En fotos: coronación del rey Carlos III; momentos más destacados

Carlos III fue coronado este sábado como rey del Reino Unido en una solemne ceremonia celebrada en la Abadía de Westminster, en el corazón de la capital británica.

Aunque el rey quiso una ceremonia más moderna y sencilla que la de su madre, en un contexto de grave crisis por el disparado coste de la vida, esta se desarrolló según un pomposo ritual prácticamente inmutable desde hace mil años, único entre las monarquías europeas.

Salieron a relucir tres coronas engarzadas de diamantes y piedras preciosas, varios ropajes antiguos bordados con oro que el rey fue vistiendo en distintas fases de la ceremonia, tres cetros y un par de espuelas de oro.

Estos fueron los momentos más destacados.

Carlos y Camila partieron a la Abadía de Westminster

El rey Carlos III y la reina Camila salieron del Palacio de Buckingham, en Londres, hacia la Abadía de Westminster.

Sobre las 10:20 hora local (09.20 GMT), la carroza «Diamond Jubilee», en la que viajaban los reyes, avanzó por la avenida The Mall, que une el palacio y la plaza de Trafalgar, hacia la zona gubernamental, donde miles de personas se congregaron a ambos lados del bulevar.

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El rey Carlos III de Gran Bretaña y la reina en su viaje desde el Palacio de Buckingham a la Abadía de Westminster.

El inicio de la ceremonia de coronación

La ceremonia empezó a las 11.00 hora local (09.00 GMT) en la Abadía de Westminster, en presencia de la familia real y de miles de invitados, entre ellos los reyes de España, Felipe VI y Letizia.

El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, fue el encargado de presidir esta coronación, la primera desde junio de 1953, cuando la reina Isabel II fue coronada también en este templo anglicano.

Ataviado con una capa de armiño, el rey Carlos III entró en la abadía seguido por varios niños, entre ellos su nieto, el príncipe Jorge, segundo en la línea de sucesión a la corona británica, que hizo de paje junto con los nietos de Camila. Camila, que entró antes que el rey, iba vestida de blanco.

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Por detrás del rey, entraron los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina, ambos vestidos con trajes ceremoniales.

El príncipe Enrique, hijo menor del rey, asistió a la coronación de su padre, pero sin la compañía de su esposa, Meghan, ni de sus dos hijos, Archie y Lilibet.

El rey Carlos III de Gran Bretaña y la reina consorte Camilla de Gran Bretaña llegan a la Abadía de Westminster.

La epístola leída por Rishi Sunak

Durante una parte de la ceremonia, el primer ministro británico, el conservador Rishi Sunak, leyó un fragmento de la Epístola a los Colosenses. Como jefe del Gobierno británico, Sunak, de religión hindú, participó en el servicio religioso.

«No cesamos de orar por vosotros, de pedir que estéis llenos del conocimiento de Su Voluntad, en toda su sabiduría e inteligencia espiritual, para que caminéis como es digno del Señor, agradándole en todo», leyó Sunak durante la ceremonia.

«Esta es la palabra del Señor», fue como concluyó su lectura el primer ministro, de 42 años.

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El primer ministro Rishi Sunak y su esposa Akshata Murty llegan a la Abadía de Westminster.

Carlos III, ungido con aceite consagrado

En un momento clave, el rey Carlos fue ungido con aceite consagrado por el arzobispo de Canterbury, primado de la Iglesia anglicana, el rito religioso más solemne de la liturgia de la coronación, que requería que el monarca esté temporalmente oculto al público.

El arzobispo de Canterbury, asistido por el deán de Westminster y el arzobispo de York, ungió con aceite las manos, pecho y frente de Carlos III.

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El soberano, de 74 años, quedó velado por un panel de tela bordada con motivos de ángeles y un árbol con 56 hojas que representan a cada uno de los países de la Commonwealth, bendecida en la Capilla Real del Palacio de St James hace una semana.

Durante la unción, el coro entonó la pieza «Zadok the Priest», compuesta por Georg Friedrich Handel para la coronación de Jorge II, en 1727.

Como reflejo de la pasión del rey por la sostenibilidad, la pantalla que le ocultó, de 2,6 por 2,2 metros, fue fabricada con la madera de un roble plantado por el duque de Northumberland en 1765 en la finca de Windsor y que fue derribado por el viento.

Unción del rey Carlos III de Gran Bretaña, que se realiza de forma privada.

Carlos III recibe la corona

Luego, Carlos fue coronado. En el momento más importante de este acto protocolario, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, colocó sobre la cabeza de Carlos III la suntuosa corona de San Eduardo, del siglo XVII.

Sentado en la silla de roble de San Eduardo, considerado el mueble más antiguo del Reino Unido y colocado sobre un piso de mosaico medieval, Carlos III fue coronado tras recibir las distintas insignias reales, que simbolizan las responsabilidades como el jefe de Estado británico hasta el día de su muerte.

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Al rey se le entregó el orbe del soberano, que simboliza el mundo; el cetro con cruz, que representa el mundo cristiano; y el cetro de la paloma, símbolo del papel espiritual del monarca. Ataviado con una capa dorada, el primado de la iglesia de Inglaterra le entregó al rey el guante blanco del poder.

Por último Welby le colocó la corona de San Eduardo, hecha en oro y decorada con rubíes, amatistas, zafiros, granate y topacios, la única vez en su vida que el monarca la llevará.

El momento en el que Carlos III recibe la corona de San Eduardo.

El Rey Carlos III de Gran Bretaña sostiene la Espada del Estado durante la Ceremonia de Coronación.

El Príncipe Guillermo de Gran Bretaña, príncipe de Gales, toca la corona de San Eduardo en la cabeza de su padre.

Carlos III tras ser coronado como rey británico.

Camila recibe la corona

Una vez fue coronado el rey, Camila también recibió la corona como reina del Reino Unido.

La reina Camila fue primero ungida con aceite en la cabeza por el arzobispo de Canterbury, primado de la Iglesia Anglicana, quien posteriormente impuso en su cabeza la corona de la Reina María.

Una sonriente Camila, además, recibió de manos del obispo emérito de Londres y de la obispa de Dover el Cetro de la Reina Consorte y la Vara con Paloma de la Reina Consorte.

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La reina Camila es coronada en la Abadía de Westminster.

La reina Camila fue primero ungida con aceite en la cabeza.

Camila recibe la corona este sábado en la Abadía de Westminster.

Los reyes emprenden su procesión hacia Buckingham

Luego, Carlos y Camila abandonaron la Abadía de Westminster tras haber sido coronados e iniciaron la procesión hacia el palacio de Buckingham a bordo de la suntuosa Carroza Dorada de Estado.

Acompañados por 4.000 militares ataviados de gala, los reyes saludaron a la multitud apostada en la ruta de dos kilómetros hacia su residencia oficial en Londres. 

La procesión estuvo dividida en ocho grupos, que incluyen a miembros de las Fuerzas Armadas de diversos países de la Commonwealth, así como de las distintas divisiones del Ejército británico. 

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Los reyes en la procesión rumbo al Palacio de Buckingham.

Los reyes estuvieron acompañados por 4.000 militares ataviados de gala.

Llegada del rey al Palacio de Buckingham.

Carlos y Camila abandonan la Abadía de Westminster tras la coronación.

El icónico saludo en el balcón

Una vez en el palacio, Carlos III salió saludar a la multitud desde el balcón del Palacio de Buckingham junto a la reina Camila y sus familias, pero sin su hijo menor Enrique, apartado de las funciones oficiales de la realeza.

Tampoco apareció en el balcón el príncipe Andrés, hermano de Carlos III, a quien también se apartó de la familia real por sus escándalos sexuales relacionados con el empresario Jeffrey Epstein.

Los reyes cerraron los actos de coronación con su saludo desde el balcón del Palacio de Buckingham.

Sobre las cabezas de los presentes sobrevolaron aviones y helicópteros de las Fuerzas Armadas británicas, aunque la exhibición aérea fue recortada por las malas condiciones climatológicas.

La tradición de saludar desde el balcón se remonta a 1851, cuando la legendaria reina Victoria apareció allí en medio de las celebraciones por la inauguración de la Exposición Universal ese año.

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Desde entonces, ese saludo ha servido para marcar ocasiones especiales en la historia de la monarquía británica, como los cumpleaños de la madre del soberano, Isabel II, las bodas reales, los jubileos de la reina o eventos de conmemoración históricos.

Los miembros de la familia salen a saludar al balcón del Palacio de Buckingham.

Los actos continuarán este domingo con un gran concierto en el que participarán, entre otros, Katy Perry. Además, habrá un gran almuerzo para homenajear al nuevo rey británico.

REDACCIÓN INTERNACIONAL
*Con AFP y EFE

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