Una segunda jornada de caos se vivió este martes en el aeropuerto de Hong Kong debido a las manifestaciones prodemocracia que terminaron con choques entre la policía y los protestantes, llevaron a la suspensión o anulación de cientos de vuelos y hacen subir cada vez más la tensión en una crisis que crispa la relación con Pekín, que, según EE. UU., está desplegando el ejército en la frontera con la excolonia británica.
Con gas pimienta, las autoridades arremetieron contra manifestantes radicales que hirieron a un supuesto policía y a un hombre acusado de ser espía, y que el diario oficial chino Global Times señaló como uno de sus reporteros.
Hong Kong atraviesa su crisis política más grave desde su retrocesión a China en 1997. Desencadenada por el rechazo a un proyecto de ley que autorizaba las extradiciones hacia China, la movilización de Hong Kong amplió sus reivindicaciones para denunciar un retroceso en las libertades y una injerencia de China.
En el quinto día de una movilización sin precedentes en el octavo aeropuerto mundial, los manifestantes endurecieron la protesta con el bloqueo de los pasillos que conducen a las zonas de embarque de las dos terminales, lo cual llevó a la anulación de todos los registros.
El lunes pasado, las autoridades ya habían tomado la inusual decisión de cancelar cientos de vuelos debido a las manifestaciones. Y si bien los despegues y aterrizajes volvieron a reanudarse brevemente este martes en la mañana, decenas de miles de pasajeros se vieron afectados.
La jefa de gobierno de Hong Kong –que es designada por Pekín–, Carrie Lam, alertó nuevamente sobre las peligrosas consecuencias para la ciudad, una de las capitales mundiales de las finanzas. “La violencia, ya sea su uso o su justificación, llevará a Hong Kong por un camino sin retorno y hundirá la sociedad en una situación muy preocupante y peligrosa”, dijo en rueda de prensa.
Great day in the incredible Commonwealth of Pennsylvania today, with the amazing energy workers, construction workers, and craft workers who make America run – and who make America PROUD. No one in the world does it better than YOU! pic.twitter.com/jfWGYjzwkm
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 14, 2019
Pero estas declaraciones no disuadieron a los miles de manifestantes que este martes por la tarde regresaron al aeropuerto, por el que pasan 74 millones de pasajeros al año.
El movimiento, cada vez más salpicado de enfrentamientos entre radicales y la policía, constituye un desafío inédito para el Gobierno central, que aseguró ver “signos de terrorismo”.
Ante el aumento de la violencia en las protestas, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, expresó este martes su preocupación por la represión de esas protestas y reclamó una “investigación imparcial” en la excolonia británica.
El presidente de EE. UU., Donald Trump, reconoció este martes que la situación en Hong Kong es “muy difícil”, pero que esperaba que se pueda resolver de forma “pacífica”, sin que nadie sea “asesinado”. Además, instó a “todo el mundo” a guardar la “calma”, al mismo tiempo que afirmó que los servicios de inteligencia estadounidenses informaron de un despliegue del ejército chino “en la frontera con Hong Kong”.
Este martes, los medios públicos el Diario del Pueblo y el Global Times, emanaciones directas del Partido Comunista, difundieron videos en los que supuestamente se veían blindados de transporte de tropas dirigiéndose hacia Shenzhen, metrópolis a las puertas de Hong Kong.