Hoy en día, el trasplante de órganos, la reproducción humana, los pacientes en estado terminal, el aborto y el SIDA, entre otros temas, hacen parte de las discusiones éticas médicas que buscan ahondar en las posibles repercusiones de los avances científicos en el desarrollo humano y médico.
Es además en esa discusión que nace la bioética, en los años 70, como una disciplina intelectual que ha venido cuestionando precisamente esa pertinencia y alcance de cada hallazgo y avance científico en el campo de la medicina.
«Los acelerados progresos de la medicina han colocado al hombre de nuestro
tiempo en una situación de perplejidad y de peligrosa confusión. Al mismo tiempo, han puesto de relieve la necesidad de analizar esos avances y de evaluar sus consecuencias negativas sobre los individuos y las colectividades», se lee en el
prólogo del libro Antecedentes y estado actual de la bioética en Colombia, escrito por el médico y humanista Fernando Sánchez-Torres, uno de los referentes en el país cuando de dicha discusión se trata.
«Precisamente, es a la bioética a la que le corresponde examinar los efectos de esta
“auténtica revolución biológica” -como llama el teólogo español Mariano Vidal a ese
cúmulo de circunstancias nuevas- a la luz de los valores y los principios morales», explica Sánchez Torres en su libro.
También en ese escenario entran importantes académicos como Jean Noël Missa, profesor en la Universidad Libre de Bruselas y en la Universidad de Mons y Director de Investigación del Fondo Nacional de Investigación Científica, cuyo trabajo se ha centrado en la filosofía de las ciencias biomédicas (en particular, en el campo de la neurociencia y la psiquiatría biológica) y en la bioética.
Missa participó la semana pasada en el Seminario Internacional de Bioética , que tuvo lugar en Bogotá, con un reconocimiento al trabajo de Gilbert Hottois, importante académico belga, de larga trayectoria en el campo de la filosofía, docente durante muchos años de Filosofía Contemporánea en la Universidad de Bruselas y especialista en bioética, que murió a principios de 2019.
En dicho espacio, Missa explicó a EL TIEMPO que «Hottois abordó desde la bioética temas tan delicados como el transhumanismo, que acarrea consecuencias a largo plazo para la especie humana. Abordó temáticas como modificaciones de genomas, la eliminación de fronteras entre lo terapéutico y el mejoramiento humano y la exigencia y necesidad de modificar embriones».
Según el experto, el transhumanismo, por ejemplo es un humanismo actual, que acepta la transformación del humano y además resalta la importancia de la evolución.
También aborda desde la bioética el posthumanismo, inteligencia artificial, que habla de quienes consideran que el cerebro humano es anticuado y lento, por lo que debe cambiarse y hacer a lo artificial consciente.
Para Missa, la globalización ha expandido el debate bioético y ha añadido nuevos temas de deliberación ética, ampliando el espectro de la bioética tradicional y generando nuevas preguntas válidas en todo el mundo sin distingo de cultura, raza, credo, género o convicción política.
Precisamente, el Seminario Internacional de Bioética de la Universidad El Bosque discutió esos temas, sus repercusiones en las sociedades actuales y sus efectos en las sociedades futuras, el ambiente y el planeta.
Redacción APP