Trump frente a Irán: ¿busca votos para reelección u oye a asesores?

Adepto a las declaraciones belicistas y a las amenazas apocalípticas, Donald Trump es también un crítico de las intervenciones militares de Estados Unidos, una ambivalencia que se ha puesto de manifiesto con la cancelación a último momento de ataques aéreos a Irán.

Estábamos en posición y listos para responder anoche (jueves) en tres sitios diferentes cuando pregunté cuántos iban a morir. ‘150 personas, señor’, fue la respuesta de un general. 10 minutos antes del ataque, lo detuve; era desproporcionado en comparación con derribar un avión no tripulado”, afirmó este viernes el mandatario en una serie de trinos en los que detalló la operación que se había planificado como respuesta al derribo de un dron por Irán.

Un día antes, Trump justificó su decisión de dar marcha atrás por su deseo de evitar una medida desproporcionada tras un ataque en el que ningún estadounidense había perdido la vida. Pero la secuencia de los últimos días, que podría ser uno de los momentos claves de su presidencia, plantea interrogantes sobre su estrategia y su enfoque de los complejos problemas geopolíticos.

Siempre muy atento a su base electoral y a las promesas de campaña, ahora pensando en su reelección, Trump repite que la seguidilla de guerras en Oriente Próximo le ha costado demasiado a EE. UU., tanto humana como económicamente. “Dije que quería salir de estas guerras interminables, hice campaña en esa dirección”, afirmó de nuevo el jueves desde la Oficina Oval.

DRON IRÁN

Captura de video cedida por Press TV (PTV), que muestra el sistema de misiles tierra-aire «Khordad-3» de Irán usado por la Guardia revolucionaria de Irán para derribar el dron.

Sin embargo, el tempestuoso líder de la primera potencia mundial recurre a menudo a una retórica fuertemente belicista. Tras prometer “fuego y furia” a Corea del Norte, amenazó a Irán con la destrucción absoluta. “Si Irán quiere pelear, será el fin oficial de Irán, ¡no más amenazas contra Estados Unidos!”, escribió en Twitter a mediados de mayo.

El presidente defiende una estrategia que rompe con la de sus antecesores y, junto con un aumento del presupuesto militar, apunta a obligar a sus enemigos a entablar sí o sí negociaciones. Algunos observadores y muchos opositores están preocupados por el peligro de una deriva militarista. “Es posible que el presidente no tenga la intención de ir a la guerra, pero tememos que se deslice a ella por error”, dijo el líder de la bancada demócrata en el Senado, Chuck Schumer.

Es posible que el presidente no tenga la intención de ir a la guerra, pero tememos que se deslice a ella por error

“Está indeciso, no tiene una verdadera estrategia”, señaló a su vez Robert Guttman, de la Universidad Johns Hopkins.

Para Robert Malley, presidente del International Crisis Group, Trump está, en el tema iraní más que en ningún otro, tironeado entre el “instinto de prudencia y el instinto de alguien que desea aparecer como un hombre fuerte que no deja que lo atropellen”. “No quiere realmente ser un guerrero, pero tampoco quiere ser visto como alguien que tiene miedo de la guerra”.

También está la presión de algunos de sus asesores, entre ellos el ‘halcón’ John Bolton, que quiere forzar un cambio de régimen en Irán.

No quiere realmente ser un guerrero, pero tampoco quiere ser visto como alguien que tiene miedo de la guerra

Este viernes, Trump sostuvo además contacto con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, cuyo país es un acérrimo adversario de Irán, y pidió la celebración de una reunión, el próximo lunes, del Consejo de Seguridad de la ONU .

Como respuesta, el viceministro de Relaciones Exteriores iraní, Abas Araghchi, envió un mensaje “urgente” a Washington a través de Suiza, diciendo que su país “no busca la guerra”, pero “defenderá decididamente su territorio contra cualquier agresión”. La embajada suiza en Teherán representa los intereses estadounidenses en ausencia de relaciones diplomáticas entre los dos países desde 1980.

Por su parte, La Fuerza Aeroespacial de los Guardianes de la Revolución de Irán dijo haber tenido la posibilidad de derribar un avión militar P8 de EE. UU. con 35 personas a bordo que violaba el espacio aéreo iraní junto con el dron abatido. “Podríamos haber apuntado a ese avión también, pero nos abstuvimos de hacerlo porque nuestra intención era solo enviar un mensaje a las fuerzas terroristas estadounidenses en la región”, aseveró el comandante de esta Fuerza, Amir Ali Hayizadeh.

AFP

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