El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, condicionó la ayuda del G7 para combatir los incendios en la selva amazónica a que el presidente francés, Emmanuel Macron, retire sus “insultos”, por declaraciones que cuestionaron la capacidad del país de preservar esa zona esencial para el planeta.
Aunque luego el portavoz del gobierno comentó que estarían dipuestos a recibir la ayuda si Brasil controla dichos recursos.
Las posturas de Bolsonaro en materia ambiental, que ya llevaron a la paralización del Fondo Amazonia financiado por Noruega y Alemania, preocupan a los gobernadores de la región, que pidieron al mandatario de ultraderecha a aceptar la ayuda para combatir los fuegos que desde hace varias semanas se multiplican en la zona.
“El señor Macron debe retirar los insultos que hizo contra mi persona. Primero me llamó mentiroso” y luego, sostuvo, “que nuestra soberanía en la Amazonia es una cuestión abierta”, afirmó Bolsonaro a periodistas que lo interrogaron sobre el anuncio de su principal ministro de rechazar la ayuda del G7 de 20 millones de dólares para combatir los incendios.
La recusación de la ayuda del G7 preocupó a los nueve gobernadores amazónicos de Brasil –la mayoría partidos de derecha o centroderecha, dos de ellos incluso del partido de Bolsonaro–, que pidieron a Bolsonaro a flexibilizar su posición.
“Necesitamos apoyo internacional e institucional y toda ayuda es bienvenida”, dijo Wilson Lima, gobernador de Amazonas (Partido Social Cristiano).
La tensión con Francia, que amenaza un acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur, contrasta con los elogios que Bolsonaro recogió de su aliado estadounidense Donald Trump. Bolsonaro “trabaja muy duro en los incendios en la Amazonia y en todos los aspectos está haciendo un gran trabajo por la gente de Brasil”, trinó Trump.
En Bolivia, donde los incendios también afectan la porción de su territorio en la Amazonia, el presidente de izquierda Evo Morales saludó la ayuda del G7, aunque calificó el aporte de “pequeñísimo”.
Macron se interrogó el lunes sobre la oportunidad de conferir un “estatuto internacional” a la selva amazónica, en caso de que “un estado soberano tome de manera concreta medidas contrarias al interés de todo el planeta”.
La presidencia francesa había afirmado que Bolsonaro “mintió” cuando se comprometió a respetar los compromisos de lucha contra el cambio climático.
La tensión bilateral tomó dimensiones personales, cuando Bolsonaro hizo un comentario en Facebook que terminaba con una risotada a un mensaje injurioso contra Brigitte Macron, primera dama de Francia.
Macron calificó los comentarios de “extraordinariamente irrespetuosos”. “No humilles, hombre, ja ja”, había escrito Bolsonaro, quien al ser interrogado negó la mala intención. “Yo no puse esa foto de su mujer. Alguien la puso y yo le dije que no hiciera tonterías”, dijo Bolsonaro, quien sin embargo acabó la entrevista cuando le insistieron en pedirle explicaciones sobre la carcajada.
El escritor brasileño Paulo Coelho ofreció disculpas en francés, en un video colgado en Twitter, por lo que llamó la “histeria de Bolsonaro respecto a Francia, el presidente de Francia y su esposa”.
Los datos satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Brasileñas contabilizan 82.285 puntos de incendio desde enero hasta el lunes 26 de agosto, un 51,9 por ciento en la selva amazónica.
La cifra total marca un aumento de 1.650 focos de fuego respecto a la víspera y representa un incremento de 80 por ciento respecto al mismo periodo de 2018.
Brasil había desplegado hasta el lunes 2.500 militares, cientos de vehículos y quince aeronaves, entre ellas dos aviones cisterna Hércules C-130, para controlar las llamas.
En el estado Rondonia, uno de los más afectados, daba señales de mejora después de algunas lluvias en los últimos días.
AFP