Ecuador elige presidente bajo un estado de militarización y el despliegue de 100.000 soldados: ¿qué hay en juego?

Con fronteras cerradas, puertos militarizados y un gran despliegue de 100.000 uniformados para contrarrestar “intentos de desestabilización de grupos armados”, hoy 13,3 millones de ecuatorianos van a las urnas para elegir al binomio presidencial que gobernará su país para el periodo 2025-2029. En la jornada también se votarán a 151 asambleístas y cinco representantes al Parlamento Andino, organismo regional que además lo conforman Colombia, Perú, Chile y Bolivia.

En medio de una conflictiva gobernabilidad del país y en un ambiente de tedio y apatía, 16 aspirantes tercian en la contienda con propuestas para salvar a un Ecuador abrumado por la narcoviolencia, la crisis energética, la recesión económica y el desempleo. Sin embargo, una marcada polarización ubica en la cabecera de los resultados al actual mandatario, Daniel Noboa, del movimiento ADN, y a Luisa González, de Revolución Ciudadana, organización política liderada por el expresidente Rafael Correa.

Los dos candidatos ya se enfrentaron en las elecciones anticipadas de agosto del 2023. Noboa, hijo del magnate bananero Álvaro Noboa, dio un salto político a consecuencia del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio y se convirtió en la sorpresa electoral logrando, con el 23,73 por ciento de votos, pasar a segunda vuelta con Luisa González, que obtuvo el 33,25 por ciento de la votación.

El presidente de Ecuador y candidato presidencial, Daniel Noboa. Foto:AFP

En la segunda vuelta, Noboa se impuso con el 52,29 por ciento de los votos frente al 47,71 por ciento de González y llegó al poder en noviembre de 2023 para gobernar por 18 meses y completar el periodo presidencial que dejó inconcluso el exmandatario Guillermo Lasso.

Por eso, para analistas, estás elecciones se convierten en una tercera vuelta que reedita la confrontación y polarización entre correísmo y anticorreísmo, que ha vivido el país durante la última década y se ha profundizado.

“Los resultados son muy polarizados, son los que se registran para una segunda vuelta”, considera Iván Sierra, director de Negocios y Estrategias, firma que, hasta el 30 de enero, ubicaba a la candidata correísta liderando la contienda con un 44,9 por ciento sobre un 41,6 de Noboa, una escasa diferencia de 3,3 puntos.

En su análisis, el experto considera “improbable” que uno de los dos candidatos gane en primera vuelta, pero sí reconoce que el resultado será muy estrecho. “Los otros 14 binomios no plantearon una tercera vía y se metieron en el juego del correísmo–anticorreísmo y, frente a los dos líderes visibles y fuertes de esas corrientes, quedaron pulverizados”, resaltó.

El experto reconoce que el ‘candidato presidente’ es una “marca política resiliente” que lo ha llevado a recuperar aceptación al “absorber” y capitalizar los votos de adeptos a otros candidatos y de indecisos. Según Sierra, la población no adjudica a Noboa la responsabilidad de la crisis económica o de la inseguridad, y solo lo responzabilizó del mal manejo del colapso energético que lo llevó a perder 10 puntos de popularidad. “Tras el fin de los apagones logró recuperarse”, indicó.

Ecuador elige nuevo presidente Foto:

Noboa, que logró posicionar su discurso anticorreísta, desarrolló una fuerte y singular campaña en TikTok y entregó miles de ‘novitas de cartón’ –unos retratos de cuerpo entero que se han popularizado como íconos de su campaña–, sería el triunfador de la primera vuelta, según la firma Cedatos, que lo ubica con el 48,3 por ciento de intención de voto, sobre González, que obtendría un 32,2 por ciento. Un tercer puesto no superaría el 6 por ciento, según el estudio.

Coinciden con el resultado, con diferencias de uno y dos por ciento, las encuestas previas de Ipsos y Comunicaliza, por lo que los últimos esfuerzos de campaña fueron dirigidos a reelegirse en primera vuelta; esto, si logra la mitad simple de la votación más uno de los votos válidos y sacan una diferencia de 10 puntos a su rival.

Luisa González Foto:AFP

¿Cuáles son los desafíos que tendrá el próximo presidente de Ecuador?

Los resultados de hoy ponen en juego la supervivencia del país, según lo señala el director del Observatorio de Política Fiscal, Jaime Carrera. “Los problemas del Ecuador son graves y cualquiera sea el ganador de la presidencia tendrá que enfrentar un déficit fiscal de 5.700 millones de dólares y una necesidad de financiamiento que supera los 15.000 millones de dólares”, puntualizó.

“La economía en el 2024 decreció y el ingreso por habitante es apenas de 500 dólares. Tenemos 4,5 millones de pobres que viven con 91 dólares al mes y 1,5 millones de superpobres que viven con 51 dólares mensuales”, dijo.

El manejo de las relaciones internacionales también entra en juego. Las abismales visiones de Noboa y González impondrán el camino del relacionamiento con Estados Unidos, país que quitó la visa a Correa y sus familiares.

Temas de seguridad, narcotráfico, migración y comerciales están en los diálogos con el gobierno de Donald Trump, quien se ha mostrado renuente a los gobiernos de izquierda. Mientras que la relación con Venezuela y México, países con quienes Ecuador no tiene vínculos diplomáticos, también serán definidas acorde a la ideología del nuevo mandatario.

En materia de seguridad, el experto Mario Pazmiño advierte que en la decisión electoral también está en juego la seguridad nacional y la supervivencia del Estado “debido al protagonismo aterrador del narcotráfico y el crimen organizado”, que ha situado al país como uno de los más violentos de América Latina, con una tasa de 47,2 homicidios por cada 100.000 habitantes. La declaratoria de conflicto armado interno, los constantes estados de excepción y la militarización de poblaciones críticas, decretadas por Noboa en enero de 2024, lograron reducir la tasa de homicidio en un 17 por ciento. Sin embargo, en enero de este año se registraron 600 muertes violentas, el mes más violento de la historia. La débil institucionalidad es otro de factor que el catedrático Fernando Carrión apunta como reto urgente a abordar. Solamente la Iglesia y las Fuerzas Armadas cuentan con niveles de credibilidad, mientras otras instituciones como la Asamblea Nacional o la Policía están desacreditadas.

El presidente Daniel Noboa y la vicepresidenta Verónica Abad. Foto:AFP

Las propias acciones de Noboa, en la pelea con su ‘vice’, Verónica Abad, y su oposición a que lo reemplace durante la campaña, tal como lo establece el Código de la Democracia, ha quebrantado la Constitución, considera Carrión, por lo que seguramente tendrá que enfrentar muchas demandas. No pone en duda que, en el futuro, la oposición pueda plantearle un juicio político o se produzca el recurso de una muerte cruzada. “La inestabilidad política va a tener influencia en la institucionalidad, en la crisis económica y en la seguridad”, sentenció.

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