Este jueves, The New York Times reveló un informe secreto recopilado por los servicios de inteligencia venezolanos que detalla los lazos con el crimen que tendría el vicepresidente económico y Ministro de Industria de Venezuela, Tareck El Aissami.
Según el periódico estadounidense, El Aissami y su familia han facilitado la entrada en Venezuela de miembros de la milicia libanesa Hezbolá y han hecho negocios con un narcotraficante.
(Le puede interesar: Qué es Hezbolá, la resistencia islámica que apoya a Nicolás Maduro)
Todo ello figura, según ese medio, en un expediente que entregó al diario un alto exfuncionario venezolano de inteligencia y cuyo contenido fue corroborado por otra fuente. En febrero de 2017, el Gobierno de Estados Unidos sancionó a El Aissami, entonces vicepresidente del Gobierno de Nicolás Maduro, por supuestos vínculos con el narcotráfico.
Este año, EE.UU. presentó cargos contra él en una corte federal de Nueva York acusándole de haber violado las restricciones que le impuso al viajar a Rusia.
El informe elaborado por los servicios de inteligencia venezolanos recopila numerosos documentos y archivos que muestran que El Aissami tuvo vínculos con el narcotraficante venezolano Walid Makled, condenado a cárcel por sus actividades.
En ellos se detallan las supuestas conexiones del ministro y su entorno con el narcotráfico, incluido un pago de casi 45 millones de dólares recibido por un hermano de El Aissami, que se vincula a Makled.
El informe incluye también testimonios de informantes que acusan a El Aissami y a su padre de reclutar a miembros de Hezbolá para expandir el espionaje y las redes de narcotráfico en la región.
El dirigente venezolano habría impulsado el plan utilizando su autoridad para emitir documentos de residencia para miembros de la milicia libanesa, considerada un grupo terrorista por Estados Unidos.
La Administración de Donald Trump ha denunciado repetidamente en los últimos meses la existencia de vínculos entre el Gobierno de Maduro y Hezbolá, aunque no ha dado demasiados detalles sobre su supuesta presencia en Venezuela.
EFE