El expresidente peruano Alan García, de 69 años, falleció este miércoles en Lima, en el Hospital de Emergencias Casimiro Ulloa, después de que se disparó en su vivienda minutos antes de ser detenido por sus presuntos delitos de corrupción vinculados con la brasileña Odebrecht, confirmó el diario ‘El Comercio’.
“Compañeros, ha fallecido Alan García. ¡Viva el Apra!”, expresó Ricardo Pinedo, secretario personal de García Pérez, a las afueras del hospital , adonde el exjefe de Estado fue trasladado de emergencia.
Por su parte, el presidente peruano, Martín Vizcarra, se pronunció en su cuenta Twitter y lamentó lo ocurrido. «Consternado por el fallecimiento del expresidente Alan García. Envío mis condolencias a su familia y seres queridos», escribió Vizcarra.
Consternado por el fallecimiento del ex presidente Alan García. Envío mis condolencias a su familia y seres queridos.
— Martín Vizcarra (@MartinVizcarraC) 17 de abril de 2019
«Esta mañana ha sucedido este lamentable accidente: el presidente tomó la decisión de dispararse», dijo temprano a periodistas su abogado Erasmo Reyna. El hospital había informado que el exmandatario tenía «una herida de bala en la cabeza» y estaba siendo operado. Asimismo, la ministra de Salud, Zulema Tomás, dijo que el expresidente había sufrido tres paros cardíacos en el quirófano.
A los pocos minutos se escuchó un disparo de arma de fuego (…)
El ministro de Interior, Carlos Morán, explicó en una rueda de prensa que la policía llegó a la casa de García atendiendo una orden judicial de detención preliminar por diez días. Después de que ingresaron los agentes, el exmandatario se encerró en su habitación. «A los pocos minutos se escuchó un disparo de arma de fuego y la policía ingresó y encontró a García con una herida de bala en la cabeza», afirmó Morán a periodistas.
Decenas de simpatizantes del exmandatario, amigos y varios políticos de su partido Apra que habían llegado al hospital reaccionaron con indignación y tristeza a la noticia de su muerte.
Algunos entonaron el himno del grupo político que se fundó hace casi un siglo. García, que gobernó dos veces el país, entre 1995 y 1990 y entre 2006 y 2011, fue una figura gravitante en la escena política peruana y protagonista de ácidas polémicas.
‘Una persecución política’
Antes de emitirse la orden de detención, García había declarado el martes que no se asilaría ni escondería, en tácita alusión al frustrado asilo que pidió a Uruguay en diciembre.
La justicia dictó en ese mes 18 meses de impedimento de salida del país. La ahora detención ordenada a García era por 10 días y buscaba, según la Fiscalía, recoger nuevos elementos en la investigación ante un eventual riesgo de fuga.
A fines de 2018 García, tras abandonar la embajada uruguaya, dijo que estaba a disposición de la Fiscalía, que lo investigaba por corrupción y lavado de activos. El exmandatario permaneció durante 16 días en la embajada uruguaya, donde solicitó asilo «ante la inminencia de una orden de detención».
El pedido fue rechazado por el gobierno de Uruguay tras revisar la documentación entregada por Lima y por el solicitante. En las últimas semanas García había reiterado que no existía «ninguna delación, prueba o depósito» que lo vinculara a «ningún hecho delictivo y mucho menos con la empresa Odebrecht o la realización de alguna de sus obras».
El exmandatario estaba bajo la lupa por supuestos sobornos pagados por la empresa brasileña Odebrecht para obtener un contrato de construcción para el metro de Lima durante su segundo mandato.
El año pasado, el expresidente alegó ser «perseguido político», pero su versión fue desmentida por la justicia y el gobierno peruano. García era sometido a una investigación preliminar de la Fiscalía, pero aun no estaba siendo procesado.
Según la Fiscalía, el entonces presidente García y otros 21 funcionarios conspiraron para «facilitarle» a la empresa holandesa ATM Terminals que ganara en 2011 la concesión de la Terminal Norte del puerto del Callao, vecino a Lima.
Por el escándalo de Odebrecht en Perú también están investigados los exmandatarios Alejandro Toledo (2001-2006), Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), este último bajo detención preliminar hasta el 20 de abril, así como la opositora Keiko Fujimori, quien está en prisión preventiva.
REDACCIÓN INTERNACIONAL*
Con AFP, Efe y El Comercio (GDA).