El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se negó este miércoles a entregar al Congreso la versión completa del informe sobre la ‘trama rusa’, invocando, por primera vez, el «privilegio ejecutivo» que le permite retener información y escalando así el conflicto con sus oponentes demócratas.
La Casa Blanca busca mantener confidencial una amplia porción de la pesquisa del fiscal especial Robert Mueller sobre la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016, que fue requerida por congresistas para ejercer su responsabilidad de supervisión.
El anuncio de la decisión de la Casa Blanca de apelar a la autoridad presidencial de reservar la divulgación de información se produjo justo al comienzo de una audiencia en la Cámara de Representantes para iniciar el proceso de desacato contra el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, por negarse a entregar el informe completo y las pruebas que lo acompañan.
«Los estadounidenses ven claramente que las maniobras desesperadas del presidente (del Comité Judicial de la cámara baja, el demócrata) Jerry Nalder, apuntan a desviar (a la ciudadanía) de los exitosos logros del presidente», dijo la portavoz de Trump, Sarah Sanders. «Ni la Casa Blanca ni el fiscal general Barr cumplirán con las demandas ilegales e imprudentes de Nadler», añadió.
El asistente del fiscal general, Stephen Boyd, escribió a los legisladores que Trump había «declarado el privilegio ejecutivo sobre la totalidad de los materiales requeridos».
El intento de Nadler por someter a Barr a un proceso por desacato había «terminado» las negociaciones en curso sobre los documentos que el Congreso podría ver de la investigación de Mueller, apuntó.
Los estadounidenses ven que las maniobras desesperadas de Jerry Nalder, apuntan a desviar los exitosos logros del presidente
«¡Engaño traicionero!»
Nadler denunció de inmediato la iniciativa «sin precedentes» de la Casa Blanca y pidió a todos los legisladores que reaccionaran en nombre de las «instituciones».
«Nadie, ni el fiscal general, ni el presidente, pueden estar por encima de la ley», dijo, al cuestionar el desafío del gobierno de Trump «a los deberes constitucionales del Congreso».
Los demócratas han presentado el enfrentamiento con la Casa Blanca como una crisis constitucional, y algunos piden procedimientos de juicio político a Trump, mientras que la administración acusa a los demócratas de intentar derribar al presidente. Trump «busca demoler la Constitución de Estados Unidos», dijo la legisladora demócrata Sheila Jackson Lee, miembro del Comité Judicial, al tildar el comportamiento de la Casa Blanca de «absolutamente ilegal».
Trump descargó sus críticas en Twitter, cuestionando los dos años de investigación de
Mueller, cuyo informe, según el presidente, lo ha exonerado de cualquier delito. «¡Engaño traicionero!», espetó Trump, una de sus expresiones favoritas para decir que la investigación fue injustificada e iniciada como un golpe político por parte de sus oponentes.
Nadie, ni el fiscal general, ni el presidente, pueden estar por encima de la ley
Evidencia perturbadora
La presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, la principal líder demócrata en el Congreso, expresó su apoyo al movimiento de desacato a Barr, destinado a responsabilizar a Trump y a su círculo íntimo.
«Creo que el fiscal general debería ser considerado en desacato», dijo Pelosi en una conferencia en Washington.
Barr, que recién asumió como fiscal general a mediados de febrero, no hizo caso a una citación del Comité Judicial de la Cámara baja para entregar una copia completa del informe Mueller y todos los materiales probatorios, y la semana pasada se negó a declarar ante el panel.
El comité sometió a debate el informe sobre desacato de 27 páginas, en el que Nadler escribió que lo que se conoce del informe Mueller «ofrece evidencias perturbadoras de que el presidente Trump se involucró en una obstrucción de la justicia en los niveles más altos».
Barr declaró que Trump estaba libre de conspiración con Rusia y obstrucción de la justicia poco después de que Mueller presentara su informe de 448 páginas al Departamento de Justicia en marzo.
Los demócratas han protestado porque Barr ha tratado de proteger al presidente al negarse a presentar el informe completo y sus pruebas subyacentes al Congreso. La escaramuza política se ha desarrollado en múltiples frentes.
La Casa Blanca rechazó formalmente esta semana una solicitud de los demócratas para entregar las declaraciones de impuestos de Trump, sentando las bases de lo que probablemente será una batalla legal prolongada. Y el martes, la administración ordenó al exabogado de la Casa Blanca, Don McGahn, una figura clave en el informe de
Mueller, que retenga los documentos solicitados por el comité judicial del Congreso.
AFP