El Gobierno de Estados Unidos ordenó este lunes el desalojo de los activistas partidarios del presidente venezolano, Nicolás Maduro, que permanecen desde hace semanas en la embajada de Venezuela en Washington.
Estados Unidos tomó esta decisión a solicitud de los enviados en Washington del líder opositor venezolano Juan Guaidó, al que el Gobierno de Donald Trump reconoce como mandatario legítimo del país petrolero.
«EE. UU. no reconoce autoridad al anterior régimen de Maduro, o a ninguno de sus exrepresentantes, para permitir a individuos la entrada legal, la permanencia en la propiedad, o la toma de ninguna otra acción en la propiedad», apunta la orden
de evacuación, leída por agentes del Servicio Secreto, que se encarga de la protección
de las embajadas, ante el edificio.
Los enviados de Guaidó en Washington «han solicitado y dirigido a cualquier presente en la propiedad que la abandone de inmediato, y que no regresen sin su autorización», agrega la orden.
«Cualquier persona que rechace cumplir con estas solicitudes y órdenes de salir
de la propiedad (la) estarán traspasando en violación de las leyes federales y del Distrito de Columbia, y serán arrestadas e imputadas criminalmente», añade el texto.
Pese a la orden, diversos activistas estadounidenses permanecen en la embajada de Venezuela en Washington desde hace semanas tras la marcha de los últimos diplomáticos de Maduro para evitar que Vecchio y Tarre tomen el edificio.
La solicitud a las autoridades estadounidenses para evacuar la embajada la hicieron el enviado de Guaidó en Washington, Carlos Vecchio, y su representante ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Gustavo Tarre, a los que Estados Unidos reconoce como legítimos.
Los enviados de Guaidó ya se habían hecho anteriormente con el consulado venezolano en Nueva York y con dos agregadurías militares en Washington,
por lo que el Gobierno de Maduro invitó a los activistas a su legación.
En el exterior, decenas de partidarios de Guaidó están celebrando la orden de evacuación, a la vez que insultan a los activistas y les molestan con luces y sirenas. Fuera de la edificio también hay activistas pro Maduro que apoyan a los que permanecen en el interior del recinto.
Por esto, el control de la embajada ha enfrentado luchas entre los defensores de ambos, pues los seguidores de Guaidó han bloqueando la entrada de alimentos y otros suministros. En los últimos días, además, las autoridades de EE. UU. habían cortado la electricidad y el agua del recinto.
Efe