Se trata de la segunda ola de calor en menos de un mes. Bélgica tuvo un récord de calor con los 40,7 ºC registrados en Beitem (oeste), según datos provisionales difundidos por el jefe de previsiones del IRM, David Dehenauw. Además, en el oeste de Alemania se llegó a los 40,5 ºC este miércoles.
La capital francesa batió su récord de calor con 42,6 °C registrados a las 4:32 p.m. (hora local). Es la segunda vez que las temperaturas en la Ciudad de la Luz superan 40°C. La primera fue el 28 de julio 1947, cuando el mercurio marcó 40,4 °C.
Para hacer frente al calor apabullante, parisinos y turistas buscaban un poco de frescura en las fuentes de París, como la del Trocadero, frente a la Torre Eiffel, que se convirtió en una piscina al aire libre.
Los usuarios de los transportes públicos sufrían también los rigores de la canícula. «¡Hace muchísimo calor en el metro, es insoportable!», dijo Petra Ulm, una austriaca de 34 años instalada en Francia.
«Hay muchísimas personas, no hay aire acondicionado y estamos los unos encima de los otros», añadió, mientras le caían gotas de sudor por la frente. «¡Tengo la impresión de haber abierto la puerta de un horno!», exclamó Vanessa Bouisson, una transeúnte de 38 años, tras terminar su jornada laboral.
Las olas de calor serán cada vez más frecuentes en todo el mundo, según científicos, que responsabilizan al cambio climático provocado por el ser humano. Las temperaturas mundiales nunca habían aumentado en los últimos 2.000 años tan rápido como ahora, según datos publicados el miércoles en dos estudios separados en las revistas Nature y Nature Geoscience.
AFP