Manuel Figuera, exjefe de los servicios de inteligencia de Venezuela y quien llegó a Estados Unidos a finales de junio, pidió perdón por los abusos del Gobierno de Nicolás Maduro, al que definió como «una empresa criminal», y explicó por qué, a su juicio, falló el alzamiento militar de abril.
«Habiendo trabajado directamente con Maduro y después de decirle acerca de toda la corrupción que yo vi, me dí cuenta de que hay demasiada ambición de poder», dijo
Figuera en una entrevista la noche del martes con la cadena PBS de televisión.
Figuera, ahora considerado prófugo de la Justicia por el Gobierno de Venezuela, fue uno de los hombres que participó en el fallido levantamiento militar contra Maduro el pasado 30 de abril encabezado por el líder opositor, Juan Guaidó.
El exjefe de inteligencia, quien lucía su uniforme de general durante la entrevista, fue designado director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en octubre de 2018 y abandonó su puesto en abril.
Yo llamo a este sistema de Gobierno una empresa criminal
Según el militar, quien se encuentra en algún sitio de Estados Unidos, Maduro y su familia «usan la plataforma del Estado, usan el Banco Central de Venezuela para sacar oro del país».
«Yo llamo a este sistema de Gobierno una empresa criminal», añadió. «Todos contribuyen a la corrupción. Todos son cómplices. Y yo también he pedido perdón porque tengo alguna responsabilidad, yo fui parte de ese régimen».
El 30 de abril pasado, el presidente del Parlamento, Juan Guaidó, reconocido como gobernante interino de Venezuela por Estados Unidos y medio centenar más de países, anunció un levantamiento popular contra el Gobierno de Maduro, pero el intento fracasó.
Lo que se proponía era deponer a Maduro y designar un nuevo consejo electoral nacional, llamar a elecciones
El entrevistador de PBS, Nick Schifrin, dijo que «el plan requería que dos funcionarios de alta jerarquía se declararan contra el Gobierno: el juez Maikel Moreno del Tribunal Supremo, y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López».
Y Figuera afirmó que el plan fracasó «debido a las ambiciones excesivas de Maikel Moreno. Él quería ser presidente. Pero ese no era el plan».
«Lo que se proponía era deponer a Maduro y designar un nuevo consejo electoral nacional, llamar a elecciones y tratar de reorganizar el Estado y las instituciones», añadió.
Las Naciones Unidas y grupos defensores de los derechos humanos llevan años denunciando abusos, incluidos torturas y secuestros, cometidos supuestamente por agentes del Gobierno de Venezuela, incluido el Sebin. «Yo cargo con esa cruz, porque hay mucha gente que ha sufrido a manos de gente de esa institución», dijo
Figuera.
«No me gusta hablar del tema de la tortura porque pienso que es grotesco. Hemos visto películas. Leemos libros acerca de lo que hace la gente cuando tienen un prisionero», afirmó.
«Yo lo siento y tengo remordimientos. He pedido perdón de la gente porque fui parte de esas estructuras que apoyan a Maduro, aunque yo no ordené directamente la tortura ni torturé a alguien», agregó.
A comienzos de mayo, el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, anunció el levantamiento de las sanciones que la Administración del presidente Donald Trump había impuesto a Figuera, aunque mantuvo las aplicadas a otros funcionarios de alta jerarquía del Gobierno de Maduro.
«Yo no cometí ningún crimen», señaló Figuera en la entrevista. «Me sancionaron por ser parte de una estructura criminal. Pero yo no he cometido crimen alguno», insistió.
Efe