¿Por qué el cambio climático está amenazando el funcionamiento del canal de Panamá?

El canal de Panamá está buscando desesperadamente agua para no morir. La disminución de las lluvias por el cambio climático y el fenómeno de El Niño han generado una grave emergencia que amenaza con secar la vía que mueve casi el 6 por ciento del comercio marítimo mundial.

La escasez de lluvias es tal que ya empujó al canal –que funciona con agua dulce, por lo que no se puede abastecer de los océanos– a reducir de 40 a 32 el número de embarcaciones que atraviesan a diario la vía interoceánica desde el pasado 30 de julio y hasta nuevo aviso con el fin de ahorrar agua.

Una medida que, además de disminuir los ingresos, claves para las arcas públicas panameñas, puede aumentar el atasco marítimo en la zona, según advirtió la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) en el aviso sobre la nueva restricción.

Buques esperan para transitar por las esclusas de Agua Clara en el Canal de Panamá.

Una crisis de agua

El canal de Panamá conecta 180 rutas marítimas que llegan a 1.920 puertos en 170 países, y por él pasa alrededor del 6 por ciento de comercio mundial. En el año fiscal 2022, de hecho, el canal le entregó al Gobierno panameño el histórico importe anual de 2.494,4 millones de dólares. Desde 1914, más de un millón de naves han cruzado la vía, cuyos principales usuarios son Estados Unidos, China, Japón y Chile.

El agua es la fuente de energía que mueve los barcos en las esclusas, el compartimiento que permite que los barcos puedan pasar de un tramo a otro. En las esclusas, los buques son elevados 26 metros sobre el nivel del mar para cruzar el istmo y luego son bajados a su llegada al otro océano.

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Pero el canal tampoco escapa al efecto de la crisis climática. Para el tránsito de más de 14.000 buques al año, esta vía interoceánica se alimenta de los lagos artificiales Gatún (1913) y Alhajuela (1935), que hoy llegan a niveles mínimos por cuenta de la falta de lluvias.

Según explicó el gerente de la División de Agua del Canal de Panamá, Erick Córdoba, en la publicación interna del canal El Faro, se está experimentando una “temporada seca extensa”, ya que han sido cinco meses y medio en los que no se registraron lluvias significativas en la cuenca de la vía, dos semanas menos que la temporada más extensa de la que se tiene registro.

Y es que el sistema climático de Panamá se rige por una temporada lluviosa y otra seca. La primera comienza en mayo, cuando el ciclo es normal y dura aproximadamente hasta noviembre; y la segunda va de diciembre a abril, exceptuando la vertiente del Caribe, donde llueve casi todo el año. Pero expertos reconocen que la temporada seca se extendió más allá de lo esperado. Por tanto, hoy los suministros de agua de los ríos resultan insuficientes.

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Se está experimentando una temporada seca extensa, ya que han sido cinco meses y medio en los que no se registraron lluvias significativas

“Esta no es una situación nueva; ya en años anteriores se han presentado eventos extremos en cuanto a sequías, pero el hecho de que hayan ocurrido en años tan recientes como 2016, 2017 y 2019 habla del incremento en la frecuencia de estas anomalías”, señaló El Faro.

Debido a la escasez de lluvias, la vía también restringió el calado de los buques, la profundidad que alcanza en el agua la parte sumergida de una embarcación. El máximo que ofrece el canal de Panamá es 50 pies de calado, pero lo ha ido reduciendo paulatinamente en los últimos meses hasta los 43 pies (13,11 metros).

Así, “hasta que se logre normalizar la situación, los barcos deberán pasar con menos carga”, según reporta El Faro, por lo que actualmente algunos mercantes descargan cientos de contenedores en el puerto pacífico de Balboa y vuelven a cargarlos en Colón (Caribe), tras cruzar el canal, lo que implica algunas demoras.

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Buque portacontenedores transita por el Canal de Panamá.

La falta de lluvias también ha causado un aumento de la salinidad en el agua de la vía interoceánica, lo que genera otros inconvenientes. La cuenca hidrográfica del canal abastece de agua a tres ciudades, incluida la capital panameña, donde vive la mitad de la población de este país de 4,2 millones de habitantes.

“Cada vez que abrimos la compuerta que da al mar se mezcla agua de mar con agua dulce y entre mayor la compuerta (…), mayor el volumen de agua salada que entra al sistema”, indicó el administrador del canal, Ricaurte Vásquez.

“Ese nivel de agua salada tenemos que mantenerlo dentro de cierto rango, porque las plantas potabilizadoras no tienen capacidad de desalinización”, agregó.

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Los efectos de la sequía

El administrador del canal expresó que la falta de agua, solamente medido en términos de peajes, ya da un precio de 200 millones de balboas” (dólares) menos en ingresos en 2024.

Pero de prolongarse la sequía y el límite de calado, el canal se arriesga a perder clientes, porque las navieras pueden optar por otras rutas. “Tenemos que encontrar soluciones para poder seguir siendo una ruta relevante para el servicio al comercio internacional. Si no nos adaptamos, entonces vamos a fallecer”, indicó.

En palabras del administrador de esta vía clave para el comercio, la gran desventaja que tiene el canal de Panamá “es el hecho de que nosotros operamos con agua dulce, mientras que las otras rutas marítimas (como el canal de Suez) utilizan agua de mar”. Y a pesar de la escasez de agua dulce, está descartada la opción de que el canal emplee agua de mar, pues implicaría grandes excavaciones.

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El administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez.

Si no nos adaptamos, entonces vamos a fallecer

Por lo pronto, las autoridades advierten que el 2024 será “muy difícil si no se logra recuperar el nivel de los lagos, luego de todo el líquido utilizado durante los últimos meses” con lluvias casi nulas.

También advierten que la construcción de una segunda ampliación del canal, hoy necesaria, pues puede alcanzar su máxima capacidad de tránsito de toneladas en el 2032, no está descartada aunque de momento es inviable. La infraestructura y el agua son las grandes limitantes.

ANGIE RUIZ HURTADO
REDACCIÓN INTERNACIONAL
EL TIEMPO
*Con agencias

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