España despide con honores a Alfredo Pérez Rubalcaba, vicepresidente durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El político socialista, de 67 años, murió el viernes como resultado de un infarto cerebral que sufrió el miércoles.
Aunque su andadura política fue amplia e importante, se lo recordará sobre todo por haber terminado con la banda vasca separatista Eta, después de seis décadas de haber expandido el terror por el país.
También fue secretario general del Partido Socialista Obrero Español (Psoe), diputado, ministro en varias ocasiones y candidato a la presidencia de España.
Los representantes más altos del Estado se acercaron a la capilla ardiente que se instaló el viernes por la noche en el Congreso de los Diputados de Madrid para rendirle homenaje.
Acudieron, entre otros, el presidente encargado, Pedro Sánchez; los reyes; los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero y la presidenta del Congreso, Ana Pastor. También lo hicieron los ciudadanos, que formaron una larga cola y desfilaron frente al féretro, cubierto por una bandera de España y otra del Psoe.
Rubalcaba trabajó en la lucha contra el terrorismo desde 1997, cuando Joaquín Almunia, entonces secretario general del Psoe, le pidió conversar con el gobierno de José María Aznar.
Participó en los diálogos que sostuvo el Estado con Eta durante 1998 y 1999 hasta que la banda los rompió. Entonces ayudó a formar el Pacto Antiterrorista (que unió a los partidos en contra del terrorismo) y la Ley de Partidos, que ilegalizó en 2003 a Batasuna, el brazo político de Eta.
En 2004 lideró un nuevo diálogo con la banda, bajo el gobierno de Rodríguez Zapatero, que terminó abruptamente en 2006, cuando un atentado en el aeropuerto de Barajas mató a dos personas.
Rubalcaba combinó hábilmente varios ingredientes en la nueva lucha: golpes de la policía, colaboración internacional, participación de los juzgados, sensibilización de los ciudadanos, confianza entre la sociedad vasca, aislamiento de los terroristas y enfrentamiento entre Eta y Batasuna. La banda, finalmente, dejó de actuar en octubre de 2011.
Carrera de fondo
Rubalcaba nació en Solares, Cantabria, en julio de 1951. Su familia se trasladó a Madrid cuando era pequeño y en la capital estudió en el Colegio Nuestra Señora del Pilar. Se graduó en Ciencias Químicas en la Universidad Complutense de Madrid y fue profesor de esa materia en varias universidades.
También practicó el atletismo como velocista, actividad en la que logró buenos resultados. Le gustaba el fútbol y apoyaba con pasión al Real Madrid.
En 1974 ingresó al Psoe. Cuando ese partido llegó al poder en 1982, comenzó su carrera política. Durante varios años trabajó en educación; Felipe González lo nombró ministro de esa cartera en 1992. En 1993 fue ministro de la presidencia, también en el gobierno de González.
En las elecciones que tuvieron lugar ese año obtuvo una curul. Fue diputado por Toledo (1993), Madrid (1996 y 2000), Cantabria (2004) y Cádiz (2008).
En 2006, Zapatero lo nombró ministro del Interior y en 2010, vicepresidente primero y portavoz del gobierno (sin abandonar el Ministerio del Interior).
Renunció en 2011 para presentarse como candidato del Psoe a las elecciones que se realizaron ese año, en las que obtuvo pobres resultados. En junio de 2014 anunció que abandonaba la política y que volvería a ser profesor de Química Orgánica en la universidad. Dictó su última clase el miércoles pasado por la mañana.
El presidente Sánchez dijo que Rubalcaba fue “un hombre de Estado”, cuya actuación fue “crucial en la lucha contra la barbarie terrorista” y que desde ya “ocupa un lugar de honor en la historia de España”.
El expresidente Mariano Rajoy, del Partido Popular, también se refirió a él: “Inteligente, hábil negociador e implacable dialéctico, era un rival temible: brillante y afilado como un bisturí, pero sincero a la hora de negociar y todo lo leal que se puede ser entre contrincantes políticos”.
Los principales partidos políticos suspendieron sus actos de campaña del viernes y sábado, cuando arranca la carrera para las elecciones autonómicas, locales y europeas del 26 de mayo. Los líderes acudieron a rendirle tributo a Rubalcaba y a ofrecer sus condolencias a su viuda, Pilar Goya.
Los ciudadanos también lo hicieron hasta altas horas de la noche del viernes (la cámara ardiente continúa el sábado). Muchos depositaron una rosa roja –símbolo del Psoe– en el ataúd.
Juanita Samper Ospina
Corresponsal de EL TIEMPO
Madrid