El presidente estadounidense, Donald Trump, quien será el próximo año anfitrión de la cumbre del G7, tiene en mente organizar ese evento en el Trump National Doral Miami Golf Resort, uno de sus campos de golf en Florida (sureste).
En declaraciones realizadas este lunes durante el último día del G7 en Biarritz (suroeste de Francia), Trump dijo que el complejo turístico Doral, cerca de Miami, sería el lugar ideal para la cumbre anual de las democracias más ricas del mundo.
«Es un gran sitio. Cuenta con una superficie enorme, muchos centenares de acres, por lo que podremos controlar todo», señaló ante periodistas. Trump, un magnate inmobiliario de toda la vida, cuya enseña puede verse en campos de golf de lujo y enormes rascacielos que llevan su apellido, habló con pasión sobre el Doral, uno de los clubes que posee alrededor del mundo.
A la gente le encanta la ubicación del hotel
«A la gente le gusta realmente», afirmó, aunque indicó que aún no se ha tomado una decisión final al respecto. «Está justo al lado del aeropuerto, o sea, a pocos minutos de distancia (…) Además cuenta con edificios que tienen entre 50 y 70 apartamentos, por lo que cada una de las delegaciones podría contar con su propio inmueble», continuó.
«A la gente le encanta la ubicación del hotel», señaló. «¡Es Miami!», añadió. Trump también se mostró entusiasmado con el G7 acogido por Francia, que se desarrolló en un lujoso hotel con vistas a la playa en la elegante Biarritz. Pero ¿cómo es el Trump National Doral Miami Golf Resort?
De acuerdo con el diario estadounidense ‘The Washington Post’, «el club Doral se encuentra en una zona interior del condado de Miami-Dade, situada entre parques industriales lejos del Océano Atlántico».
Además, el medio señala que Trump compró ese club en el 2012, después de recibir un crédito de 125 millones de dólares del Deutsche Bank. «Fue bastamente renovado, en parte, por personal indocumentado que era transportado de un club a otro, de acuerdo con trabajadores de ese grupo». Entre los cambios que se hicieron figuran el de las calles y los canales de la propiedad.
El complejo turístico está construido más para jugar que para trabajar. Su sitio web se jacta de que está a solo 13 kilómetros del Aeropuerto de Miami. El lugar tiene 800 acres (323.5 hectáreas) y cuenta con cuatro campos de golf: Blue Monster, Golden Palm, Red Tiger y Silver Fox. Dependiendo del campo, una ronda de 18 hoyos cuesta entre 70 y 250 dólares por persona.
Asimismo, el resort cuenta con cuatro canchas de tenis, un spa «inspirado en Europa», tres restaurantes, una tienda de mercado, más de 100.000 pies cuadrados (9.290 metros cuadrados) de espacio para eventos, incluido el Donald J. Trump Grand Ballroom, y 643 habitaciones, que tienen un costo que va entre los 127 y 7.169 dólares por noche. La más costosa es la suit presidencial.
Lo cierto es que el deseo del mandatario estadounidense de organizar la próxima cumbre del G7 en una de sus propiedades ya despertó críticas desde varios sectores, pues «ser sede de la cumbre podría aumentar las reclamaciones de que Trump se aprovecha de la presidencia y viola la llamada Cláusula de Honorarios de la constitución» de EE. UU., informó ‘El Nuevo Herald’.
Pero el presidente insistió en que no se beneficiaría personalmente de la selección del complejo para la cumbre del G7. «No quiero hacer dinero», afirmó. En el pasado, la Organización Trump ha donado las ganancias de gobiernos extranjeros al Tesoro de los EE. UU., como parte de un intento para contrarrestar las críticas al aceptar pagos de gobiernos extranjeros.
Sin embargo, Doral se beneficiaría de otras maneras al organizar una cumbre de líderes mundiales, pues el complejo obtendría publicidad gratuita que podría aumentar las ganancias futuras.
REDACCIÓN INTERNACIONAL*
*Con AFP y Bloomberg