Guaidó prepara tenaza laboral contra régimen de Maduro en Venezuela

La persecución laboral es un sino de la “revolución bolivariana” después del breve golpe de estado contra Hugo Chávez en abril de 2002.

Purgas en instituciones públicas -incluyendo la Fuerza Armada Nacional-, obligación de asistir a las concentraciones oficiales so pena de perder el empleo y hasta espiar e informar sobre la inclinación política de los compañeros de trabajo son hoy algunas de las prácticas comunes en la administración pública en Venezuela en tiempos de chavismo.

Contra todo eso pidió dar un paso al frente el presidente encargado Juan Guaidó, quien tras reunirse con sindicatos y trabajadores de la administración pública anunció que pronto comenzará un paro escalonado, por sectores, que tiene como objetivo ralentizar y detener el funcionamiento de las instituciones públicas para afectar la administración de Nicolás Maduro.

Se trata de un llamado que la oposición ha hecho en el pasado, pero en forma de huelga general y con resultados bastante modestos y, en algunos casos, nulos. Ni siquiera el paro petrolero de tres meses de finales de 2002, que prácticamente detuvo la economía venezolana, fue presión suficiente para el entonces presidente Hugo Chávez.

Esta vez, Guaidó cambia la estrategia y no será el liderazgo político el que haga el llamado, sino los sindicatos de cada área quienes organicen y anuncien cómo y cuando serán las paralizaciones. “Llamo a los trabajadores a convocar reuniones a partir del miércoles para decir ya basta y evaluar acciones del paro (…) el momento es ahora, el momento llegó y nuestro llamado a los empleados públicos es para hacer efectiva esa huelga”.

“El régimen ya está ocupado persiguiendo militares, no nos puede perseguir a todos”, dijo también Guaidó apuntando hacia el miedo que puedan sentir los trabajadores que quieran participar. Destacó que cada acción que se emprenda contra el régimen de Maduro es parte de “una sola lucha” para lograr el “cese de la usurpación”, proceso que reconoció ha tomado “más tiempo del que hubiéramos querido”.

En ese sentido también aseguró que habrá amnistía y recuperación de los empleos de todos los trabajadores que luchen contra el régimen de Maduro y los que han sido despedidos hasta ahora por razones políticas.

Llamó a la confección de listas en cada institución de las personas que han sido despedidas por ese motivo, con la promesa de un posible regreso a su puesto de trabajo y aseguró que le da la bienvenida a los sindicatos de inclinación chavista que quieran participar. “Esta lucha es por ustedes también”.

Desde este lunes, cuando regresó a Venezuela tras una semana de gira por Suramérica, Guaidó se ha encargado de insuflar ánimo a la militancia opositora haciendo recuentos sobre los avances obtenidos desde que se juramentó como presidente encargado.

Llamo a los trabajadores a convocar reuniones a partir del miércoles para decir ya basta y evaluar acciones del paro (…) el momento es ahora, el momento llegó.

Mantener alta la moral de los venezolanos, desesperados por la hiperinflación y el régimen sordo de Maduro, es toda una proeza. Sin embargo, su regreso y el silencio absoluto del régimen al respecto parece mostrar, por primera vez en años, a una «revolución bolivariana» acorralada en el plano de la indecisión.

Guaidó advirtió a los empleados públicos de las presiones -o a las tentaciones, como aumentos de sueldo o promociones- a las que se verán sometidos si se unen a la huelga, pero les conminó a participar en una lucha que, asegura, será definitiva. «No podemos cambiar espejitos por realidades (…) Esto no tiene que ver con izquierdas o derechas, se trata del rescate de la democracia. Hay garantías y respeto, hemos abrazado a todos… Llegó el momento de cambiar a Venezuela».

Valentina Lares Martiz
Corresponsal de EL TIEMPO
Caracas

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