En un panel sobre populismo de América Latina, que hizo parte del primer día de la Cumbre Concordia en Bogotá y tuvo como tema central la crisis de Venezuela, el expresidente Álvaro Uribe aseguró que teme que las sanciones económicas no sean «suficientes para derrocar la dictadura» pero que si «afecten al pueblo venezolano».
En la charla, participaron también personalidades venezolanas como Julio Borges, embajador del presidente interino Juan Guaidó ante el Grupo de Lima, y María Corina Machado, líder opositora del régimen de Maduro que intervino vía teleconferencia. También intervino el chileno Axel Kaiser, director de la Fundación para el Progreso.
«Lo peor que puede pasar es que cualquier país piense que es inmune a la situación de Venezuela«, afirmó Borges quien además mencionó que «siente que el cambio va a venir, y lograrán tener una Colombia fuerte que va a ayudar a reconstruir a Venezuela».
También dijo que la caída de Maduro será como «la caída del Muro de Berlín, 30 años después en América Latina». Este hecho marcó al finales de la década del 80 el derrumbe de los regímenes dictatoriales de la Europa bajo el dominio soviético. En el caso de América Latina sería entonces algo parecido al fin de los gobiernos populistas.
María Corina Machado aseguró que detrás del régimen de Maduro están «todas las fuerzas criminales del planeta: el narcotrafico, el Eln, las Farc e incluso el Estado Islámico». También destacó que la oposición y sus aliados en el mundo «han intentado todo» para derrocar la dictadura madurista.
Por su parte, Axel Kaiser habló del papel de la empresa privada en la democracia de América Latina y fue contundente al asegurar que «los empresarios son los principales responsables de los desastres de nuestros países» ya que no deben centrarse en generar riqueza, sino también intervenir en lo público.
El líder del Centro Democrático finalizó su discurso insistiendo en que las características que debería adoptar la democracia de América Latina son, «una empresa privada fuerte, una política social y una austeridad en el Gobierno».
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