El barco humanitario Open Arms rechazó este domingo por «inviable» llevar al puerto español de Algeciras al centenar de migrantes a bordo desde hace más de dos semanas, tal y como ofreciera Madrid, que fustigó a Italia por cerrarle sus puertos.
Ante «la inconcebible respuesta de las autoridades italianas (…) de cerrar todos sus puertos», el gobierno español anunció este domingo que habilitaría el puerto de Algeciras, al sur de la península Ibérica, para recibir al Open Arms.
Pero la oenegé española Proactiva Open Arms declinó la propuesta, afirmando que es «absolutamente inviable» navegar las casi mil millas hasta Algeciras desde su ubicación actual, cerca de la isla italiana de Lampedusa, debido a la «emergencia humanitaria» de los 107 migrantes a bordo, según indicó su portavoz Laura Lanuza a la radio COPE.
Ante esto, el gobierno español hizo la noche del domingo una contraoferta y ofreció «el puerto español más cercano en su ruta» hacia sus «aguas territoriales», que podría ser en las islas Baleares, indicaron fuentes del gobierno, que señalaron no haber recibido todavía respuesta.
De su lado, el ministro italiano de Transportes, Danilo Tonelli, a cargo de los guardacostas de su país, afirmó que éstos estaban «dispuestos a acompañar a la ONG hacia el puerto español con todo el apoyo técnico necesario».
De todas maneras, serían varios días de navegación adicional. El Open Arms había rechazado Algeciras porque le tomaría cinco días llegar. La última palabra sobre si es seguro navegar hasta un puerto la tiene el capitán del barco, señalaron fuentes de Proactiva.
En cambio, el Open Arms envió en la jornada una nueva «solicitud urgente» a Lampedusa para desembarcar a los migrantes, cuyas «condiciones psicofísicas son críticas» tras 17 días a bordo. Madrid defendió su oferta alegando que «en estos momentos, España es el único país dispuesto a acogerlo en el marco de una solución europea».
En otro comunicado, de su ministerio de Exteriores, insistió en llamar «a todas las autoridades gubernativas italianas para que autoricen [el] desembarco» de los migrantes, y, de no permitirlo, advirtió con llevar el caso a la Unión Europea (UE) o instituciones garantes de derechos humanos.
El texto aseguró a Roma que si desembarcan, «se producirá el reparto» de los migrantes entre los países dispuestos a hacerse cargo. Estos son Francia -quien este domingo dijo que recibirá a 40-, Alemania, Luxemburgo, Portugal, Rumania y España.
Pese a haber entrado el jueves en aguas territoriales italianas cerca de Lampedusa luego de que la justicia italiana suspendiera un decreto que se lo impedía, el Open Arms» no recibió autorización para desembarcar del gobierno de Roma y su ministro del Interior, Matteo Salvini, de ultraderecha.
Salvini permitió con reticencias la evacuación el sábado de 27 menores migrantes. Este domingo, Salvini criticó que el Open Arms rechazara la oferta española. «Increíble e inaceptable, ¿organizan cruceros turísticos y deciden dónde desembarcar?», tuiteó.
Proactiva Open Arms insistió este domingo en la «desesperación» de los migrantes a bordo, en un tuit de Óscar Camps, que publicó un video en el que se ve, según señaló, a un grupo de cuatro migrantes que se lanzaron al agua para llegar a nado a Lampedusa y fueron devueltos al barco por socorristas.
Este es el enésimo caso de una embarcación humanitaria a la deriva en el Mediterráneo a la espera de que el gobierno italiano autorice el desembarco, aunque esta vez se ha mezclado la crisis política que se vive en Italia, donde se frustró una moción de censura de Salvini que buscaba dinamitar el gobierno.
AFP