Tras un bombardeo contra un centro de detención en la periferia de Trípoli, más de 40 migrantes murieron y al menos cien resultaron heridos. El ataque fue atribuido a las fuerzas del mariscal rebelde Jalifa Haftar y que suscitó condenas internacionales.
El ataque «podría claramente constituir un crimen de guerra», dijo este miércoles el enviado de la ONU en Libia, Ghassan Salamé. «Mató (…) a gente inocente obligada a estar en este refugio por sus espantosas condiciones de vida», agregó, en un comunicado.
El bombardeo aéreo de este martes dejó un agujero de tres metros de diámetro en el centro de este hangar de Tajura, en las afueras al este de Trípoli. Numerosos cuerpos yacían en el suelo del lugar, constató un fotógrafo.
Según un comunicado de la Misión de apoyo de la ONU a Libia (MANUL), en el que estaba citado Ghassan Salamé, el balance es de «al menos 44 migrantes» muertos y más de «130 heridos graves».
«Esta matanza innoble y sangrienta» es «una consecuencia de las más horribles y trágicas» de la «absurdidad de esta guerra», añadió Salamé. Además, el enviado hizo un llamado a la comunidad internacional para «condenar este crimen e imponer sanciones apropiadas a los autores de esta operación en flagrante violación» de los derechos humanos.
Asimismo, el Consejo de Seguridad de la ONU anunció que celebrará este miércoles -a petición de Perú que ejerce su presidencia en julio- una reunión de urgencia a puerta cerrada para discutir el ataque.
Es la segunda vez que este centro de migrantes de Tajura, donde se hacinan más de 600 personas
Es la segunda vez que este centro de migrantes de Tajura, donde se hacinan más de 600 personas, es alcanzado desde que el mariscal Jalifa Haftar, el caudillo del este del país, lanzó una ofensiva en abril para controlar la capital.
En un comunicado, el Gobierno de Unidad Nacional (GNA), basado en Trípoli y reconocido por la ONU, denunció lo que calificó como «un crimen odioso» y lo atribuyó «al criminal de guerra Jalifa Haftar».
En su nota, el GNA acusó a las tropas de Haftar de haber perpetrado un ataque «premeditado» y «preciso» contra el centro de migrantes. El ataque no ha sido reivindicado, pero los medios de prensa que apoyan a Haftar habían mencionado la inminencia de una «serie de ataques aéreos» en la zona de Trípoli y Tajura (donde están localizados varios sitios militares controlados por el gobierno).
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, advirtió en Twitter sobre «tres mensajes claves: los migrantes y refugiados NO tienen que estar detenidos, los civiles NO tienen que ser objetivos, Libia NO es un lugar seguro para devolver» a los migrantes. El portavoz de ACNUR también expresó «extrema preocupación» sobre «rumores» que apuntan a que el lugar era un «almacén de armas».
3 key messages after air strikes killed many migrants&refugees at a Libyan detention centre: they must NOT be detained; civilians must NOT be a target; Libya is NOT a safe place of return. And of course, states with influence must cooperate to end conflict, rather than fuel it. https://t.co/rKqOcsy07Q
— Filippo Grandi (@RefugeesChief) July 3, 2019
De igual forma, Médicos Sin Fronteras (MSF) reaccionó en Twitter a «estos terribles acontecimientos» y reclamó la «evacuación inmediata de refugiados y migrantes encerrados en centros de detención en Trípoli».
A pesar de la constante inestabilidad, Libia es un país de tránsito de migrantes que huyen de conflictos armados o inestabilidad en otras regiones de África y el Medio Oriente. Por esto, el presidente de la comisión de la Unión Africana, Musa Faki Mahamat, reclamó una «investigación independiente para asegurarse que los responsables de la muerte horrible de estos civiles rindan cuentas».
Turquía, que apoya militarmente al GNA, se sumó a las críticas y calificó el ataque de «crimen contra la humanidad». Igualmente, La UE condenó el «ataque horrible».
AFP