Terrorismo de extrema derecha sacude a la pacífica Nueva Zelanda

Un “extremista de derecha” equipado con armas semiautomáticas causó un baño de sangre este viernes en dos mezquitas de Christchurch, en Nueva Zelanda, al matar a 49 fieles y herir a decenas de personas más.

La primera ministra, Jacinda Ardern, quien habló de uno de los “días más oscuros” de este país del Pacífico Sur, calificó el atentado de “terrorista” y subrayó que se trata del peor ataque contra musulmanes en un país occidental.

Nueva Zelanda es considerada una de las naciones más pacíficas del mundo y con menores índices de delincuencia. En este atentado pudieron haber muerto más personas que el promedio de todo un año en el país.

El autor, un australiano de 28 años, fue detenido y acusado de los asesinatos. El atentando suscitó una cascada de condenas en todo el mundo, desde el papa Francisco hasta la reina Isabel II, pasando por el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan.

El asaltante difundió en directo por las redes sociales, las imágenes de sus ataques, en las que se le ve pasar de víctima en víctima, y disparando contra los heridos cuando intentaban huir. Debe comparecer este sábado ante el tribunal del distrito de Christchurch. Otros dos hombres están detenidos, aunque se desconoce de qué se les acusa.

Nueva Zelanda

Brenton Harrison Tarrant (con el rostro pixelado), principal sospechoso de los ataques a dos mezquitas en Nueva Zelanda en los que murieron 49 personas y 50 quedaron heridas.

Antes de pasar a la acción, el hombre, quien se presenta como un blanco de clase obrera con pocos recursos, publicó en Twitter un manifiesto racista de 74 páginas titulado ‘El gran remplazo’, en alusión a una teoría originada en Francia y que va ganando terreno entre los círculos de la ultraderecha según la cual los “pueblos europeos” son “reemplazados” por poblaciones no europeas inmigrantes.

El documento detalla dos años de radicalización y preparativos. Afirma que los momentos claves de su radicalización fueron el fracaso de la dirigente ultraderechista Marine Le Pen en las elecciones francesas de 2017 y la muerte de la pequeña Ebba Åkerlund, de 11 años, en un atentado con camión en abril de 2017 en Estocolmo.

Las cuentas en Twitter, Instagram y Facebook en donde fue publicado el video, las fotos y el manifiesto fueron desactivadas.

Las autoridades búlgaras confirmaron que Tarrant, el presunto cerebro del atentado, visitó varios lugares históricos de Bulgaria, incluidos antiguos campos de batalla en los que se enfrentaron ejércitos cristianos y otomanos. El sospechoso estuvo seis días en Bulgaria, de donde viajó a Rumania y Hungría, explicó en una rueda de prensa el fiscal general búlgaro, Sotir Tsatsarov.

“El período establecido de presencia en territorio búlgaro es entre el 9 y el 15 de noviembre”, explicó Tsatsarov. En el tiempo que pasó en Bulgaria, Tarrant visitó, al menos, nueve ciudades vinculadas al pasado del país, incluida su antigua capital, Veliko Tarnovo, además de otros lugares en los que, en diferentes etapas históricas, se libraron batallas entre ejércitos cristianos y musulmanes.

Según las autoridades búlgaras, este fue el segundo viaje a los Balcanes de Tarrant, ya que en diciembre de 2016 había visitado Serbia, Montenegro, Bosnia y Croacia.

La primera pista sobre su estancia en Bulgaria surgió cuando en las fotos de las armas y los cargadores del terrorista se vieron escritos en alfabeto cirílico y latino los nombres de reyes búlgaros y de lugares de importantes batallas, una de ellas durante la guerra entre Rusia y Turquía de 1877-1878.

También estaban inscritos en los fusiles los nombres de personas de extrema derecha, como el neonazi español Josué Estébanez, un exmilitar de ideología fascista que apuñaló mortalmente a Carlos Palomino, un joven antifascista, en 2007, en Madrid, y fue condenado en 2009 a 26 años de cárcel con el agravante de motivación ideológica.

Igualmente había fechas como 1683, año del asedio del Imperio otomano a Viena, y otros nombres como Sebastiano Venier, comandante de la flota veneciana en la batalla de Lepanto contra los turcos.

Las dos mezquitas atacadas fueron la de Masjid al Noor, en el centro de Christchurch, donde murieron 41 personas, según la policía, y la de Linwood, en las afueras, donde siete perdieron la vida. Otra víctima, de la que no está claro en qué mezquita estaba, sucumbió por sus heridas en el hospital.

Entre las víctimas mortales figuran mujeres y niños. Unos 50 heridos de bala estaban hospitalizados. Según la primera ministra, una veintena estaban graves.

En una de las mezquitas, un palestino que no quiso ser identificado dijo que vio cómo un hombre era abatido de un disparo en la cabeza. “Escuché tres disparos rápidos y, después de unos diez segundos, todo comenzó de nuevo. Debe haber sido un arma automática porque nadie puede apretar el gatillo tan rápidamente”, dijo el hombre.

Según su testimonio, “las personas comenzaron a correr. Algunas estaban cubiertas de sangre”. Las imágenes del video difundido son “extremadamente angustiosas”, advirtió la policía.

Nueva Zelanda, país de cinco millones de habitantes donde solo 1 % de la población se dice musulmana, se enorgullece de ser un lugar apacible y acogedor, pues en todo el año se producen unos 50 asesinatos.

AFP y EFE

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