Ahmed Khalid puede considerarse un joven con mucha suerte, puesto que no llegó a subir al avión Boeing 737 del Ethiopian Airlines, que sufrió un trágico accidente ese domingo en el que todos sus tripulantes y pasajeros murieron.
Khalid tenía un vuelo desde Dubái hacia Nairobi, con conexión en Adís Abeba, pero el retraso del primer avión que lo iba a transportar hizo que llegara tarde a la aeronave que luego sufriría el siniestro.
«Mi primer avión llegó tarde. Así que tuve que esperar en Adís Abeba, el próximo vuelo», dijo el afortunado joven a Global News.
Ahmed Khalid cuenta que mientras esperaba su segundo vuelo, notó que las personas hablaban rápidamente sobre un tema en sus celulares, y que revisando el suyo se enteró del fatal hecho.
«La gente le preguntaba al personal qué estaba pasando. Ellos no contestaron. Fue a través de los teléfonos móviles que nos enteramos que el avión se estrelló seis minutos después del despegue«, dice.
Un Boeing 737 de Ethiopian Airlines que despegó de Adís Abeba con destino a Nairobi se estrelló este domingo por la mañana poco después de despegar con 157 personas a bordo, muchos de ellos extranjeros, que no sobrevivieron a la tragedia.
EL COMERCIO (Perú) / GDA