Qué es la Guardia Revolucionaria, catalogada de terrorista por EE. UU.

Los Guardianes de la Revolución de Irán, conocidos popularmente como «Sepah» en farsi, son un cuerpo militar de elite con gran influencia en Irán y en Oriente Medio que fue designado este lunes como grupo terrorista por Estados Unidos.

Es una rama de las Fuerzas Armadas de Irán creada hace cuatro décadas con la función de proteger al sistema teocrático de la República Islámica y cuenta con unos 125.000 efectivos militares, entre fuerzas terrestres, aeroespaciales y navales.

La Guardia Revolucionaria también tiene la llamada Fuerza Quds, destinada a las operaciones en el extranjero, y controla a los Basij, una milicia paramilitar de voluntarios islámicos con gran influencia en la sociedad.

Su poder ha colocado a este cuerpo de elite en el punto de mira de EE. UU., que lo catalogó este lunes como grupo terrorista, una drástica medida de consecuencias imprevisibles que Washington adopta por primera vez contra los militares de otro país.

«Este paso sin precedentes (…) reconoce la realidad de que Irán no solo es un Estado patrocinador del terrorismo, sino también que la IRGC (siglas en inglés de la
Guardia Revolucionaria), participa, financia y promueve el terrorismo como una herramienta estatal», declaró el presidente estadounidense, Donald Trump.

Washington ha impuesto sanciones en los últimos años a decenas de entidades e individuos afiliados a los Guardianes, pero nunca a la organización en su conjunto. La respuesta de Irán no se hizo esperar.

El Consejo Supremo de Seguridad Nacional designó grupo terrorista a las tropas estadounidenses desplegadas en Oriente Medio y calificó la acción «ilegal» de Washington como «una amenaza importante para la paz y seguridad regional e internacional».

Por su parte, el comandante en jefe de los Guardianes de la Revolución, Mohamad Ali Yafarí, ya advirtió el domingo a EE. UU. de que llegado el caso sus tropas «no experimentarían tranquilidad y paz en Oriente Medio».

Estas son algunas de las claves del poder de la Guardia Revolucionaria:

– Presencia en Oriente Medio

Los Guardianes de la Revolución han enviado en los últimos años asesores militares a Siria e Irak para ayudar a estos países en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

También apoyan al grupo chií libanés Hizbulá y a los rebeldes hutíes del Yemen, y coordinan a las milicias de voluntarios chiíes que han combatido al EI en Siria e Irak.

La presencia militar iraní en Siria preocupa especialmente a EE. UU. y a Israel, pero las autoridades iraníes defienden que es legítima, ya que fue solicitada por el presidente Bashar al Asad, y han insistido en que continuarán en el país mientras así lo quiera el régimen de Damasco.

Este patrón de «actuar mediante grupos político-militares que con su fuerza también intentan influir en el poder político, ha aumentado la influencia de Irán, al menos en estos países», explicó recientemente a Efe el analista Ardeshir Pashang, del Centro de Estudios Estratégicos de Oriente Medio de Teherán.

El comandante de la citada Fuerza Quds, Qasem Soleimaní, ha acudido con frecuencia a los frentes de batalla para reunirse con estos grupos político-militares y también ha mantenido encuentros con los dirigentes de Irak y Siria.

– Misiles

La Guardia Revolucionaria está al cargo de los controvertidos programas de misiles balísticos de Irán, que EE. UU. quiere limitar. De hecho, fueron una de las razones esgrimidas por Washington, junto a la influencia regional iraní, para retirarse del acuerdo nuclear firmado en 2015 entre Teherán y seis grandes potencias.

Algunos de los misiles iraníes, todos de fabricación local, tienen un rango de 2.000 kilómetros, por lo que podrían alcanzar tanto Israel como las bases militares de EE. UU. en Oriente Medio.

Los Guardianes han disparado en dos ocasiones en 2017 y 2018 misiles contra sedes del EI en Siria, después de que el grupo yihadista reivindicara la autoría de atentados cometidos en suelo iraní.

Guardia Revolucionaria de Irán

Una pared pintada en una calle de Teherán, con un motivo alusivo a la Guardia Revolucionaria de Irán.

También bombardearon con misiles el pasado septiembre la sede del separatista Partido Democrático del Kurdistán Iraní (PDKI) en el este de Erbil (Irak), al que acusaron de realizar «actos de agresión y terrorismo» contra Irán.

Occidente ha instado a Irán a frenar el desarrollo de misiles y la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU hace un llamamiento en este sentido, pero Teherán considera estos programas una línea roja innegociable.

– Influencia política y económica en Irán

Fundada después del triunfo de la Revolución Islámica de 1979 por el ayatolá Ruholá Jomeiní, la Guardia Revolucionaria responde directamente ante el líder supremo, Ali Jameneí.

Su peso en la política iraní como protectores del sistema islámico es innegable y con su presencia en Oriente Medio los Guardianes dictan en parte la política exterior de Irán. Además, tienen una gran influencia sobre amplios sectores económicos del país. Se calcula que controlan alrededor de una tercera parte de la economía iraní a través de diversas empresas y filiales.

Están involucrados por medio de estas compañías en los principales proyectos de construcción de infraestructuras, así como en las industrias petrolera, gasística y petroquímica, lo que les convierte en una pieza imprescindible también del entramado económico iraní.

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