Antigüedades, faraones y tumbas bañadas en oro no son lo único que se oculta en los misteriosos rincones que yacen en el mundo. Hay, o mejor, existieron lugares que alguna vez fueron desarrolladas como una ciudad, pero desaparecieron por místicas e incomprobables razones. Un ejemplo de ello fue Helike, la población que fue destruida por la furia de Poseidón.
En este apartado, encontrará las otras ciudades que alguna vez persistieron, pero, en la actualidad, son un recuerdo, un mito o una historia para contar.
Valle del Indo
El Valle del Indo en realidad fue una civilización de la Edad del Bronce y, según estudios arqueológicos, fue desarrollada aproximadamente entre el 2500 a. C. y el 1700 a. C.
Al igual que Egipto y Mesopotamia, esta civilización fue una de las tres primeras del Cercano Oriente y el sur de Asia. Cabe resaltar que fue un potencial agrícola en el que se desarrolló el urbanismo en torno al río Indo.
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Record floods in Pakistan have caused significant damage to one of the world’s oldest human settlements.
Mohenjo Daro, built in the Bronze Age, is ~4,500 years old.
Floods & melting glaciers:
▪️Killed 1.3K+, incl. 400+ children
▪️Left 6.4M in need of aid
▪️Destroyed 1.1M homes pic.twitter.com/Lf8NA1MEHm— AJ+ (@ajplus) September 9, 2022
Entre sus habitantes, destaca un conjunto de varios grupos culturales que vivían juntos en grandes centros urbanos regionales, como Harappa, Mohenjo-daro y Dholavira. Por otro lado, desarrolló un complejo sistema de escritura que, de hecho, aún no ha podido ser descifrado.
En Villa del Indo persistía una cualidad única de su aldea: resaltaba una ciudadela que estaba rodeada de murallas procedentes del centro urbano. También, contaba con sistemas de aprovisionamiento de agua y alcantarillado.
Según reportes de ‘National Geographic’, en 1900 a.C. los invasores devastaron la ciudad de Mohenjo-Daro. Sin embargo, aún es incierto por qué el Valle del Indo colapsó y desapareció. Las investigaciones de varios arqueólogos continúan en sus arduas labores para determinar los detalles.
Tanis
La antigua ciudad de Tanis estuvo ubicada en el delta del Nilo, al noreste de El Cairo, en Egipto. Fue la capital de las dinastías XXI y XXII, “durante el reinado de los reyes tanitas en el Tercer Período Intermedio de Egipto”, según un artículo de ‘National Geographic’.
Tanis fue un próspero centro comercial mucho antes del surgimiento de Alejandría. Sin embargo, desapareció entre las arenas cuando el río cambió su curso. Desde entonces, miles de arqueólogos pasaron años y siglos tratando de encontrarla.
“La gente proseguía sus intentos de identificarla con diferentes lugares», dijo Salima Ikram, profesora de egiptología de la Universidad Americana de El Cairo y becaria de la National Geographic Society, en una entrevista con el medio citado anteriormente.
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Tanis en el Delta del Nilo fue una ciudad de gran relevancia en el antiguo Egipto Durante el período tardío llegó a ser la capital de país y fue lugar de enterramiento de faraones de las Dinastía XXI y XXII Buena parte de Tanis se levantó con materiales reutilizados de Pi-Ramsés pic.twitter.com/1wmUs6fiMO
— Amigos de la Egiptología (@aetwitte) June 20, 2018
Pese a haber sido recordada como colinas arenosas insignificantes, en el siglo XVIII fue descubierta por exploradores franceses. Para la segunda mitad del siglo XIX se dio inicio a la excavación del yacimiento.
No obstante, fue en 1939 que el arqueólogo francés Pierre Montet vislumbró el gran valor artístico de esta antigua ciudad: un cementerio que contenía las tumbas de varios faraones de las dinastías XXI y XXII. Tres de ellas estaban acompañadas de fastuosos ajuares funerarios y joyas.
Sin embargo, dada la llegada de la Segunda Guerra Mundial, las excavaciones tuvieron que ser suspendidas. Actualmente, algunos de los tesoros reposan en el Museo Egipcio de El Cairo. Hoy en día, Tenis se conoce con el nombre Sân el-Hagar.
Helike
Helike rigió como un importante centro económico, cultural y religioso. Asimismo, lideró la liga aquea, una confederación protectora de ciudades (incluida Aigo, que todavía existe en la actualidad).
Según datos históricos, en el 373 a. C. Helike sufrió una catástrofe “natural”, la cual provocó que diferentes especies como serpientes, ratones y otras criaturas abandonaran la ciudad en busca de tierras más altas. Posterior a esos cinco días que duró el desplazamiento de los animales, se produjo un terremoto y Helike se desplomó por completo. El océano cubrió toda la ciudad y mató a todos sus residentes.
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Sin embargo, según cuenta la filosofía griega, en Helike yacía un santuario en el que se rendía culto a Poseidón y era conocido en todo el Mediterráneo. Su valor solo era superado por el de Apolo en Delfos.
De acuerdo con varios reportes históricos, tanto auge trajo consecuencias irrecuperables, pues según autores clásicos la destrucción de Helike tuvo que ver con la figura mitológica griega Poseidón.
La ciudad se negó a entregar su estatua a unos colonos jonios que la habían solicitado y, en un ataque de ira contra los habitantes, agitó la tierra severamente y desató un fuerte terremoto que terminó devastando y desapareciendo Helike y a quienes allí vivían.
El Dorado
Entre las diferentes historias y mitos que existen sobre las ciudades que se ocultan en algún rincón del mundo perdura El Dorado, un lugar que fue creado únicamente en oro, según diferentes leyendas europeas.
En algún lugar de los Andes, se cree, existió una ciudad empapada en oro y fue gobernada por un jefe indígena muisca. Así que, por años se ha llevado a cabo una cantidad infinita de exploraciones para dar con lo que alguna vez fue una población.
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Los Muiscas en uno de los solsticios, en su fiesta de fin de ciclo anual, tributaban al sol con el Zipa vestido de oro y arrojando el oro en el centro de una laguna, esto para coronar o ratificar el poder del Zipa (de ahí el nacimiento de la leyenda de El Dorado) pic.twitter.com/xkAWgdRzu4
— Historia de Colombia (@colombia_hist) December 24, 2022
Por supuesto que lo llamativo del mito es el oro, el elemento químico que ha atraído a miles de aventureros a hallar objetos costosos y valiosos entre las selvas colombianas. De hecho, varios reportes históricos han asegurado que La Laguna de Guatavita fue aquella ciudad que nunca nadie ha encontrado. ¿Será esto cierto?
La mitología sudamericana lo desmiente y afirma que se trató de un error comunicativo y de traducción, ya que El Dorado realmente fue un gobernante sumamente millonario y poderoso que se cubría de oro de pies a cabeza y después se metía a un río sagrado para limpiar su cuerpo.
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No obstante, hay otra teoría. El Dorado se trató de la historia de un rito de paso que se llevaba a cabo por los Muisca en Colombia y fue explicado por Juan Rodriguez Freyle en el libro ‘Conquista y descubrimiento del nuevo reino de Granada’, publicado en 1636.
Según repositorios históricos, los indios celebraban en la laguna de Guatavita sus rituales para elegir a sus zipas o caciques. Para ello, realizaban una ceremonia para que el cuerpo del elegido fuera cubierto con polvo de oro y se adornara con distintas joyas del mismo material y con esmeraldas.
Actualmente, gran cantidad de oro de los Muiscas se encuentra protegido en el Museo del Oro en Bogotá. No obstante, se dice que todavía existen personas que exploran las zonas arqueológicas para contar con la suerte de conseguir objetos de valor y una posible pista para llegar a la ciudad perdida.
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Redacción EL TIEMPO