¿Por qué, a pesar de críticas, Guaidó vuelve a dialogar con Maduro?

En una muy sensible cuerda floja parece estar caminando el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, luego de haber anunciado que representantes suyos asistirán a un diálogo con representantes del régimen de Nicolás Maduro en Barbados, con la mediación de Noruega.

Por una parte aguanta las embestidas del ala más radical de la oposición que cree que con el diálogo el chavismo lo que busca es ganar tiempo en medio de una crisis económica y social apremiante que tiene a 7 millones de venezolanos con la necesidad de ayuda humanitaria urgente.

Es claro que pesa mucho lo sucedido con anteriores tentativas de diálogo, como la de República Dominicana, cuando, en el mejor momento de la oposición, con multitudinarias marchas que tenían al régimen de Maduro contra la pared, el anuncio de diálogo enfrió la calle, dividió a la oposición y el chavismo proyectó su reelección.

Y mucho más después del demoledor informe presentado el viernes por la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en el que se confirmaron las denuncias de que el régimen venezolano es una estructura organizada que ha consentido y promovido las ejecuciones extrajudiciales de cerca de 7 mil personas en año y medio, y que ha provocado una crisis social y económica de tal naturaleza que ha sido el origen de la salida de más de 4 millones de personas del país.

Guaidó pidió a sus seguidores no ceder a «intrigas» al asegurar que la principal motivación de los acercamientos es «ponerle fin al sufrimiento de los venezolanos».

Pero, por otra parte, Guaidó se estrella con la realidad de que a pesar de la presión internacional, de la ayuda de Estados Unidos, de las multitudinarias marchas de apoyo ciudadano en las calles, Maduro sigue atornillado al poder con el apoyo de las Fuerzas Armadas y del ministro de Defensa, Vladimir Padrino López que, de una manera inusual, volvió a ser confirmado en el cargo a pesar de las versiones de que habría sido parte de una intentona golpista.

«Nos dirigimos al país y a la comunidad internacional, a fin de anunciar que en atención a la mediación del gobierno del Reino de Noruega para poner fin a la tragedia que padecemos los venezolanos, se asistirá a una reunión con representantes del régimen usurpador en Barbados, para establecer una negociación de salida a la dictadura», señaló el equipo de Guaidó.

Es evidente que la oposición no logra vencer al gobierno, ni sola ni con la ayuda del gobierno de EE. UU. Eso la obliga a buscar otros mecanismos para llegar a acuerdos a favor de unas elecciones

Además, el tiempo apremia a Guaidó y a los venezolanos en general: «No tenemos un tiempo ilimitado, cada día que pasa la situación empeora. La profunda crisis que vivimos, y que plasmó en su último informe la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, resalta el sentido de urgencia que tenemos. La solución debe ser ahora», se justifica el texto opositor. 

Para el politólogo Jesús Castillo-Molleda, en diálogo con la AFP, «es evidente que la oposición no logra vencer al gobierno, ni sola ni con la ayuda del gobierno de los Estados Unidos. Eso la obliga a buscar otros mecanismos para llegar a acuerdos a favor de unas elecciones», dijo

El gobierno «sigue buscando ganar tiempo, pues ha mostrado que carece de voluntad para resolver los problemas», añadió.

Curiosamente, casi al mismo tiempo que Guaidó aceptaba que enviaría una delegación a Barbados, también anunció que la Asamblea Nacional (Legislativo) aprobará en segunda discusión el reingreso de Venezuela al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), un acuerdo regional de defensa militar mutua que brinda un marco legal a una posible intervención extranjera. Venezuela abandonó ese mecanismo hace más de seis años.

Los venezolanos desean soluciones pacíficas. Por esta razón el diálogo es una opción

Es decir, Guaidó se presta a un diálogo, pero al mismo tiempo abre las puertas a un mecanismo drástico para forzar la salida de Maduro, una jugada a dos bandas que no se entiende bien dentro de la población.

Además, hay otro elemento: «Estudios de opinión coinciden en que los venezolanos desean soluciones pacíficas. Por esta razón el diálogo es una opción» para evitar escenarios de mayor conflicto, remarca el analista Castillo-Molleda.

Guaidó también anunció que recibirán en Caracas al representante especial de la Unión Europea para Venezuela, Enrique Iglesias, «como parte de la ofensiva internacional» contra Maduro.

INTERNACIONAL
*Con información de AFP, Efe, Reuters ​

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