Cristina Fernández de Kirchner se anotó un golpe de sorpresa que sacudió este sábado en la mañana el ajedrez electoral de las elecciones argentinas. Con su anuncio de ser candidata a la vicepresidencia como número dos de Alberto Fernández se la juega por resolver la encrucijada que atravesaba a su movimiento y que suele decir: “Con Cristina no alcanza, pero sin ella es imposible”.
De esta forma, entonces, la exmandataria le apostaría a ‘estar sin estar’ y, sobre todo, a reagrupar al sector del peronismo moderado que intentaba hacer camino aparte; buscaría tener una coalición más amplia que los lleve con más contundencia de regreso al poder en un país endeudado y en crisis económica.
Alberto Fernández, que fue jefe de gabinete de Néstor Kirchner y de Cristina K, es además un candidato con una imagen de alguien moderado en sus formas e incluso más conciliador con los medios de comunicación que ella misma.
El candidato a presidente fue aliado del kirchnerismo y luego crítico de Cristina. En su momento dijo cosas como: «En el segundo mandato de Cristina es dificilísimo encontrar algo virtuoso. He hecho un enorme esfuerzo: lo único virtuoso que tuvo el último mandato es el desarrollo en ciencia y tecnología». Sin embargo, desde hace un tiempo se acercó a ella y fue incluso quien le sugirió escribir el libro, ‘Sinceramente’.
“Con esta decisión, Cristina desvía la atención negativa sobre su figura. La comunidad internacional, los medios y el círculo rojo (empresariado) están más cómodos con Alberto Fernández”, dijo a EL TIEMPO el politólogo Andrés Malamud.En el video, a través del cual Cristina lanzó la fórmula llamada Fernández-Fernández, postuló la idea de que su decisión de volver al poder no se trataba de vanidad o personalismo, que es una de las críticas que más le hacen.
«Después de haber sido dos veces presidenta de este país, la expectativa o ambición personal están subordinadas al interés general (…) Yo estoy dispuesta a aportar desde el lugar que pueda ser más útil», dice en el video publicado en redes sociales.
La decisión de la expresidenta causó sorpresa incluso entre sus bases. Pero también, como indican analistas, compromete al gobierno de Mauricio Macri a hacer una siguiente jugada.
El presidente pasa por tan mal momento político y económico que ya antes de esta noticia varios de los miembros de la coalición sugerían que él debería dar un paso al costado y permitir el Plan V. Es decir, que se presente la actual gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. El presidente lo ha negado, pero tras los últimos acontecimientos habrá que ver cómo responde.
Con esta decisión, Cristina desvía la atención negativa sobre su figura. La comunidad internacional, los medios y el círculo rojo
La socióloga y experta en discurso político Sol Montero analizó la decisión de Cristina K como un cambio de la estrategia que mantuvo su movimiento en las elecciones de Senado en 2017, en las que le fue mal.
“Se nota que es una decisión informada, de ‘focus group’, en la que recogen muchas de las insatisfacciones de los votantes intermedios, de los que dicen que no quieren escucharla tanto a ella, que no esté en primer plano”, explica Montero, quien ha estudiado el discurso de kirchnerismo y asegura que el video está diseñado para sus fieles.
Además, dice, la decisión de ir segunda muestra un intento por entender a los votantes no kirchneristas. Se enfoca no tanto en la grieta y la economía y más en la existencia de una crisis terminal del país que requiere de acuerdos extraordinarios. Toma la delantera en la agenda.
El impacto de una imagen
Por otro lado, afirma Malamud, “la decisión de Cristina obliga a Macri a innovar; y además, esteriliza el impacto electoral de sus causas judiciales”.
Precisamente el próximo martes, Cristina K tendrá su primer juicio oral. Y su imagen, sentada en el banquillo de los acusados era una de las fotos más esperadas por un sector político en Argentina y una de las pesadillas para el kirchnerismo, que ve el hecho como una persecución del tipo Lula Da Silva en Brasil. Justo en un momento en que la mala gestión del gobierno de Macri que venía mostrando al kirchnerismo liderando las encuestas de las elecciones presidenciales.
Esa escena, si algo no ocurre en el frenético ambiente político argentino, se podría vivir este martes cuando Kirchner acuda al Tribunal Oral 2 para responder en la causa llamada Vialidad, por presuntas irregularidades en la asignación de obras públicas al empresario Lázaro Báez, en la provincia de Santa Cruz.
Pero en Argentina no hay una noticia que se mantenga igual por muchos días y, a veces, incluso cambia en cuestión de horas. Mucho menos una como esta. Así que nadie se compromete y, en todo caso, es apenas la primera audiencia del juicio oral.
Originalmente estaba anunciado para el 21 de mayo, pero el miércoles de la semana pasada, la Corte Suprema de Justicia tomó una decisión que lo postergaría. Ese día la Corte le exigió al Tribunal Oral que juzga el caso que le entregue el expediente original para revisar si corresponde dar vía a nueve recursos interpuestos por la defensa. Y la decisión, con cuatro magistrados a favor y uno en contra, no solo sorprendió sino que fue criticada fuertemente por funcionarios oficialistas por considerarla política y no jurídica.
La justicia argentina es procíclica y los jueces argentinos fallan en favor del poder que viene. Cuando el ciclo está terminándose, apuran
Llovieron rayos por parte del gobierno y sonaron algunas cacerolas en uno de los barrios más adinerados de Buenos Aires. El jefe de gabinete de Macri, Marcos Peña y otros funcionarios hicieron declaraciones públicas; y editorialistas, como Joaquín Morales del diario ‘La Nación’, escribieron que “La Corte ya votó por Cristina”.
Al día siguiente, ante la presión, la Corte se replegó y anunció que si bien no se apartan del asunto y evaluarán las pruebas, el juicio no se suspende.
Los vaivenes judiciales ligados a la política también son comunes y, como explica Malamud, parte de la esencia del poder judicial del país. “La justicia argentina es procíclica y los jueces argentinos fallan en favor del poder que viene. Cuando el ciclo está terminándose, apuran”, dijo a EL TIEMPO.
Y agregó que si Macri llega a perder elecciones, se le activarían inmediatamente los casos judiciales que tiene quietos hace tres años. “Macri tiene muchos casos como los Panamá Papers, algunos de cuando era jefe del gobierno de la ciudad de Buenos Aires y lo que ocurra con la vinculación de sus familiares, su padre y su primo Ángelo Calcaterra a casos como Odebretch, que se han investigado en la región, pero no en Argentina”, explica.
La periodista política Noe Barral asegura que la decisión de la Corte no puede leerse como un acercamiento de los magistrados a Fernández de Kirchner, sino más bien a un enfrentamiento que una parte de la Corte (4 magistrados) tiene con el gobierno y al que vienen molestando con sus fallos.
Kirchner no solo enfrenta la causa del martes sino otras diez investigaciones, cinco de ellas llegaron a la instancia de juicio oral. Y aunque ningún analista cree que lleguen a término antes de elecciones, sí rondarán la campaña.
“Esa imagen les permitiría a Cambiemos (la coalición del macrismo) desencadenar todos los clichés de ‘se robaron todo’ y les es útil como sesgo de confirmación. La foto les serviría como recordatorio para decir que eso era Cristina”, explica Sol Montero.
Sin embargo, con la decisión de ir como vicepresidente le da otro encuadre y le marca la agenda de corrupción al gobierno. “Es como si dijera voy a ir al juicio en calidad de ciudadana común, el problema no soy yo y la foto que querían de la candidata a presidente no la van a tener”.
¿Podrían volver?
Pero con el nuevo panorama, ¿qué posibilidades tiene el kirchnerismo de volver a gobernar Argentina? ¿Cuál es la estrategia de Macri ante la nueva fórmula?. ¿La noticia de CFK candidata a vice desactiva una tercera vía?
Faltan cinco meses para las elecciones presidenciales y estos parecen cuestionamientos propios del fin de una campaña electoral, pero la noticia de este sábado agitó la campaña cuando aún falta un mes para el cierre de listas, el 22 de junio.
Desde la aparición de ‘Sinceramente’, el libro de su autoría, la expresidenta rompió su cuidado silencio y se explayó en 596 páginas, en las que ya destacaba a Alberto Fernández, aunque nadie esperaba que diera un paso al costado.
El estilo moderado y menos confrontacional de Cristina K durante el lanzamiento del libro en el que reunió a miles de personas bajo la lluvia, fue leído por analistas como parte de una estrategia de campaña. Ahí también le dio las gracias a Fernández, pero nadie avizoró que le pidiera a él ser el candidato.
Tal como en el libro, afirma Malamud, “a ella no le preocupan los votantes en el medio, sino los políticos en el medio. Es lo que tienen que hacer ella y Macri, ambos con una imagen muy negativa. Cualquiera de ellos perdería con un candidato moderado. A ambos les funciona diluir a los moderados. Y por eso en el libro a ella no le preocupan los votantes en el medio, sino los políticos en el medio”.
‘Sinceramente’ ha sido un éxito en ventas. En dos semanas agotó 300 mil ejemplares y su lanzamiento con invitados especiales de todos los sectores se convirtió en un evento entendido como un apoyo tácito a una eventual candidatura. Personalidades de la cultura, de las abuelas de la Plaza de Mayo e incluso directivos de medios de comunicación se hicieron presentes.
Cuando pienso en lo que tienen que soportar mis hijos, no puedo dejar de recordar las palabras de Néstor (Kirchner). Efectivamente vinieron por mí y por ellos
A través de diez capítulos, cuenta anécdotas, no hace ningún ‘mea culpa y aprovecha el espacio para aclarar datos sobre los bienes con los que ella y su esposo llegaron a la presidencia y argumentar así que no ha robado como dicen sus opositores. Y asegura que sus investigaciones son parte de una persecución judicial y mediática.
“Cuando pienso en lo que tienen que soportar mis hijos, no puedo dejar de recordar las palabras de Néstor (Kirchner). Efectivamente vinieron por mí y por ellos”, escribió en un aparte del libro en el que menciona las investigaciones que llegan también a su hija Florencia Kirchner, en un tratamiento médico en Cuba.
Y en otro: “¿Por qué se repite hasta el cansancio que nos robamos un PBI (Producto Bruto Interno)? Porque cuanto más brutal es la mentira, más funciona”. Dijeron como cantinela ‘se robaron todo’ para invalidar lo que hicimos: satélites, universidades, escuelas, viviendas, Procrear, Progresar, Asignación universal por Hijo, inclusión jubilatoria, reestructuración de la deuda, etc”.
La situación de Macri
Barral afirma que los chances del kirchnerismo de volver tiene que ver con “la pésima gestión económica de Macri”. El actual presidente enfrenta una seria crisis económica: alta inflación, recesión y devaluación, así como un 32 por ciento de pobreza. Además de endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional. Y los mercados, en quienes Macri ha puesto su esperanza, tampoco le han favorecido.
Ante la indignación y el humor social, el gobierno ha dicho que la situación obedece a lo que ha llamado “la pesada herencia” del anterior gobierno, pero a tres años y medio de mandato, ese argumento ya no resuena con la misma fuerza. Incluso ha recurrido a la idea de que el problema viene desde hace siete décadas cuando se dio inicio al movimiento peronista.
Macri pidió un préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI), dirigido por Christine Lagarde, para enfrentar la crisis económica en Argentina.
Reuters
En otros momentos ha dicho también que las corridas cambiarias que tienen el dólar a 46 obedecen a “tormentas” externas o a la sequía que afectó el campo en 2017. Y recientemente, que los mercados internacionales no responden por temor al regreso Cristina K.
Malamud cree que hay tres elementos a tener en cuenta. “El gobierno hizo una mala gestión económica, no es dicho por mí, el presidente pidió que lo midieran por la reducción de la pobreza y la inflación y en las dos falló; a eso se suma la vulnerabilidad estructural; pero también es cierto que en el último año la volatilidad de los mercados se debe al retorno de CFK”.
En ese contexto es que políticos aliados a Macri le sugieren que no se postule a la reelección. Para Barral, Macri ha hecho todo para ser el candidato. “La renegociación del acuerdo con el Fondo, la presión para que el FMI permita al Banco Central vender reservas de libre disponibilidad para contener al dólar, tiene mucho olor a último cartucho. Y es raro que lo haga a 6 meses de las elecciones. Es claro que está pensando en el cierre de listas”. Sin embargo, no se sabe qué hará ante la nueva fórmula Fernández-Fernández.
De la misma forma, los peronistas no kirchneristas, que se estaban organizando alrededor de la llamada tercera vía, en una organización llamada Alternativa Federal, tendrán que decidir si se mantienen en su proyecto moderado o se pliegan a Fernández y Cristina. De esta vía hacen parte Juan Schiaretti, quien acaba de ganó las elecciones en la gobernación de Córdoba, Roberto Lavagna, que fue ministro de economía en 2002; Juan Manuel Urtubey y Sergio Massa. Este último, muy cercano a Alberto Fernández.
Aún falta un mes para el cierre de listas y mucho tiempo para ver si la jugada de Cristina inclina la balanza a favor del kirchnerismo y los hace volver al poder.
CATALINA OQUENDO B.
Para EL TIEMPO
BUENOS AIRES
En Twitter: @cataoquendo