El presidente en funciones del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, presenta este lunes el programa del gobierno que espera formar con la izquierda radical Podemos para ser reinvestido esta semana en el Congreso.
El debate parlamentario empezó a las 12: 00 p. m. (hora local) y supone el comienzo de una carrera contra el reloj para que los socialistas del PSOE, con 123 diputados de 350, consigan los apoyos suficientes para seguir en el poder.
Sus opciones pasan por sellar el respaldo de los 42 diputados de Podemos y de varios pequeños partidos regionales antes del jueves, cuando culminará la sesión de investidura. «Responsabilidad. Para que España siga avanzando», tuiteó Sánchez poco antes de empezar la sesión.
Responsabilidad. Para que #España siga avanzando. En justicia social, en convivencia y en limpieza democrática.
A partir de las 12 h. presentamos nuestras propuestas para un Gobierno progresista, europeísta, ecologista y feminista. #SesiónDeInvestidurahttps://t.co/JNQFyTS4MN
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) July 22, 2019
El martes, después de la presentación del programa y las réplicas de la oposición, habrá una primera votación en la que Sánchez requeriría aglutinar al menos 176 apoyos, la mayoría absoluta.
En el probable escenario que no la consiga, el jueves habría un segundo voto donde solo necesitaría mayoría simple que sería plausible si cierra el acuerdo con Podemos. Sería el primer gobierno de coalición desde el retorno de la democracia en España tras la dictadura de Francisco Franco.
Negociaciones de última hora
Aunque las relaciones entre ambas formaciones parecían fluidas antes de las elecciones del 28 de abril -incluso pactaron unos presupuestos que naufragaron por la falta de otros apoyos-, las negociaciones tardaron en arrancar.
No fue hasta el pasado viernes, después de tres meses de parálisis, que empezaron a negociar un gobierno de coalición. Para ello fue necesario que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, renunciara a entrar al ejecutivo como le exigía Pedro Sánchez.
Aun así, el líder socialista expondrá su programa de gobierno ante el Congreso de los diputados sin haber cerrado todavía ningún acuerdo y con las conversaciones entre ambas formaciones en marcha. De fracasar estas negociaciones, Sánchez dispondría todavía de dos meses para intentar ser investido antes de la convocatoria automática de unos nuevos comicios.
Cataluña, asunto clave
Desde la oposición, contrarios a los pactos con Podemos y con las formaciones nacionalistas e independentistas vascas y catalanas, dan el acuerdo por hecho. «Todo el mundo conoce el final de antemano», criticó el portavoz del partido de centroderecha liberal Juan Carlos Girauta en una entrevista a Telecinco.
Su formación, así como los conservadores del Partido Popular (PP) y la extrema derecha de Vox votarán en contra de Sánchez, reprochándole especialmente su política de distensión hacia los independentistas catalanes.
Sánchez «quiere mantenerse en el poder a toda costa», criticó el conservador José Antonio Bermúdez de Castro en la cadena pública TVE. Como ya ocurrió en la moción de censura contra el conservador Mariano Rajoy que llevó a Sánchez al poder en junio de 2018, los independentistas catalanes tienen la llave del gobierno español.
Hace un año su voto a favor en la moción de censura fue clave para su éxito y ahora su abstención puede decantar la reelección del socialista para un segundo mandato.
El primer partido independentista, Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), «no será un obstáculo» para la investidura, dijo su líder en el Congreso, Gabriel Rufián.
Sánchez hubiera preferido prescindir de ellos, especialmente después de que su voto contrario a los presupuestos precipitara la convocatoria de elecciones anticipadas en abril.
Durante semanas pidió infructuosamente la abstención de Partido Popular y Ciudadanos para proteger la estabilidad de un país que ya ha vivido tres elecciones en cuatro años.
AFP