El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticó el viernes la «estupidez» del presidente francés Emmanuel Macron por gravar a las grandes firmas tecnológicas mundiales, y prometió una represalia significativa que insinuó podría afectar al vino francés.
«Francia acaba de imponer un impuesto digital a nuestras grandes compañías de tecnología estadounidenses», tuiteó Trump sobre la norma aprobada este mes, que afectará a Google, Apple, Facebook y Amazon.
«Si alguien les cobra impuestos, debe ser su país de origen, Estados Unidos», agregó.
«Anunciaremos una acción recíproca sustancial sobre la estupidez de Macron en breve. ¡Siempre he dicho que el vino estadounidense es mejor que el vino francés!»
France just put a digital tax on our great American technology companies. If anybody taxes them, it should be their home Country, the USA. We will announce a substantial reciprocal action on Macron’s foolishness shortly. I’ve always said American wine is better than French wine!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 26, 2019
Así mismo, el mandatario rechazó la solicitud de Apple Inc. para evitar aranceles a las piezas de computadores que fabrica en China, indicando que la compañía debería fabricar los componentes en Estados Unidos.
«Apple no recibirá exenciones o alivio por los componentes del Mac Pro que se fabriquen en China. ¡Háganlas en EE.UU., no hay aranceles», manifestó en Twitter el mandatario.
Según desveló en junio el diario The Wall Street Journal, Apple planea trasladar de EE.UU. a China la fabricación de su ordenador Mac Pro, pese a la guerra comercial entre las dos potencias.
Apple will not be given Tariff waiver, or relief, for Mac Pro parts that are made in China. Make them in the USA, no Tariffs!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 26, 2019
De acuerdo con el diario neoyorquino, que citó «fuentes conocedoras de los planes» de la empresa, Apple ha elegido al contratista chino Quanta Computer Inc. para producir el nuevo Mac Pro en una de sus plantas en Shanghái próxima a otras fábricas que ya crean productos para la firma.
El Mac Pro, cuyo último modelo fue presentado en la conferencia de desarrolladores WWDC19 que la empresa celebró a principios de junio en San José (California, EE.UU.) es un modelo de ordenador pensado fundamentalmente para profesionales del diseño y la edición de vídeo, y cuesta 6.000 dólares.
Se trata del último gran dispositivo que Apple todavía fabricaba en EE.UU. -aunque al tratarse de un producto de lujo, la producción es muy reducida- y la empresa de Cupertino ha decidido trasladar su fabricación en un momento de máxima tensión comercial entre EE.UU. y China y pese a la posibilidad de que se incrementen los aranceles.
Por eso, ya en junio, la compañía que dirige Tim Cook pidió por carta al Gobierno de EE.UU. que no aplique nuevos aranceles a las importaciones de China, ya que afectarían a productos como los teléfonos iPhone, las tabletas iPad, los ordenadores Mac, los auriculares AirPods y los reproductores digitales AppleTV.
En la misiva, dirigida al representante de Comercio Exterior de EE.UU., Robert Lighthizer, Apple le pidió directamente que «no imponga tarifas sobre estos productos».
Washington y Pekín se sumergieron en una guerra comercial en 2018 que llevó a Trump a imponer aranceles sobre todos los bienes chinos importados anualmente a EE.UU., por valor de 300.000 millones de dólares; mientras que el Gobierno del presidente chino, Xi Jinping, hizo lo propio con productos estadounidenses valorados en 60.000 millones de dólares.
En la reciente cumbre del G20, en junio, Trump y Xi acordaron una tregua comercial, por lo que desde entonces no han impuestos más aranceles, aunque siguen vigentes los que ya decretaron.
Agencias / Bloomberg y EFE