El gobierno chino ha subido el tono de sus amenazas contra los manifestantes en Hong Kong, que este lunes completaron 9 semanas continuas de protestas con una huelga general que paralizó el enclave y estuvo marcada por enfrentamientos con la policía.
«No subestimen la firme determinación y la inmensa potencia del gobierno central de China«, dijo un portavoz de gobierno chino, Yang Guang, en una rueda de prensa. «El que juega con fuego, muere quemado», agregó.
Yang, dijo que las acciones de los «radicales» han ido más allá de la libertad de expresión o el derecho a reunirse: «Toda esa gente que toma a la Policía como objetivo o que prende fuego a comisarías está creando un gran daño a la sociedad (…). Esto tiene que parar».
El gobierno chino, que no tolera protestas en China continental se negó por el momento a intervenir en Hong Kong, dejando a las fuerzas de seguridad locales el control de la situación.
Sin embargo, la semana pasada, el ejército chino difundió un vídeo que mostraba a los soldados reprimiendo duranmente una manifestación en Hong Kong.
Pese a las advertencias, miles de hongkoneses se siguen organizando para exigir a Beijing el respeto de sus libertades democráticas, garantizadas desde que la excolonia británica volvió a la soberanía china en 1997, y de las que no gozan las demás ciudades en China continetal.
Este martes, la normalidad volvía al centro financiero internacional tras una jornada marcada por largas horas de protestas, y de enfrentamientos entre Policía y manifestantes en varios distritos de la ciudad.
En una rueda de prensa, un portavoz de la Policía indicó que 148 personas de entre 13 y 63 años fueron detenidas por delitos como manifestación ilegal, agresión a agentes de la autoridad, obstrucción a los agentes en la ejecución de sus tareas o posesión de armas.
«En dos meses, los alborotadores han destruido de forma temeraria el Estado de derecho. Sus actos han obstruido de manera grave la seguridad ciudadana», indicó el superintendente John Tse.
Durante la jornada de huelga, los efectivos antidisturbios dispararon 800 botes de gases lacrimógenos, 140 balas de goma y otras 20 de esponja.
La de la Policía no fue la única rueda de prensa del día: un grupo de jóvenes manifestantes convocó a los medios esta mañana para condenar el «uso excesivo de la fuerza» por parte de las fuerzas de seguridad y para disculparse ante los ciudadanos que se vieron afectados por la huelga, que paralizó el metro y calles de la ciudad.
Aunque China se ha abstenido de intervenir, medios locales reportaron que más de 12.000 antidisturbios chinos han llegado a la vecina localidad de Shenzhen para participar en un simulacro de disolución de protestas con vistas a la celebración del 70 aniversario de la fundación de la República Popular China, anunció el cuerpo policial en la red social Weibo.
La prensa oficial china dio su propia versión de la huelga del lunes, haciendo hincapié en que «los manifestantes no tienen respeto por otra gente», de acuerdo con declaraciones de residentes recogidas por el rotativo estatal China Daily.
AFP y EFE