‘Compromiso de EE. UU. con la paz es inquebrantable’: Dep. de Estado

El apoyo de Estados Unidos a los acuerdos de paz que se lograron con las Farc y la implementación de los mismos es «inquebrantable» y continuará en el futuro dijo este lunes el subsecretario de Estado Adjunto para la Oficina de Conflictos y Estabilizaciones de los Estados Unidos, Peter Marocco.

El subsecretario dio sus declaraciones al inicio de un foro de dos días organizado por el Instituto Kroc de la Universidad de Notre Dame en el que se pretende evaluar los resultados del pacto de La Habana desde que este se firmó a finales del 2016.

«La estabilidad de Colombia es estabilidad de toda la región y por eso queremos que el proceso de paz sea exitoso. Es, además, un modelo para otros países», dijo Marocco tras destacar el respaldo del presidente Donald Trump y la alianza estratégica que existe entre ambos países.

En el foro también participó el Alto Consejero Presidencial colombiano para el Posconflicto y la Estabilización, Emilio Archila, quien defendió los esfuerzos que viene haciendo el gobierno del presidente Iván Duque para cumplir con el cronograma de la implementación y los términos del acuerdo.

Archila trató de poner en contexto un reporte de este Instituto que fue presentado en abril en el que se evaluó la tasa de cumplimiento de los acuerdos de paz y su comparación con otros pactos que se han firmado en el pasado en otros países.

La estabilidad de Colombia es estabilidad de toda la región y por eso queremos que el proceso de paz sea exitoso. Es, además, un modelo para otros países

Según ese reporte «a pesar de los retos que existen en el proceso de paz en Colombia, los niveles de implementación son comparables con otros Acuerdos Comprensivos de Paz (CPA) analizados en la Matriz de Acuerdos de Paz del Instituto Kroc».

Pero dice, a su vez, que «durante los primeros ocho meses del gobierno del Presidente Duque, el ritmo del proceso de implementación se ha ralentizado levemente en algunas áreas a medida que la nueva administración asume sus labores y las entidades responsables de la implementación se reajustan en el periodo de transición. El Gobierno ha introducido un nuevo marco conceptual y político centrado en la legalidad, la estabilización y la equidad, incorporando algunos de los compromisos clave del Acuerdo».

El reporte, menciona, además, que de los 578 compromisos que se adquirieron hay un 30 por ciento en los que no se ha avanzado en absoluto y otro 34 por ciento en los que los progresos han sido mínimos.

De acuerdo con Archila, eso tiene que ver con los ritmos de implementación del proceso que no son siempre iguales para todos los compromisos. Por ejemplo, la llamada estabilización de algunas zonas del país está previsto que se tarde al menos 15 años, y por lo tanto su tasa de cumplimiento es baja mientras que otras, como la entrega de armas, ya se implementó en un 100 por ciento.

«Esto tomará tiempo. Pero hemos sido muy serios en la implementación… y el presidente Duque ya tomó la decisión política de planear lo que se debe hacer y cumplir con esos compromisos», dijo Archila.

Hemos sido muy serios en la implementación… y el presidente Duque ya tomó la decisión política de planear lo que se debe hacer y cumplir con esos compromisos

El Alto Consejero también destacó que el mismo reporte Kroc reconoce que la implementación del acuerdo colombiano ha sido de las más rápidas en toda la historia.

En el evento también participó el exenviado de EE. UU. al proceso de paz, Bernie Aronson. Para este uno de los grandes errores que se cometió es no haber copado las zonas del país que abandonaron las Farc y que hoy están siendo repobladas por otros grupos guerrilleros.

Aronson no responsabilizó específicamente a ninguno de los dos gobiernos (el de Duque, que arrancó en agosto del año pasado y el de Juan Manuel Santos, que estuvo al mando de la implementación durante los primeros 18 meses). Pero si dijo «perdió una oportunidad que será muy costosa para Colombia».

Dijo, además, que para que la paz pueda materializarse plenamente, el estado tiene que llegar a ese tercio del país en el que aún no hace presencia.

Aronson criticó, además, los asesinatos y ataques que se vienen presentando contra desmovilizados y líderes sociales advirtiendo que la seguridad, una vez dejaran las armas, había sido una de las principales exigencias de las Farc ya que todavía recuerdan vivamente el exterminio de los miembros de la Unión Patriótica en las décadas de los ochentas y noventas.

Archila, por otra parte, rebatió la idea de que los desmovilizados están abandonando en masa los acuerdos o que teman por su seguridad. Y puso como ejemplo la alta tasa de natalidad en las zonas de concentración.

«En una, entre 300 desmovilizados, han nacido 60 hijos. Eso a mi me dice que no temen por su seguridad», dijo Archila.

En una, entre 300 desmovilizados, han nacido 60 hijos. Eso a mi me dice que no temen por su seguridad

Monseñor Héctor Fabio Henao, director de la Conferencia Pastoral Social y otro de los invitados al foro, sostuvo que uno de los principales retos que había encontrado en la implementación de los acuerdos es que muchos colombianos siguen pensando que los exguerrilleros siguen siendo criminales, lo cual hace más difícil su reincorporación.

SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington

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