No fue solo de Estados Unidos sino de varios países miembros del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) la decisión de cancelar la reunión anual que estaba prevista para celebrarse la próxima semana en la ciudad china de Chengdu. El motivo: el rechazo por parte de las autoridades asiáticas de otorgarle la visa a Ricardo Hausmann, flamante representante de Venezuela nombrado por el presidente encargado de ese país, Juan Guaidó.
Fuentes estadounidenses sostuvieron a EL TIEMPO este viernes que la junta de países miembro de la entidad tomó la decisión de cancelar el encuentro después de que China se negó a cambiar su postura. Agregaron que la junta votaría en los próximos 30 días para acordar una nueva fecha y lugar para la reunión.
«Es una decisión que lamentamos todos, pero que terminó siendo inevitable. Una mayoría de los países miembros del BID había reconocido a Ricardo Hausmann como el enviado legítimo de Venezuela en representación del gobierno de Juan Guaidó, pero China no quiso otorgarle una visa para que pudiera asistir. Fue este país, al no reconocer esa decisión, quien politizó este proceso», agregó un fuente diplomática que quiso mantener su identidad en el anonimato.
«Es la primera vez que algo así sucede. Es como si Estados Unidos no deja entrar a (Raúl) Castro a la cumbre de Naciones Unidas. Era algo inacotable», agregó.
También afirmaron que el gobierno chino no dejó mayor opción al no querer aceptar la derrota, pues la mayoría de los miembros aceptaron a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, expulsando de inmediato al representante de Nicolás Maduro.
Tal decisión deja muy mal parado al gobierno chino no solo en esa región sino a nivel mundial, demuestra que la crisis que atraviesa Venezuela es tema principal en la agenda de los más importantes países del mundo y tensa aún más las relaciones entre Estados Unidos y China.
REDACCIÓN INTERNACIONAL