La OEA prevé más de 5 millones de desplazados de Venezuela para 2019, equiparando este flujo migratorio con los originados por conflictos bélicos en Siria o Afganistán, según un informe divulgado el viernes.
El Grupo de Trabajo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) sobre migrantes y refugiados venezolanos, creado en septiembre a instancias del secretario general, Luis Almagro, presentó un panorama sombrío en su informe preliminar.
«Sin ningún cambio significativo que pueda revertir la crisis económica, política y social en Venezuela, el número total de migrantes y refugiados podría llegar a estar entre 5,39 y 5,75 millones a finales del año 2019», indicó.
De continuar la tendencia actual, señaló, el total de migrantes y refugiados venezolanos sumará entre 7,5 y 8,2 millones al finalizar 2020. «Los venezolanos son la segunda población con más refugiados en el mundo solo superada por Siria, que lleva siete años en guerra», dijo Almagro.
Veinte años después de la llegada al poder de Hugo Chávez, fallecido en 2013, Venezuela, sumida en una crisis económica sin precedentes, vive actualmente una pugna por el poder entre el mandatario Nicolás Maduro y el líder opositor Juan Guaidó, autoproclamado presidente interino y reconocido como tal por más de 50 países.
El informe del Grupo de Trabajo, coordinado por el político de oposición venezolano David Smolansky e integrado por cuatro expertos independientes, destacó que «la magnitud y la velocidad» del flujo migratorio de venezolanos tiene similitudes con otras crisis masivas de migrantes provocados por guerras. La crisis de refugiados en Siria, que se inició en 2011, generó unos 6,3 millones de desplazados para 2017. La guerra en Afganistán, que comenzó en 1978, dejó once años después unos 6,3 millones de migrantes y refugiados, apuntó.
«La velocidad en el crecimiento del número total de migrantes y refugiados venezolanos es tan alta como la crisis siria en sus primeros años», señaló el reporte. «Estamos viviendo las consecuencias de una guerra sin tener guerra», dijo Carlos Vecchio, embajador de Guaidó ante Estados Unidos, durante la presentación del informe.
El reporte, que cita cifras del Plan Regional de Respuesta para Refugiados y Migrantes (RMRP por sus siglas en inglés) de Venezuela, lanzado por la ONU en diciembre, señala que unas 3,4 millones de personas abandonaron Venezuela desde 2015, cuando se agudizó la crisis. Esto representa más del 10% de la población total del país y supone la marcha de 5.000 personas diarias, o unas 200 personas por hora. Los migrantes de Venezuela están mayoritariamente en Colombia (1,2 millones), Perú (700.000), Chile (265.800), Ecuador (250.000), Argentina (130.000) y Brasil (100.000). En Curazao suman 26.000 (15% de la población total de la isla) y en Aruba, 16.000 (10%).
Smolansky dijo que esta situación tiene «cinco determinantes»: la crisis humanitaria, la violencia generalizada, el control social, la violación de derechos humanos y el colapso económico.
«La persecución sistematizada en Venezuela a través de diferentes métodos es otro factor importante que explica la migración masiva», denunciaron los expertos.
El reporte indica que el 87% de los hogares venezolanos se encuentra por debajo de la línea de pobreza, en comparación con menos del 50% en 1996, y subraya que la pobreza extrema es superior al 60%.
La tasa de homicidios es de 81,4 cada 100.000 habitantes. Es «quizás la peor crisis en la historia moderna del hemisferio occidental», afirmó el Grupo de Trabajo de la OEA.