Creador de serie Chernobyl pide parar las selfies en el lugar

La serie Chernobyl de HBO, calificada como la mejor serie de lo que va del año tanto por críticos y televidentes, parece haber incrementado las visitas al sitio donde ocurrió el desastre nuclear, aseguran guías turísticos. 

Ante ello, su productor, Craig Mazin, pide cautela a los aficionados, que pasan por alto la radiactividad y viajan al lugar de la tragedia para tomarse fotos.  

Desde que la miniserie acerca de la catástrofe ocurrida en 1986, en el norte de Ucrania salió al aire en mayo, el turismo en el sitio real el incidente incrementó entre un 30 y 40 por ciento.

Influencers de redes sociales visitando la zona fueron objeto de críticas en días recientes por aprovechar el interés general en el desastre para tomarse fotos glamurosas y subirlas a Instagram.

«Si lo visitan, por favor recuerden que una terrible tragedia allí ocurrió», dijo a modo de regaño Mazin, «compórtense con respeto hacia todos aquellos que sufrieron y se sacrificaron», agregó.

De todos modos, no fue solo el creador de la serie Chernobyl en darse cuenta que la  Zona de Exclusión se volvió «un circo» para los instagramers.

«No sé ustedes, pero yo piso un sitio así y lloró durante días por la impresión que me da», afirmó hace unos días una tuitera española, «no sé cómo tienen estómago para tomarse ese tipo de fotos», concluyó.

Tras la polémica que generaron las fotos, muchos instagramers decidieron eliminar  sus publicaciones. No obstante, aún pueden encontrarse imágenes poco respetuosas tomadas en Pripyat, una ciudad desolada que padeció los efectos de la explosión de la central nuclear.

La serie de HBO, protagonizada por Jared Harris, Stellan Skarsgård y Emily Watson y dirigida por Johan Renck, narra las secuelas inmediatas a la explosión del reactor nuclear en la planta de energía de la ciudad de Pripyat, además, incluye las repercusiones políticas que tuvo el daño en la ciudadanía, los animales y el medio ambiente de la región. 

Dos personas murieron en el lugar de la explosión y otras 28 por consecuencia de intoxicación aguda por la radiación en las semanas posteriores. Mientras que, cerca de 1.000 bomberos y trabajadores de servicios de emergencia experimentaron altos niveles de radiación durante ese tiempo, según la Organización Mundial de la Salud. 

Se calcula que alrededor de 116.000 personas que vivían en la ciudad de Pripyat y dentro de un radio de 30 km del sitio, tuvieron que ser evacuadas en las semanas siguientes al incidente, aunque los efectos de la exposición a la radiación sigue siendo una preocupación continua para la población de Ucrania. 

El sitio del desastre fue abierto a los turistas a finales de 1990, pero aumentó su popularidad en los últimos cinco a 10 años, particularmente por reconocerse como una ciudad fantasma rodeada de bosques. 

REDACCIÓN INTERNACIONAL

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