Diputados y activistas antibrexit lanzaron una batalla legal este jueves para intentar impedir al primer ministro Boris Johnson que suspenda las labores parlamentarias hasta dos semanas antes de la fecha de salida de la Unión Europea.
Johnson anunció el miércoles haber pedido a la reina Isabel II la suspensión de la sesión parlamentaria entre la segunda semana de septiembre y el 14 de octubre, a tres días del Consejo Europeo y 17 de la fecha en que prometió sacar al país del bloque con o sin acuerdo.
Esto provocó una ola de indignación y protestas. Diputados opositores se declararon determinados a intentar aprobar una legislación urgente contra un Brexit sin acuerdo en las semanas previas y posteriores a la suspensión o a lanzar una moción de censura contra Johnson.
El primer ministro también sufrió un duro revés el jueves cuando la carismática líder de su Partido Conservador en Escocia, Ruth Davidson, contraria a una salida brutal de la UE, anunció su dimisión aduciendo motivos familiares y políticos.
El plan para frenar las intenciones de Johnson pasa, según el líder laborista, Jeremy Corbyn, por «detenerle políticamente» a partir de un «proceso parlamentario que permita legislar y prevenir un ‘brexit’ no negociado», que se pondrá en marcha el próximo martes.
El jefe de la oposición británica destacó asimismo que contempla presentar una moción de censura contra Johnson «en el momento apropiado»
El escenario podría dar un vuelco aún mayor si este viernes el Tribunal de Sesiones de Edimburgo, que se reunió para deliberar si la decisión cumple con la legalidad, determina que el Gobierno del conservador Johnson actuó fuera de la ley.
La corte civil de mayor rango de Escocia celebró este jueves una vista presidida por el juez Lord Doherty, después de que un grupo de más de 70 diputados británicos contrarios a la salida del país de la Unión Europea (UE) presentaron una demanda a inicios de agosto.
De forma «muy inteligente», según el constitucionalista Robert Craig de la Durham University, para suspender el parlamento el primer ministro no aludió al Brexit, sino a una práctica habitual en el Reino Unido que permite a todo nuevo ejecutivo presentar su programa legislativo.
Sin embargo, la empresaria y activista antibrexit Gina Miller lanzó una acción ante la justicia denunciando que la medida «fue manifiestamente utilizada (…) para impedir que el parlamento legisle contra un Brexit sin acuerdo».
Miller fue la responsable en 2017 de una victoriosa batalla legal que obligó al gobierno de May a requerir la aprobación parlamentaria para todo acuerdo con Bruselas y ahora se declara determinada a impugnar «el efecto y la intención» de la decisión de Johnson.
«Pedimos una audiencia urgente la semana que viene y una orden judicial provisional», dijo a la BBC, considerando «totalmente posible que los tribunales lleven esto a cabo en el tiempo disponible».
De forma muy inteligente para suspender el parlamento el primer ministro no aludió al Brexit, sino a una práctica habitual en el Reino Unido
Y en Irlanda del Norte Raymond McCord presentó una acción judicial, que será examinada este viernes, para obligar al primer ministro a revocar su petición a la reina de suspender el parlamento. El activista argumenta que un ‘brexit’ no negociado violaría el acuerdo de paz del Viernes Santo.
Con eslóganes como «Paren el golpe de Estado», miles de personas se manifestaron el miércoles en Londres, Mánchester, Edimburgo y otras grandes ciudades.
Más protestas están previstas el sábado a nivel nacional, y una gran manifestación el martes, cuando los diputados vuelven al trabajo.
En la página web del parlamento, una petición contra la suspensión contaba este jueves 1,5 millones de firmas, superando con mucho las 100.000 necesarias para provocar la apertura de un debate parlamentario.
La idea de Johnson
Johnson, el carismático y controvertido político de indisciplinada cabellera rubia, llegó al poder el 24 de julio en remplazo de Theresa May -obligada a dimitir por su incapacidad para cumplir con el Brexit-, asegurando que sacaría al país de la UE el 31 de octubre con o sin acuerdo.
Hace más de tres años que los británicos decidieron en referéndum abandonar el bloque europeo. Sin embargo, su salida, inicialmente prevista para marzo de 2019, fue aplazada dos veces por el rechazo del Parlamento al Tratado de Retirada firmado por May con Bruselas.
Johnson se declaró dispuesto a rescatar el acuerdo con los 27 a condición de que saquen del Tratado la «salvaguarda irlandesa», un mecanismo destinado a evitar una nueva frontera en la isla de Irlanda que los euroescépticos acusan de mantener al país en las redes de la UE.
De lo contrario amenaza con un Brexit sin acuerdo, que tendría caóticas consecuencias económicas para ambas partes.
El descontento de un sector del Partido Conservador británico se visibilizó con la dimisión de la líder de los «tories» escoceses, Ruth Davidson, quien justificó su inesperada marcha aduciendo cambios «personales» y en el «amplio contexto político».
Aunque sus desacuerdos con Johnson son sobradamente conocidos (Davidson evitó respaldarlo durante la carrera por el liderazgo conservador), aseguró que la principal razón de su marcha es que quiere centrarse en cuidar a su hijo.
No ocultó, sin embargo, que su preferencia es que el Reino Unido abandone la UE con un acuerdo, y señaló que el «premier» le ha asegurado que está trabajando en esta dirección. Los «tories» pierden así a una de sus figuras más carismáticas -Davidson consiguió situarles en 2016 como el primer partido de la oposición en Escocia-, lo que podría perjudicarles si se celebran elecciones generales.
Tenemos que prepararnos para ello (salida brutal de la UE)
Ante el revuelo generado por la suspensión del Parlamento durante cinco semanas y las acusaciones de que se trata de una maniobra «antidemocrática», el Gobierno ha recalcado que es un movimiento «constitucional y apropiado» y que los diputados tendrán «mucho tiempo para debatir antes del 31 de octubre», fecha prevista para el ‘brexit’.
Calendario
El calendario refrendado el miércoles por la reina Isabel II implica que el Parlamento suspenderá sus sesiones entre el 10 de septiembre y el 14 de octubre, con lo que los detractores de un ‘brexit’ sin acuerdo, que conformarían una mayoría, apenas tendrán tiempo para tramitar iniciativas que frenen este escenario.
Ambas cámaras reabrirán entonces, después del conocido como «Discurso de la reina», en que el Ejecutivo detalla sus planes para el siguiente ejercicio, cuando quedarán tan solo trece jornadas hábiles de cara a la fecha prevista para el «brexit».
Lideradas por Corbyn, las fuerzas de la oposición iniciaron una concertación para evitarlo. Esto llevó a Johnson a denunciar un «sabotaje» de su negociación con Bruselas. Y poco después, a anunciar la interrupción parlamentaria.
Según el diario ‘The Times’, Johnson dijo a su gabinete que ahora Bruselas entendería que la cosa va «realmente en serio» y es más probable que la UE aceptase sus condiciones.
A su llegada a una reunión informal en Helsiki, la mayoría de ministros europeos de Relaciones Exteriores rehusaron hacer comentarios. Sin embargo, el estonio Urmas Reinsaul consideró que ahora es más probable un Brexit sin acuerdo: «Tenemos que prepararnos para ello».
Por su parte en Berlín, la canciller Angela Merkel se limitó a «asumir» que el impacto de la suspensión parlamentaria en las negociaciones «está siendo considerado» en Londres.
AFP y EFE