‘Si el sector privado y público no se entienden, hay problemas’

Con el fin de promover las alianzas público-privadas, la organización sin ánimo de lucro, Concordia, abrió su primera oficina internacional en Bogotá, ciudad en la que el 13 y 14 de mayo se llevará a cabo la Cumbre Concordia Américas. Matthew Swift, CEO y cofundador de Concordia, habló con EL TIEMPO sobre oportunidades y desafíos en el país.

¿Cuál será el principal objetivo de la oficina de Concordia en Colombia?

Esta es la primera vez que vamos a tener una oficina fuera de EE. UU. Tenemos la sede en Nueva York, pero establecimos una en Bogotá porque vemos mucho potencial en Colombia para alianzas entre diferentes sectores y público-privadas que tengan un impacto social positivo.

¿Hay algún tema específico en el cual se vaya a trabajar?

Concordia Américas está enfocado en el hemisferio occidental, no solo en Colombia. Creemos que la forma en la que Concordia puede darle valor agregado a Colombia es haciendo que Bogotá crezca como un hub conveniente para el hemisferio.

Queremos traer líderes de los negocios y los gobiernos de países de todo el hemisferio y del mundo a la cumbre anual Concordia Américas.

En el programa de las Américas, vemos que el trabajo de nuestro equipo de desarrollo de alianzas está más enfocado en Colombia. Asuntos como el desarrollo de la infraestructura, la incorporación de las metas de desarrollo sostenible, la crisis en la frontera con Venezuela, la lucha contra la corrupción —con una plataforma grande en el sector privado—, narcotráfico, comercio y energía los cubriremos tanto en la Cumbre Concordia Américas como en otras cumbres alrededor del mundo.

¿Existe alguna iniciativa con relación a Venezuela?

Concordia tiene un lazo muy fuerte con Venezuela y con lo que ha venido pasando allá. Hace cuatro años, cuando lanzamos la iniciativa de Concordia Américas, sentimos que las organizaciones no estaban hablando de la creciente crisis humanitaria.

Nosotros somos una organización imparcial, no tomamos una posición política oficial, pero lo que vimos como una crisis humanitaria se ha convertido en una crisis global masiva.

La forma en la que Concordia puede ayudar en un asunto como este es, primero, generando conciencia sobre este tema; segundo, pensando en el día después. Concordia es un facilitador, una plataforma; estamos acá para ayudar como podamos.

Muchas veces el sector privado y el sector público hablan lenguajes completamente distintos, y eso puede ser problemático.

En Colombia, un asunto importante es la implementación de los acuerdos de paz. ¿Habrá algún enfoque en ese tema?

Muchas veces el sector privado y el sector público hablan lenguajes completamente distintos, y eso puede ser problemático.

Para algo como el acuerdo de paz, una cosa que creo que no fue tratada como debió haberse hecho —y esto no es una afirmación política y tampoco una crítica—es que no se articuló claramente —desde mi punto de vista y de la mayoría de la comunidad de Concordia—cuál debería ser el rol del sector privado en la implementación.

Nuestra parte ha sido esta: Colombia ha tenido un rol maravilloso en la historia de los objetivos de desarrollo sostenible. Ese es un marco que es grandioso, pero, también, con defectos. Sin embargo, si se mira los elementos positivos, se trata de un marco que sí les habla a los negocios, que sí le habla al sector privado.

A través de este proceso, hemos visto cómo el acuerdo de paz se puede traducir al lente de los objetivos de desarrollo sostenible, y así las compañías pueden entender y desarrollar sus negocios alrededor de cómo pueden ayudar con la implementación.

¿Cuáles son los desafíos que han identificado en ese proceso?

Lo primero es la oportunidad del déficit. Y no es solo un asunto de Colombia, es un asunto global. Hay un déficit substancial cuando se trata de oportunidades para las personas alrededor del mundo. Creo que con el acuerdo de paz, se está tratando con una población que necesitaba oportunidades.

El Gobierno puede jugar un rol en eso, pero lo más importante es el sector privado, que es la respuesta a eso. La pregunta es ¿cómo se formaliza y se construye eso en una manera coherente, que sea de ayuda al proceso de paz?

¿Cuáles son los factores claves para que el sector privado se involucre en procesos como este?

En primer lugar, tiene que existir una confianza en lo que está haciendo el sector privado. Una compañía del sector privado no va a invertir en algo si no tiene la confianza de que va a tener un retorno. Y nadie debería esperar algo diferente del sector privado. Las compañías están hechas para hacer dinero.

Creo que está en el Gobierno el estar pensando constantemente en cuál rol puede tener el sector privado. Sé que hay mucho debate en términos de qué pasa luego y cómo hacerlo, y es un proceso muy complicado.

Pero creo que, mientras Colombia tenga un Gobierno que esté enfocado en un envolvimiento apropiado del sector privado, será exitoso.

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