No hace mucho tiempo, había muchas razones para gastar más de 900 dólares en un teléfono inteligente. Hoy tendrá que encontrar una excusa para pagar tanto.
Los teléfonos más baratos se han vuelto cada vez más indistinguibles de los de alta gama con el apodo “pro”, y las pocas funciones que los distinguen rara vez justifican el costo adicional.
Por ejemplo, el Pixel 7A, el nuevo teléfono de Google, con un precio de 500 dólares, está en muchos aspectos a la par con su contraparte premium, el Pixel 7 Pro, que cuesta 900 dólares. Y con base en mis pruebas, recomendaría el modelo económico para la mayoría de los usuarios de Android.
Durante la mayor parte de la última década, la mayor desventaja de comprar teléfonos Android en lugar de los iPhone de Apple era que la mayoría de los Android obtenían actualizaciones de software —importantes para la seguridad— durante aproximadamente dos años, mientras que los iPhone recibían actualizaciones durante aproximadamente seis. Muchos fabricantes de teléfonos Android tuvieron problemas para mantenerse al día con las actualizaciones porque dependían de chips y componentes de una variedad de fabricantes diferentes.
Así que gastar más en un Android alguna vez tuvo sentido. Los teléfonos Galaxy de gama alta de Samsung recibieron actualizaciones de software durante varios años más que otros Android, en parte porque el fabricante surcoreano controlaba estrictamente su producción de hardware.
Pero en el 2018, Google adquirió al fabricante de teléfonos HTC, lo que le permitió fabricar su propio chip computacional móvil, llamado Tensor. Google ahora controla su hardware Pixel y el software de Android, pudiendo garantizar actualizaciones de software durante al menos cinco años. El chip Tensor también hace que los teléfonos Pixel sean más rápidos y eficientes en uso de energía.
El Pixel 7A, que incluye el mismo chip Tensor que el Pixel de gama alta, ofrece la mejor relación calidad-precio entre los teléfonos Android.
La diferencia más obvia entre el Pixel 7A y el Pixel de mayor precio es la pantalla. Con 15.5 centímetros, la pantalla es ligeramente más pequeña que la pantalla de 17 centímetros del Pixel 7 Pro. Google también dice que el vidrio de la pantalla del Pixel 7 Pro es de mayor calidad.
La otra diferencia principal es la cámara. El Pixel 7A tiene una cámara de doble lente y el Pixel 7 Pro tiene un sistema de triple lente que puede hacer zoom a una resolución más alta. Pero el software de cámara es el mismo.
A la luz del día, tomé fotos de mi perro, Max, con ambos teléfonos, y las imágenes de ambos se veían nítidas y detalladas. Aunque las fotos tomadas con el Pixel 7 Pro lucían ligeramente mejor, no lucían 400 dólares mejor.
Finalmente, la batería del Pixel 7A duró lo suficiente como para pasar un día normal de uso general.
Así que elige un teléfono según tus necesidades y preferencias. Un teléfono económico como el Pixel 7A podría ser el adecuado.
Por: Brian X. Chen
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