La reapertura de la frontera con Venezuela por Norte de Santander, ordenada el sábado por parte de Nicolás Maduro, no mermó la incesante marea de migrantes venezolanos, que se internan por los pasos irregulares, más conocidos como trochas, para arribar a suelo colombiano.
Aunque el mandatario venezolano permitió el paso peatonal por los puentes internacionales Simón Bolívar, Francisco de Paula y la Unión, situados entre el área metropolitana de Cúcuta y el Estado de Táchira, las largas filas ocasionadas por los contenedores sobre estas estructuras, empujan a los extranjeros a cruzar por estos caminos, infestados de barro y maleza.
Migración Colombia indicó que en la primera jornada de reapertura se registraron 34.000 ingresos y 40.000 salidas por los pasos autorizados. En total, unos 70.000 ciudadanos se movieron por este tramo del eje divisorio, elevando el movimiento de foráneos en Norte de Santander.
Iván Cabanerio es un ciudadano del vecino país, que pagó 2.000 pesos para cruzar por la trocha, situada a 200 metros del sector de La Parada, del municipio de Villa del Rosario, localizado a seis kilómetros de la capital nortesantandereana.
Él dijo que la congestión de extranjeros para llegar a la aduana venezolana se extendía por varias manzanas y la espera para pasar a Colombia duraba hasta dos horas.
“Hasta en la noche del viernes nos enteramos de la habilitación del puente, pero debido a los bloqueos que colapsan el tránsito peatonal (…) Realmente pagamos poco en comparación a lo que deberíamos soportar en esa espera”, indicó este extranjero, que arribó a territorio nacional a comprar enseres para su familia.
Por los mismos cruces de madera y de costales de arenas, que se elevan sobre el cauce del río Táchira, pasó Wense Méndez, originaria de Valencia (Venezuela), y pagó 3.000 pesos por pasar con su equipaje.
“El sol está muy fuerte y debemos esperar hasta dos horas. No han quitado esas trancas (obstáculos). Esa es la razón por la que preferimos arriesgarnos pasando la trocha”, indicó esta venezolana.
Frente a esta ola migratoria irregular, el coronel José Luis Palomino, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), indicó que tiene desplegado un dispositivo de 400 efectivos por el eje limítrofe y que, a pesar de la reapertura fronteriza, sus hombres permitirán el paso irregular, bajo estrictas medidas de seguridad.
Los puentes mantienen los contenedores y permite un paso de un metro de ancho
“Desafortunadamente hay personas que han tomado como costumbre pasar la trocha. Los puentes mantienen los contenedores y permite un paso de un metro de ancho. Por eso esperamos a que se habilite completamente para empezar a incentivar estos pasos informales”, precisó el alto oficial.
Tras conocerse la habilitación del paso peatonal, los alcaldes de Cúcuta y Villa del Rosario recibieron con beneplácito la decisión de Maduro y dijeron que la medida beneficiará a los cerca de 35.000 venezolanos, quienes llegan a esta zona del país abastecerse de alimentos y medicinas.
“Aquí volvemos a tener un espaldarazo a reactivar la economía de los cucuteños. En noviembre y diciembre tuvimos una alta demanda por lo compradores venezolanos y esto vuelve a darle una dinámica importante a la frontera”, explicó César Rojas, alcalde de la capital de Norte de Santander.
Hace tres meses, exactamente el pasado 23 de febrero, Nicolás Maduro rompió relaciones bilaterales con el Gobierno de Colombia y ordenó la restricción del tránsito peatonal por la frontera con Norte de Santander, que en ese momento fue el epicentro del fallido operativo del envío de las ayudas humanitarias, por parte de la oposición venezolana.
Semanas después, Maduro permitió la habilitación del cruce peatonal únicamente para niños venezolanos, con matrícula en colegios colombianos, y personas enfermas. Mientras tanto, una migración de venezolanos por las trochas se alentaba sin precedentes en la historia reciente.
La gobernadora del Estado Táchira, Laidy Gómez, aseveró que hasta el momento no se ha presentado una normalización del tránsito peatonal por los puentes internacionales y que dada la permanencia de los contenedores, el bloqueo fronterizo entre Colombia y Venezuela se mantiene.
No soportamos que la frontera sea para el beneficio individual de unos pocos que deben cuidar las líneas de seguridad y que hoy son copartícipes de las irregularidades presentadas en las trochas
“Los tachirenses no soportamos más con la frontera limitada; tampoco soportamos que la frontera sea para el beneficio individual de algunos pocos que deben cuidar la soberanía en las líneas de seguridad y que hoy son copartícipes de las irregularidades presentadas en las trochas”, indicó esta mandataria regional.
La funcionaria venezolana exigió el reconocimiento de una crisis humanitaria en esta región del vecino país, y pidió la activación del puente internacional de Tienditas, ubicados entre Cúcuta y Ureña, para garantizar el dinamismo de la economía en el territorio binacional.
Por otro lado, Freddy Bernal, delegado chavista en esta parte del país vecino, dijo que las instrucciones de Caracas para la reapertura del límite con Colombia no incluyen “por ahora” la remoción de estos obstáculos.
Sin embargo, al momento de esta publicación, los contenedores empezaban a ser vaciados.
Gustavo A. Castillo Arenas
Corresponsal de EL TIEMPO
CÚCUTA
Twitter: @Litumaescritor