Con una sonrisa radiante que iluminaba el auditorio principal de la prestigiosa Universidad de Bath, ubicada en el sur de Inglaterra, el bailarín colombiano Fernando Montaño, recibió este viernes el doctorado honoris causa en Artes de esa prestigiosa institución británica “en reconocimiento a sus logros en el ballet contemporáneo y su compromiso con las causas benéficas”.
Es la primera vez que una institución académica de alto nivel le otorga una distinción de este tipo a un bailarín y para más señas colombiano.
El homenaje a Montaño se da en momentos en que ha logrado cimentarse una posición privilegiada en el mundo del ballet, no solo por ser figura solista del Royal Ballet de Coven Garden de Londres, sino por su papel como promotor de campañas de protección de la infancia en situación de pobreza en su natal Buenaventura, y por su reciente incorporación a la lucha en defensa del medio ambiente.
“El éxito de Fernando al convertirse en un bailarín de ballet internacionalmente aclamado se debe a su inmenso talento, trabajo duro, sacrificio y pasión. Sin embargo, nunca olvidó sus orígenes ni se apoyó en sus laureles, sino que utilizó su estatus de celebridad internacional para apoyar a las organizaciones caritativas en su trabajo con jóvenes vulnerables.
Fernando es un individuo sobresaliente que continúa inspirando a través de su danza y sus acciones”, aseguró el vicerrector académico de la Universidad de Bath, Peter Lambert, al entregarle a Montaño el doctorado en Artes.
El éxito de Fernando al convertirse en un bailarín de ballet internacionalmente aclamado se debe a su inmenso talento, trabajo duro, sacrificio y pasión
Al referirse al galardón, Montaño, admitió a EL TIEMPO, que recibir el doctorado fue un momento donde experimentó unos nervios indescriptibles. “Como bailarín mi cuerpo y movimiento es mi voz, pero en el Doctorado Honoris Causa de Artes tuve que usar mi verdadera voz”. Su mensaje a los demás graduandos fue de “no tener miedo al fracaso, porque estas son las cosas que nos hacen crecer y ser más fuertes”.
Lambert, quien detenta un doctorado en Política de América Latina, resaltó la “extraordinaria carrera” del bailarín, que incluye su paso por la prestigiosa beca para la Escuela Nacional de Ballet de Cuba, varios premios nacionales de ballet y su pasó por La Scala de Italia, y su llegada a “Londres en 2006 sin poder hablar inglés, realizó una audición exitosa para el Royal Ballet, Covent Garden”.
Como bailarín mi cuerpo y movimiento es mi voz, pero en el Doctorado Honoris Causa de Artes tuve que usar mi verdadera voz.
Un auditorio colmando de estudiantes y autoridades universitarias aplaudió, casi a rabiar, cuando el académico mencionó que “Fernando no ha olvidado sus raíces” y su compromiso “con causas humanitarias, especialmente en su Colombia natal, un país que todavía se está recuperando de la devastación causada por la guerra civil y el tráfico de drogas».
Para otorgarle el doctorado honorario, la Universidad de Bath tomó en cuenta que trabajo de Montaño como embajador de la organización benéfica contra el cáncer de próstata de Colin Jackson, Go Dad Run, y un patrocinador de la Fundación Amy Winehouse (la fallecida cantante británica).
También se tomó en cuenta que su campaña sobre el impacto ambiental causado por los plásticos de un solo uso, trabajando con la Sociedad británica de Conservación Marítima (Marine Conservation Society), que incluye fotografías suyas nadando en una piscina rodeado de plástico y basura.
MARÍA VICTORIA CRISTANCHO
Para EL TIEMPO
– @mavicristancho