sabemos que el dolor del pueblo es el dolor de ustedes. Sabemos que el dolor de la Fuerza Armada es el mismo dolor del pueblo, que está pasando hambre, dificultad y que todos quieren cambio”, aseguró.
Cuando López, escribió y publicó su libro Preso pero libre. Notas desde la cárcel del líder venezolano (Península, 2016), con prólogo de Felipe González, el escritor Mario Vargas Llosa afirmó en una columna en el diario EL PAÍS:
“Leopoldo López es un idealista y un pacifista convencido. Sus modelos son Gandhi, Mandela, Martin Luther King, Vaclav Havel, la madre Teresa de Calcuta y, como convencido creyente que es, Cristo. En su libro hace un gran elogio de Rómulo Betancourt, el líder de Acción Democrática que se enfrentó primero al generalísimo Trujillo (quien intentó hacerlo matar) y a todos los tiranuelos militares de América Latina y luego a Fidel Castro, sin complejo alguno, en nombre de una democracia liberal que trajo a su país 40 años de legalidad y de paz”.
Leopoldo López es un idealista y un pacifista convencido. Sus modelos son Gandhi, Mandela, Martin Luther King, Vaclav Havel, la madre Teresa de Calcuta y, como convencido creyente que es,
Cristo
El premio Nobel de Literatura peruano agregó: “Yo recuerdo el odio que teníamos a Betancourt los jóvenes de mi generación cuando creíamos que la verdadera libertad estaba en Marx, Mao y en la punta del fusil. Vaya insensatos y ciegos que fuimos. El que veía claro, en esos años difíciles, fue Rómulo Betancourt y es muy justo que Leopoldo López le rinda el homenaje que se merece aquel lúcido demócrata que salió de la presidencia de Venezuela más pobre de lo que entró (lástima que no fuera el caso de todos los mandatarios en esas cuatro décadas de libertad)”.
“Leopoldo López sabe que el pueblo venezolano no se ha dejado sobornar por la demagogia del poder chavista y que cada día que pasa, la corrupción de los hombres que gobiernan, vinculados a las mafias del narcotráfico y a las pandillas de delincuentes a los que venden armas, y los anaqueles vacíos de los almacenes, el racionamiento, los cortes de luz”, aseguró el autor de La ciudad y los perros.
Cuando su detención, López no se intimidó ante las amenazas de lo que le pasaría sino que encabezó las marchas juntos a miles de seguidores. Este martes ha vuelto a demostrar su tesón y fuerza para enfrentar al chavismo, representando por su sucesor Nicolás Maduro.
EL TIEMPO